Hoy el amigo Juan Goytisolo vuelve a poner en claro todo eso de los historiadores que simplemente están para beneplácito del poder reinante. Es seguro que este diario, El País, publica estos artículos de gente como Juan para servirlos como coartada a su servicio de todo poder en mando y a lo expulsadores de todo morisco que haber pueda. Lo de morisco y expulsión son pulsiones endémicas de la España oficial, la de mando, la de los pelagatos que dicen cómo ha de ser todo y cómo hemos de ser todos también. Y el que no, que se vaya. Que eso lo repiten mucho los extremeñíes y los andalusíes de los sectarios en mando, los mílites, votambres, trajineros y políticos profesionales del pp y del psoe. Porque en España sólo se puede estar ya, o ser, esencialmente, de uno de los dos, por decreto ley. O a lo menos que los dejes hacer. Si disientes eres un puto morisco, un judío irredento, un rojo, una escoria o un etarra, fórmula que emplearon contra mí, con el silencio de los más, que ha de largarse o morirse de hambre, cuando no te matan civilmente por la cara, con la complicidad de todos que lo ningunean, el hecho, y miran pa otra parte, ocupados como están en sus mezquindades diarias y domésticas...
Esto del respeto a la libertad de conciencia y a sus consecuencias, en este país, es algo que nunca tendrá efecto. Sería como matar la gallina de los huevos de oro para las votambres del pp y del psoe, que antes se llamaron franquismo, derecha,..., reyes caóticos..., don Pelayo..., Caín...,...
Por cierto en el magnífico y ejemplar artículo de Goytisolo aparecen dos judeoconversos extremeños, que disienten de lo ordenado, Arias Montano y su discípulo Padro de Valencia, en cuya tradición bien me honro, ante el régimen de cacicato extremeñí de los pelagatos de siempre en mando, aparte de aludir directamente a los moriscos de Hornachos, creadores de su república independiente de Salé, en Marruecos, evento que bien se trató en el pasado en este sitio. Que no me vengan ahora los productores de industrias culturales con el Hornachos de ahora, en cuyo lugar no quedó nada de la cultura morisca, por mucho folclore barato que hayan montado en los últimos años al calor de la industria turística, y al hilo a convertir Extremadura en un gran parque temático, donde recolectar impuestos para el mantenimiento de este atroz cacicato en el futuro. Que eso es todo. Libertad de conciencia.
Por cierto en el magnífico y ejemplar artículo de Goytisolo aparecen dos judeoconversos extremeños, que disienten de lo ordenado, Arias Montano y su discípulo Padro de Valencia, en cuya tradición bien me honro, ante el régimen de cacicato extremeñí de los pelagatos de siempre en mando, aparte de aludir directamente a los moriscos de Hornachos, creadores de su república independiente de Salé, en Marruecos, evento que bien se trató en el pasado en este sitio. Que no me vengan ahora los productores de industrias culturales con el Hornachos de ahora, en cuyo lugar no quedó nada de la cultura morisca, por mucho folclore barato que hayan montado en los últimos años al calor de la industria turística, y al hilo a convertir Extremadura en un gran parque temático, donde recolectar impuestos para el mantenimiento de este atroz cacicato en el futuro. Que eso es todo. Libertad de conciencia.
Agustín gracias! leí el poema y lo he disfrutado enormemente, bueno, lo he sufrido enormemente...
ResponderEliminarEn estas últimas entradas y en todo tu blog, como ya te he dicho, me estás ayudando a esclarecer una cuantas cosas.
Un beso fuerte y cuidate.