12 de septiembre de 2009

PACTO DE LOBOS VERSUS PACTO POR LA SU JUSTICIA



Traigo aquí este texto, escrito hace seis años y publicado por el periódico principal del sindicato anarcosindicalista español veterano, cnt. Y lo quiero publicar aquí como ejemplo y denuncia. Ejemplo de que la justicia, por los bajos y por los altos, no existe en este país ni en esta sociedad, ni siquiera formal. Es una mera tapadera del Poder, del Único Poder Político que hay, del pp$oe en caciquismo alternante de nueva generación. No es éste error aislado, el que narro aquí y me concernió, es la norma de los señores jueces al servicio de los demócratas impuestos por la votambre ignara y manipulada, huera de saber, llena de odios y miedos, por la gente alienada y manejada...
Pero lo quiero traer especialmente por el caso sangrante de los once imputados de haber agredido al mandamás de Villafranca de los Barros, con testimonios falsos... La juez que llevó la denuncia, en primera instancia, acordó archivarlo, recurrió la gente de preboste alcalde ante la Audiencia Provincial y ésta, en servicio, acuerda que debe reabrirse; nuevamente la juez competente lo rechaza y nuevamente lo recurre, y así otra vez..., hasta que los jueces de la Audiencia Provincial deciden destituir, contra todo derecho y ley, a la juez, que pretende hacer justicia de verdad y rechaza la maquinación del Masca del Ayutamiento con que le han dao pal pelo, que nadie lo tocó en su Autoridad democrática, para poner uno que cumpla los designios y servicios al Mandamás de Villafranca de los Barros, un grande hombre llamado Ramón, que es uno de los más mandones en el asunto o mafia poli del pp$oe de toa la vida de dios. Y ese juez entonces empura a los once acusados, más por la cosa de meter miedo en los cuerpos de la gente que se opone a la construcción de una refinería en Extremadura, por escarmentar que se dice y usa la Autoridad, como atentado terrorista del Poder y sus sicarios y empresarios.
Está muy claro que los que mandan en la Audiencia están al servicio del señor jefe de la mafia pp$oera, mandante y trincante en Villafranca de los Barros, que está interesada en la refinería y en servir al empresario Gallardo para montarla, con todos los recursos de la administración, y eso no es prevaricación, ni delito alguno... O sea poner todos los recursos públicos, y los cargos políticos y administrativos para el medro y logros de un particular como es el señor Alfonso Gallardo no es prevaricación, ni delito alguno de tráfico de influencias y etc., ¡que hay tela que cortar...!, señores de la Audiencia de Badajoz, y que unos funcionarios enchufados mientan en sus testimonios contra el de toda la gente que allá estaba, referido a la presunta agresión inventada de don Rabón Rompero Porompompero, sí es un delito mayor, que a la Autoridad hay que protegerla, sobre todo a una Autoridad que pone todos sus desvelos en las ganancias de un empresario que maltrata a trabajadores y tiene cosas sucias detrás... Esa es la Justicia en este país. Y lo digo bien clarito... Porque saben que detrás de esa Justicia está la poli y la guardia civil y detrás el mismo Ejército, tras el que se escudan, que si no, ¿quién iba a acatar tamaños desafueros y mentacateces y dominios y cacicazgos? O sea toda una organización terrorista polimili, que diría si hablara de ETA...
Por ello uno se carcajea del Juez Garzón, y de sus tonterías para que la gente mire a otra parte, bueno la gente no, sino esa linda progresía entretenida en hacer campaña zapatera electoral, a la que le trae al fresco la verdad del tiempo presente y anda enzarzada aireando una memorieta histérica para publicitar al partido en Autoridasd, Poder y Mando, a costa de lo asesinados por el fascismo hace setenta y tantos años, y jugando con los muertos, y sus restos perdidos, de forma vergonzante..., y encima va el héroe garzonesco, que eso sería tras la etapa de caza con el ministro del ramo para preparar la campaña, que quiere procesar a Franco..., mientras que sus amigotes sociatas se hartan de procesar inocentes utilizando la llamada Justicia y en hacer todo tipo de tropelías que en nada se diferencian de lo que el mismo Franco hizo, en nada...
Que no me pongo en la piel de un vasco de izquierdas ni loco, debe ser terrible. O que no esté con los que quieren mandar a toda costa en Euskadi, los pactistas y lobos pp$oe... Sobre él caerá la terrible y justiciera mano de los alternantes y de su clara Justicia.


El pacto por la justicia
versus
el pacto de los lobos

cnt número 295, noviembre 2003


He tenido la donosa experiencia de vivir muy de cerca eso que llaman los juicios rápidos, fruto de los acuerdos y cambalaches de los partitócratas dominantes, de esa tremenda oligarquía caciquil, que vuelve a estar de moda y de modos, tal como la describiera el insigne aragonés Joaquín Costa. Sólo que ahora fortalecida, reconstituida y enmendada con la modernidad y postmodernidad precisas para dominar el cotarro a lo yanqui, que de eso se trata. No en vano fue un tribunal de
Justicia quien decidió en las últimas elecciones norteamericanas. Aquí vamos camino de ello. O tal vez de esa paranoica visión de lo que llaman terrorismo, que sería todo lo que no son ellos ni sus intereses. Tal como los nenes pequeños, que son todo culito y pilila excretoras y boquita tragona, o sea unos gusanos, en cierta forma, verticales.

Me refiero al partido único, mas bicéfalo, llamado PP-PSOE. Y a sus pactos, en este caso, a lo llamado Pacto por la Justicia (escribiré Justicia con mayúsculas cuando me refiera a eso que administran los políticos de acá y allá, de partidos y sin él, por mor del poder judicial: ministros, directores generales, jueces, fiscales, representantes en el Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo, tribunales varios hasta el Supremo, etc. Y escribiré justicia, con minúscula endeble y pobre, casi muerta, arrasada, a aquella de la que tenemos sed de siglos los bienaventurados, y que no existirá como bebida (a no ser que sea la Cocacola, claro). Tal Pacto, como digo, tiene una sola claúsula clara y secreta a voces: aplicar la maquinaria demoledora de la Justicia a todos aquellos y todo aquello que no sea el PP-PSOE, exterminarlo del solar hispano de una vez por todas. Para ello los juicios rápidos se han develado como un invento eficaz para exterminar personas herejes, la oposición al PP-PSOE, desde que desapareció la Inquisición, olvidando el breve interludio de las SS nazis, que fueron aprendices del Santo Oficio y maestras de los pactantes. Pero voy al grano ejemplificante.
Resulta que resido en una comunidad autónoma en la que manda uno de los socios bicéfalos del Pacto, el PSOE, y en una pequeña ciudad en la que la gente votó con fervor a un floreciente empresario del negocio del ladrillo y afines, por supuesto con pe$oítis aguda, y del Real Madrid, claro. Se llama la población Llerena. Las gentes llaman al susodicho alcalde Calentín, otras Maletín, cuando en realidad se llama Valentín. Pero ya se sabe esto de los motes en los pueblos, que definen con impacto el ser de la persona. Es un señor que con tanto voto está indigesto, esto es, no los expulsa de su ser: ni caga ni vomita. Y callo porque podría incurrir en algo incorrecto políticamente. Y como soy de la oposición que se opone pues eso: me aplican el Pacto. ¿Hacia dónde mirará Supergarzón y las asociaciones de derechos humanos? Pero repito, voy al grano: hace cosa de dos semanas, viernes por la tarde, como a las siete y media, recibo la gentil visita de dos agentes de la policía local en mi piso. Cuan ambos corchetes de otros tiempos. Les atiendo deferente y me hacen amable entrega de un papel en el que se me cita para un juicio de faltas de injurias en calidad de denunciado. En ese momento me transformé en el protagonista de la novela El Proceso, del genial Franz Kafka, en otro K, víctima del absurdo de los que mandan. El papelorio no se me entregaba ni con el nombre del denunciante, ni las circunstancias o contenido, o hechos, o palabras de mi falta de injurias. Que no se presuponía, sino que se afirmaba y condenaba implícitamente ya. Ante tal proceder tan sumamente democrático, justo, burocrático y de formas tan edulcoradas, tuve un vago recuerdo de lo inquisitorial. Interrumpiendo mi vida y mis quehaceres más importantes consulté a un amigo abogado, que me dijo que esperara al lunes para trasladarme al Palacio de Justicia, a fin de recabar los datos que faltaban en la citación, que son de sentido común que vengan con la citación, a fin de defenderme, como poco. Pero se trataba de acojonarme con las formas, los guardias municipales iban de riguroso uniforme y mu serios, hurtan las razones de la acusación y quién acusa, es fin de semana por la tarde y no puedes hacer nada y pasas todo ese finde pues alterado... Y nunca mejor dicho lo de defenderse. Así que pasé el fin de semana cavilando y haciendo examen de conciencia, tipo herético me imagino, y jesuítico por aprendizaje, sobre a quien podría haber faltado con injurias en los últimos meses. Y la verdad es que no encontraba a nadie. A no ser que la ironía de algunos escritos fuera entendida así por gente sin formación literaria, ya que publico con periodicidad en varios medios. No encontraba a nadie, y no porque tenga la lengua y la pluma santificadas, sino porque mi ética, mi profundo sentido de que el odio, el miedo y la ignorancia (cuyas carencias es de donde sale la injuria) son los árboles de donde se producen los frutos como el que me endosaba la cita de la señora Juez. La citación no tiene desperdicio para amantes de estilos. Arrasa derechos fundamentales de toda persona, la presunción de inocencia y el derecho a defensa, aparte de lo de información completa, etc. Soy de esa opinión política respecto del estilo de la citación y su contenido. Discrepo.

Yendo que fui el lunes al Palacio de Justicia y recabada la información sobre denunciante y contenido de la denuncia, se me hizo entrega de papelorio en donde el denunciante era el señor Alcalde (que escribo con mayúscula en el mismo sentido de grandeza que Justicia), conocido por Calentín popularmente, basándose en un informe, que le elaboró al respecto, según consta en la denuncia, un agente de la policía local, que por lo visto recibió una llamada en la que alguien, identificándose como yo, vertió una serie de apreciaciones y despreciaciones injuriantes sobre el señor Alcalde, Jefe de personal directo del agente que fabricó el informe, también la persona que el agente identificó conmigo por la voz y que dijo ser yo, vertía -a juicio de la portentosa memoria del agente- graves y gruesas descalificaciones sobre autoridades y demás. Ante tan donoso caso quedé patidifuso. O sea, un agente con el que jamás he hablado, reconoció mi voz, mis nombres y apellidos, dirección y DNI, por la voz, tal como consta en el informe. Además el agente recoge casi medio folio, con letra apretada, del contenido de lo que le hablaron por teléfono en mi nombre, toda vez que no se grabó. Hay que reconocer en ese hábil funcionario municipal, bajo las órdenes del Alcalde, dos o tres cualidades inusitadas: la paciencia para escuchar durante un cuarto de hora los denuestos recogidos, la memoria voluminosa, nítida y amplia, por un lado, y su perspicacia perita, y con ese don único que le dio el cielo, su olfato de perito sinigual en reconocer a una persona por la voz perfectamente, con datos totales. Lo mismo lleva insertado un chip informático, tipo Robocop. En fin, que con esos mimbres se enjaretó la denuncia del señor Alcalde, mister Valentín, Calentín o Maletín. Que el pueblo elija.

Y llegó el día del juicio, al que me presenté como al Juicio Final, esto es, sin procurador ni abogado. En el transcurso del mismo el señor Alcalde, advirtió al Tribunal, por si no lo saben, que era el Alcalde del pueblo, con altanería zarzuelera, no emitió acusación ni pidió pena alguna sobre mí y fue mandado callar varias veces por intentar vituperarme con otras historias, con lo que demostró animosidad manifiesta contra mi persona. Sin salir de mi asombro ni dar crédito a lo que vivía, negué que fuera yo el que llamó porque así ocurrió, y podría haber sido Carlos Latre o cualquier imitador de mi voz, o alguien que el buen agente confundió conmigo, eso pensando bien del agente informante, o ser simplemente un falso testimonio y montaje preparado contra mí, de pensar mal. ¡Yo qué sé! Ya que la Juez no me dejó defenderme ni preguntar con estas consideraciones, ya que decía que eso correspondía a ella. Lo cual fue en mucha manera violento para mí, como para cualquier persona pensante y que tenga a bien hacer su defensa como le pareciere sin salirse del asunto, sino profundizando tal como pretendía. Pero allí estaba sentado en una banqueta por la Justicia sin comerlo ni beberlo. El señor Fiscal pidió mi absolución total como denunciado sin tampoco emitir acusación alguna, y como no menos esperaba del sentido común. Ello le honra. Por lo que el principio acusatorio, de rango constitucional, se vulneraba. Acabó nada más comenzar el juicio, que por eso serán rápidos, y me vi conminado a firmar el acta sin saber lo que firmaba, sino por orden superior, y salí a escape de la sala, no se me pegara algo.

Casi cinco días después fui citado nuevamente, por Correos y sin tanta formación de corchetes de la policía local, para que me comunicaran la sentencia. Personéme nuevamente en el Palacio de Justicia, antigua sede de la Inquisición en Llerena, y allí nadie me esperaba, sino que, preguntando por mi cuita di en un funcionario que me fotocopió la sentencia, que fue más sorprendente que otra cosa. Se me condena a pagar treinta euros, después de una jerga que habla de días de prisión, y se me concede la gracia de recurrir en el plazo de cinco días. Todo muy rápido, como se ve. Indagando cómo recurrir, en persona virgen en asuntos de Justicia como soy, se me informa que he de hacerlo con abogado, aunque sin procurador. Lo cual me cuesta unos 125 euros. Así que es mucho más barato pagar la sanción por algo que no hice, y que es grave atentado a mi dignidad por un montaje falso, que defender mi dignidad por la vía de la Justicia. Y a esto llaman Justicia. Pos vale, señores del Pacto por la Justicia. Bonito negocio esto de molestar a inocentes, robarles, amargarles las horas y otras menudencias que callo por vergüenza ajena.

Así que esto, me pensé debe ser escrito, contado a los cuatro vientos para los engañados que piensan que hay democracia, justicia y demás. No. Estamos al albur de una alcaldada general y global, de un sistema ciego y lerdo, falso y terrible. O sea que el atropello de la Justicia y de los que van a ella con cuentos falsos de faltas es completo. No digo nada si te acusan de delitos graves. Curiosamente aquí es el poder local y el poder judicial, local también, quienes se unen.

El ejemplo que narro, con visos de humor negro, es la aguja de marear para los ciudadanos libres, de la democracia por la base, la buena gente honesta que está muy harta de tanto papeleo y tanto pampringao, tanto falsario político, y que quiere justicia y sentido común en las cosas. Cualquiera puede estar tranquilamente en su casa y le pueden citar a comparecer por falta de injurias, por calumnia, asesinato, o lo que les dé la gana a los poderes establecidos, y, con falsos testimonios a usted le arrancan de su tranquilidad por una chorrada, de su inocencia, de su honradez, de su dignidad. Le conminan amenazantes mediante escrito oficial establecido por el Ministerio de Justicia a comparecer ante un tribunal, que no describo por respeto. A usted no se le deja defenderse, a usted se le multa y usted tiene que apelar a instancia superior para tratar de defender los más elementales derechos constitucionales de presunción de inocencia, respeto a su salud síquica y física, derecho de defensa, se le vulnera el principio acusatorio, y no sé cuantas barrabasadas más de ese tétrico mundo de la Justicia, que es la Política por los medios menos democráticos que haber pueden. Pero, sobre todo, sepa que a quienes hacen eso no son militantes o votantes entusiastas del monolítico PP-PSOE. Es a la oposición a los dos, o sea, a los discrepantes de este régimen oligárquico alternante de la monarquía parlamentaria que detenta el mando del Estado.

Toda esa maquinaria inquisitorial al servicio de los políticamente correctos. Esa es la definición final del Pacto por la Justicia, que se devela como un pacto de lobos de siempre. Así que la Justicia no es sólo un cachondeo, como mentara el andaluz grasioso, sino algo mucho más peligroso, con la que el ciudadano de a pie tiene que estar desasosegado, a tenor de la arbitrariedad con la que actúa, por el botón de muestra vivido y contado. Tal vez en los detalles menos terribles. Y que quede clarito que esto lo emito como derecho a la opinión política que me asiste, que está en contra de todo lo establecido como administración de Justicia, que creo no sólo mejorable sino que se acerque algo a lo que es la justicia real. Comenzando por cambiar el uso arcaico y cutre de la lengua castellana. Es lo menos que puede decir un inocente total cuando se le somete a vivir, sin su permiso, un calvario de proceso kafkiano e inquisitorial. Me imagino el inmenso dolor de esa mujer de Málaga con años de cárcel, acusada de asesinato, o la rabia, el daño y la impotencia de las miles de personas que hemos padecido el más mínimo atropello de un asunto de alcaldada (el mío), de un Calentín o Valentín cualquiera, para que encima nos quieran hacer tragar que aquí hay democracia y todo eso. Oligarquía y caciquismo como forma de gobierno en España, que diría Costa, que lo mismo era un radical malvado y equivocado como yo, lo mismo... El Pacto de los Lobos, en lo referido a la Justicia, que diría la película francesa de unos años, que pueden ver, alquilar en videoclub o así. Entenderían mejor este artículo. Cierro con la maldición gitana nunca bien entendida y tremenda verdad: pleitos tengas y los ganes, pues aun ganándolos te harán perder el juicio y el dinero, aparte de la honra y el tiempo, sobre todo el tiempo. Pero don Calentín es así de hermoso. Y los del pacto están con él. Hombre de orden al fin y al cabo.

1 comentario:

  1. Anónimo5:16 a. m.

    Desde luego que asco la información de la política nacional, namás que hablan del pp y del psoe, ¡¡vaya mierda!! y no de ideas, o programas, o debates sobre la importancia, sino con cosas de comadres, infantiles y de un bajo nivel que da vergüenza ajena, hay que dar paso a la tercera república sin esos dos partidos, proscritos para siempre de una puta vez...

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.