21 de noviembre de 2006

LES LUTHIERS

Sí ha salido, en alguna entrada, el asunto musical en el trabajo de Pascal Comelade, y su relación con un texto escrito mucho antes de que Comelade sacara algo suyo al conocimiento público, y la segura certeza de mi convergencia, sobre teoría musical, con tan grande músico.
Ya es hora de que vengan otros generosos creadores llamados Les Luthiers. No sólo su ingenioso despliegue musical, tan rico, tan sorprendente, tan lleno de irreverencia a todo lo impuesto y, sobre todo, su desgarro de las costumbres, atavismos y otras porquerías del pasado, presente y futuro, o sea de la podre de la historia y todas sus memorias, no sólo en lo relativo a la música, y en una apuesta total por la vida, la risa y el gozo, la alegría.
Quienes no saben han dicho siempre –una costumbre de memoria histérica- que el humor es cosa de gente de derecha y carca, conservadores. Grandiosa mentira. El humor libre es la libertad, es amor en su expresión prístina, y eso acontece siempre en gente ácrata, libertaria en su pleno desarrollo. No en esos mediocres moderados y calculadores de mando, organizados en partías y partidos de canje, cambio y trueques.
Estoy seguro que si el común de la gente escuchara una sóla vez algunas composiciones de Les Luthiers el mundo sería más amable y alguna gente cambiaría para mucho mejor para todos, y sobre todo para ella.
Sí, la risa, el cachondeo, el jolgorio, la celebración de la vida, el buen humor, ese gozoso panorama riente que su música despierta. Por ello he hablado de Comelade, porque la música de Comelade nos trae ese despegue de la alegría, de otra forma que Les Luthiers, claro es; pero si la música no despliega bienestar y alegría, no merece la pena. O al menos una sensación de jolgorio bien traído. Porque la música es de las artes que van directamente al corazón y llena de bien el cuerpo y el alma, rebasando y rebosando el espíritu. Por ello les recuerdo que deben escuchar a Les Luthiers. Por el bien del mundo y de cada uno. He escrito.

20 de noviembre de 2006

LIBROS DE CABECERA

En estos días de mudanza larga, abro cajas de libros. Aparecen como nuevos para mí, sorprendiendo. Este, del cual reproduzco portada, que coincide con la visión, de soslayo, en la tele (a la que miro de reojo, como enemigo, no el medio propiamente, sino los que la manejan) de un buen reportaje sobre los atentados al Sapo Iscariote en la noche temática de la dos. Estaba con los libros que andaban por lo que era mi cabecera, en el anterior domicilio. Y que nadie saque la respuesta simplona de que mira lo que lee, que no es eso. Leo todo aquello que me peta, me interesa. Por encima de modas y modos, por encima de eso que llaman el gusto (tan malo entre los lectores de este país. Porque para mí no se trata de leer, como si de consumir bellotas se tratara, sino de leer textos interesentes, en principo, luego todo lo que pete), y por supuesto por encima de todos los plumíferos de vía estrecha que dominan. Así que destaco los libros: El juego de los abalorios, de Hesse, edición barata, buena y bonita de El Quijote, de Alfaguara y la RAE, Antología traducida de Max Aub, precioso libro de poesía, Níquel de Ferrer Lerín, premiado por la AIPEP como mejor libro de 2005, compartiendo su autor premio conmigo, en los premios de la ilustre asociación; en mí premiaron mi labor como cronista, en el portal de El Pollo Urbano; Mi lucha, del conocido nazi Adolf Hitler, que nunca antes había leído y me propuse hacerlo para conocer de primera mano el asunto, El Quijote de Avellaneda, en la edición de Biblioteca Nueva, Bami sin sombra, novela de Fernando Aramburu, para mí el mejor prosista de los que publican en Tusquets, y que todavía no he leído, porque lo de Aramburu lo guardo como oro en paño y para degustarlo lentamente. He leído todo de Aramburu. Ahora leo su último libro de relatos. Bueno he leído el primero y guardo el resto para delicia de momento. Metamorfosis, de Antonino Liberal, de Leopoldo María Panero y Diego Medrano, un sorprendente y genial título: Los héroes inútiles, y Buffalo Bill ha muerto de e.e. cummings, y El judiocristianismo palestino en el siglo I, de Cesar Vidal Manzanares, que de esto sabe pues fue tesis de doctorado, mucho antes de convertirse en marca editorial y plumífero de consumo, editado por Trotta, que es cosa seria. El Arte Poética de Borges, con introducción de Gimferrer. ¡Ah!, Diccionario de adioses de Gabriel Albiac. Bueno y Entre paréntesis de Roberto Bolaño, por no citar Diario de Carlos Edmundo de Ory. Y el magnífico Biblioclasmo, una historia perversa de la literatura, algo que aplaudo en estos tiempos de orgía cultural generalizada... producto de una tradición escéptica; un tratado de "filología negativa"; un ejercicio de controversia; plagado de consideraciones intempestivas, del profesor salmantino (encima) Fernando R. de la Flor. Y eso es todo amigos. Bueno, es una parte de lo que he subido para anotar en esta entrada. Mañana, o luego, más.

SUERTE Y LIBERTAD


la libertad es una pura huida
de la sangre y el odio de la historia
huyendo como se huye de una herida
de la podre del miedo de la escoria
simple e intacta mortal tiranicida
asesina del dios y de su gloria
la querida de pocos pero bravos
es temida y fatal de los esclavos

De Vínculo del miedo (inédito)





17 de noviembre de 2006

QUIMERA


con lentitud el tiempo destilando
levanta al mono libre de la tierra
atrapado en la historia va sumando
cadenas y condenas y se encierra
crea bandos y nefando mando
un círculo fatal todo lo cierra
y muchos la soñamos extranjera
la propia libertad como quimera



De Vínculo del miedo, inédito
Pintura de Fernando Ruiz Millán

16 de noviembre de 2006

TEMOR FUNDADO



Temo tanto al que se declara independiente como al que dice ser apolítico.

(Recogido de un blog por Extremadura)



Bien dices, teme, teme, que el miedo, el odio y la ignorancia son mundos, para tu desgracia, que no te deseo, y que sólo se hace uno persona si supera, o trata de superarlos. Que bien teme quien es partidista, quien ha elegido libremente la visión parcial del mundo, pudiendo elegir el entero y lo libre.
¿Y qué dirán esos llamados sellos discográficos independientes, esas empresas cinematográficas independientes? No, nuestro autor no pensaba en ellos, a la hora de escribir lo de arriba. Es una nota para la reflexión, suponemos. No tiene tanta trascendencia. Seguro.
Pero eso es lo que suelen pensar los que toman partido, pero no hasta mancharse, sino hasta jartarse y trepar mucho, que es bien diferente, contra lo que decía el amigo poeta Blas de Otero.
Para alguien que pretende cargo, o lo tiene, de corte y lucro político, en la cosa pública es lo mejor no ser ni apolítico ni independiente. Porque aquí en mi Extremadura -como dice Roberto Bolaño de su Chile, en su primera visita tras años, leed Entre Paréntesis (2004)- si no te arrimas, perdiendo toda libertad, a los poderes públicos; pues eso, na de na, de na. Y si vives en uno de estos pueblos extremeños donde la jarca política hace nido, como antaño los señores medievales y sus mesnadas, pues el atosigamiento puede ser un tanto chusco, tanto en lo personal como en lo público, y tal vez insoportable si te afirmas libre, independiente y apolítico, que es lo más honesto que uno puede ser, una vez leído El Príncipe, de Maquiavelo, y viendo el patio del mundo y las acciones de los políticos de siempre. Y dedicarse a cuidar nuestro jardín, que decía Voltaire, no sé si de cachondeo. Que hay que tener los bemoles bien puestos para ser independiente y apolítico, que es afirmación de libertad.
¿Tal vez ahí se basa el temor de nuestro hombre? ¿O en que no le voten a su partido? Sobre todo hay que tener prevención, temor medido, y salvación con los políticos profesionales. Ser apolítico es como ser acriminal, abélico. Y así. Porque no saben, en su alienación partidista, lo que significa ser apolítico e independiente. Que no es lo que ellos piensan, otro partido. No. Es ser libres y optar en cada momento por lo que nos convenga, según nuestros valores personales, nuestra ética, que es lo que debe ser, según cada uno. No así lo político, que no tiene ética, según me mostró don Fernando Savater, con donosura sin igual, en aquellas charlas que predicaba, a medio kilo cada una y gastos de trasporte, manuntención y alojamiento aparte, allá por los gloriosos años de dominio del gato Zapirón sevillano y su gabinete político, a cargo de los presupuestos de las instituciones que mandaban los suyos, sus políticos. Yo ya lo sabía, que los políticos no tienen ética, ni deben tenerla, Savater dixit. Pese que le salí respondón a don Fernando en una breve intervención al final de la charla, que lo descolocó un tanto.
En fin, sí, independiente y apolítico es ser libre. Pero como todo lo humano, no en todo momento. Y si, siendo apolítico e independiente, uno opta por alguna cosa o partido, lo sigue siendo, y la opción es coyuntural. Porque resulta gracioso que, en principio, a ese mar votante llamado electorado, en principio se le considera apolítico e independiente, y en las campañas electorales se trata de cantearlo por algún partido... Eso entre otras cosillas, que son la base de lo que llaman democracia, con males y bienes. La independencia y el apoliticismo. Porque estamos realmente dos bandos. Los que quieren mandar, trincar, servirse, enriquecerse, especular, dañar, usar para intereses de grupos y personales, y los que no sólo no queremos eso, sino lo que aflora en la utopía del bien común. Y no siempre se encuentran. Somos distintos y distantes.

LLUVIA


















la lluvia como prueba acompañante

de engendrar la titánica presencia

de descendientes con la virulencia

del mundo acordeón líquido amante


tu caricia del aire como atlante

fuerza en la tierra toda su inocencia

de vida necesaria adolescencia

su sosiego del fuego atribulante


y viene tu caricia llena de agua

con su ciclo noción embriagadora

la plaga que me inunda con su enagua


tu visión hipnotiza emperadora

el abrazo total en que se fragua

la esperanza mojada emprendedo
ra

15 de noviembre de 2006

NUEVAMENTE GUCEMAS





















Recibo folleto informativo de la exposición retrospectiva del ínclito extremeño, del pintor excelente, del amigo Gerardo Ramos Gucemas (GERARDO RAMOS GUCEMAS - Retrospectiva 1970 - 2004). Me lo envía su incansable hermana, Lucía, desde Madrid, luego de haberle enviado mi nueva dirección hace unos días. Me llena de contento. De mucho alborozo, es la verdad. Y lo cojo como oro en paño, tanto que me sorprendo a mí mismo. Se trataba de una exposición en uno de los museos más importantes de la Argentina, el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, y fue hace ahora casi dos años, del 4 al 26 de setiembre de 2004. Me encanta la forma como está diseñado el folleto y la información puntual que trae: ficha de directivos y cargos responsables institucionales en solapa, reproducción impresa de pinturas de Gerardo, con una calidad suficientemente buena, una antología de críticos solventes sobre la obra de este pintor excepcional: desde Hugo Monzón hasta Fermín Fevre, pasando por Kliaman, de La Nación o Alberto H. Collazo, del prestigioso Clarín, en donde en este año de 2006 Gerardo ilustró una serie de artículos de Fernando Savater sobre los pecados capitales, para el suplemento literario EÑE... Hace pocos días algún esplendoroso político regional, tal vez el que más, se vanagloriaba de los extremeños que viven fuera, de aquellos que trabajan fuera, de los que se tuvieron que largar, en un largo exilio, para desarrollar su vida y su arte, como el caso de Gerardo Ramos Gucemas. Y encontrar un país donde llegó a la cima mayor de reconocimiento artístico y social, y de desarrollo personal artístico, sentando siempre bien claro que nació en Llerena, que parece ser que está en Extremadura todavía. Y parece ser que hay un museo gobernado por la institución en la que manda ese político de altos vuelos y mandos, al que aludí. Y parece que está en Badajoz y se llama algo así como museo de arte iberoamericano..., el MEIAC, creo que es. Los que mandan en ese museo saben de la existencia de Gerardo, pero parece ser que hay muchísimos pintores extremeños con el currículum tan impresionante, y con obras tan excelentes, por supuesto extremeños, por todo el mundo. O a lo peor piensan que la Argentina está mu lejos, mu lejos... A lo menos eso me dijo una vez un importante preboste, muy cercano a ese museo de Badajoz. Temo a los meses de noviembre, y estoy durante todo el mes mirando para otro sitio, deseando que pase, que se difumine por la acción del agua de lluvia. Tal vez por ser un mes de transición y de los muertos. También en meses de noviembre me ocurrieron cosas no precisamente agradables, y queda en el recuerdo triste, que se reproduce. Pero con el recibo y disfrute de este folleto, sencillo, este mes he de anotarlo como de oro y de alegría. Alguien que lea esto pensara que exagero. Creo que me quedo muy corto. Gerardo Ramos Gucemas es un pintor mayor de Extremadura, que se fue a la Argentina y allá desarrolló la mayor parte de su vida artística, de unas calidades soberanas, y ahí está, allí está. Con sus raíces de esta tierra extremeña. Gerardo está considerando volver a España, volver a Extremadura, volver a Llerena, luego de largos años en tierra que no le ha sido extranjera, precisamente, ni le ha negado la valía de su arte y que le dio vía a su desarrollo, aunque personas como Gerardo hubiesen desarrollado su obra donde le hubiesen petado. Gerardo es patrimonio de todos los extremeños, y deberían, los responsables sociales y políticos del patrimonio vivo de los extremeños, hacerle algún caso, prestarle atención, el resto lo hará su obra.

13 de noviembre de 2006

OJOS


es tan devota mi tristeza pues no voto
ni entrego soberano mi licencia
a bando fugaz y manirroto
pues tengo en libertad y en mi decencia
desprecio a lo social del alboroto
de algún grupo parcial ser el devoto
de esta autarquía corro los cerrojos
no quiero de este sueño cerrar ojos

De Vínculo del miedo (inédito)

PALETOS ORGÁNICOS

Hoy, como ayer y pasado mañana, que casi todos los intelectuales de Extremadura, desparramados en la blogosfera, no estén contra esta amenazante barbaridad de industrialización, masiva y abusiva, que está sufriendo Extremadura, y lo decimos con una mica salis hiperbólica y barroca, a manos de los que mandan, precisamente, por interés personal y de grupo, que identifica su partido con el todo y el todo con su partido...
Que esos intelectuales,
orgánicos y organizados, apenas hablen de esto, ni del clamor popular, o, al menos, de gentes múltiples que se oponen a la agresión de la refinería en Extremadura, a las térmicas en la misma, etc., dice mucho de su pesebrismo, de los favores dispensados para que publiquen, para que vivan con poltrona, para pagar la hipoteca, para comer todos los días, y ese largo y ominoso asunto de las necesidades humanas y su paliamiento por vía del clientelismo y el sí guana, y lo que usted diga señorito político mandamás.
Que están y son libres de ser sobreros y arrimados al poder que les paga necesidades humanas y su paliamiento. Por ello doblegan la cerviz ante ese poder totalitario, porque se pretende total, y confunde toda Extremadura con el partido, sus intereses y todo con todo en su totalidad. A ver cuando se les ve amanecer, a esos intelectuales metidos en reseñas y piropos a amigotes, cantos y cuentos de sus asuntos intrascendentes, propaganda fidei. Que no hablo del derecho y no de hacer lo que les dé la gana, hablo del compromiso y de cosa seria. Hablo del derecho a respirar y que nos dejen en paz con acciones agresivas, hablo del derecho a tener una vida limpia, hablo del derecho a la propia dignidad de Extremadura, que es algo más que el negocio de un tipo y sus allegados, o de los políticos, sus instituciones de trinque y sus asuntos de mando, y en esto hay expertos que lo dicen todo. Que se informen y se impliquen, esos intelectuales.
Que el cuento de los puestos de trabajo, a cualquier precio, es eso, un cuento. Primero porque los puestos de trabajo serán sin dignidad, y basura, como todos los de Gallardo, menos los de los funcionarios políticos de la Junta, que se trasbasan a sus empresas, que con el maquinan. El cuento de que eso crea puestos de trabajo no debiera colar si el precio es alto. Porque también, si asesinamos a veinte mil personas, se crean muchos puestos de trabajo: desde polícía para averiguaciones, pasando por forenses, enterradosres, puestos que dejan vacantes los asesinados, etc…; pero sería más que deshonesto, desastroso. Hay que exponer otras razones de peso, no la demagogia barata de los políticos y sus orgánicos intelectuales de
pesebre, o sindicales, de que se crean puestos de trabajo. Máxime como si el trabajo asalariado, en las relaciones laborales actuales, fuera algo muy progresista… Y socialista, sobre todo eso, socialista.
Junto al pueblo, compuesto por personas libres, con conciencia, y que se oponen y luchan, los desahuciados del triunfo y de la gloria tenemos fuerza, coraje y dignidad. Han recuperado, esas personas libres, esa libertad tan necesaria frente al Mercado, el Capital y el Estado (con toda la caterva de políticos ruines, sindicalistas verticales y horizonatales del reptar, funcionarios serviles, junteros de mando y horca y cuchillo...), que tan necesaria era para el pueblo extremeño, anquilosado y entregado a un poder caciquil, que hoy, por fin, comienza el principio de su fin, eso si todos van despertando, que sería mucho pedir, y el partido se las sabe toas, y su propaganda también, y son ya sus putas viejas. Por ello:


señor Ibarra, señor Gallardo y señor heredero Vara y todo su partido entero

12 de noviembre de 2006

VERSIONES

Por mucho que la mona se vista de seda se le verá el rabo. En literatura, ya lo digo más abajo, todo es repetición de temas, argumentos... Lo que varía es la forma cómo se hace. Tal vez los temas son limitados, y los argumentos esenciales no pasan de treinta. El arte está en la forma como se aborda. Cómo se realiza la visión y la escritura, con la materia creativa de la literatura: el lenguaje. Esto lo sabe cualquiera que se dedique a la creación literaria. Y si no lo sabe, mejor lo deja y dedica su tiempo en otras cosas mejores para su personita. Cuesta, en esta indigencia contemporánea, en estos deseos de ser famoso, de ser más que un escritor, un escribidor a imitación de un futbolista, un actor o un personaje del circo, tal vez el payaso, o el domador. Que ese es el deseo de la mayoría de los que se dicen escritores y poetas, auspiciados por sus representantes, manijeros y agentes.
Buena prueba de ello es esto que encuentro en el todopoderoso y venerado diario El País. Resulta que la moda pone al alcance del común lo que se sabe desde hace siglos, o debe ser sabido por todo creador, repito. Nunca es tarde. Lo malo es que no son, esos temas o argumentos, los que dan validez literaria a una obra, sino la forma, el modo de escribirla. Y los modos de los ejemplos, con que nos ilustra el artículillo, y quienes los ejecutan seguro que son filfa y malo.
Ya en los años cuarenta y cincuenta, alguna editorial española, hizo versiones infantiles y juveniles de clásicos griegos y latinos, y españoles. Pero eran versiones para unas mentalidades. Y desde luego lo que trabajaban los versionadores era la forma. Estas que hacen ahora, y que la moda anuncia, seguro que serán manipulaciones de temas y argumentos, en manera alguna creaciones rigurosas, sino carnaza para el Mercado editorial, deshechos de plumíferos asalariados, ansiosos de dinero y fama. Eso tan capitalista. Prefiero los originales.

11 de noviembre de 2006

LIBERTARIO






















Por mí todo en la duda y en la nada,
tirar todos los dioses al abismo,
provocar inquietud y cataclismo
en la costumbre fatal y su mesnada.


Que nada es la verdad, todo fachada,
todo interés mentido y fanatismo,
todo egoísmo ralo y despotismo
del propio status quo con su camada.


Así que derrocar un predicado,
burlar o eliminar un potentado
es un deber normal que ya aventajo.


Ese todo total es espantajo.
Mi nada cenital con desparpajo
destapa la careta del tinglado.





De Sonetos Polítikos y Soziales (inédito)

REBELDE



















Insubordinación a mandarines
literarios, políticos caciques.
Revuelta permanente en alambiques.
Crudeza desleal con los malsines.
Pues sobran en verdad los figurines
que estancan libertad con sus tabiques.
Socaban, cual mezquinos alfeñiques,
el amor de mi ser, tan matachines.

Por todo al mandarín, al figurín,
al osado malsín yo los aturdo.
Y no digamos más del matachín.

La libertad que yo, libre, me urdo,
aquella de mi ser el trampolín,
no admite norma alguna de palurdo.







De Sonetos Polítikos y Soziales (inédito)


10 de noviembre de 2006

NI FASCIO NI OLIGOPOLIO

Esta es mi memoria histórica, mi presente, mi verdad, mi compromiso. Porque no es sólo la barbaridad de la refinería que quieren imponer estos del voto pa mandar y utilizar los recursos y medios de las instituciones, no para el beneficio de todos, social, sino de sus adictos, de sus allegados, de sus interesados... Lo peor es la vida cotidiana entre esta gentuza que se dice de un partido que constituye una auténtica inquisición, sembradora de odio a todo lo que no sea lo que ellos imponen, dicen, piensan (si es que piensan). La refinería es la punta del iceberg del error con Extremadura, un error de veintitantos años, un error cometido por esa mayoría jacarandosa y que el tiempo hará aflorar, en sus errores y terrores de pan llevar, y se verá lo perdido, lo que pudo hacerse, con medios de sobras, y lo que se optó perder, como beneficio personal y egoísta sólo para los afines del partido. Tiempo al tiempo, y memoria, mucha memoria para recordar estos días y los errores y horrores, las marginaciones y los clientes de buche hoy lleno, orondo y pavoneado. Las mayorías también se equivocan, y es más que posible que se equivoquen más mientras más. El ansia rompe el saco. Como decía Machado, don Antonio, resulta imposible sumar voluntades. O ese fulminante tratado de Ricardo Mella, ácrata donde los haya, que quita los velos a la democracia burguesa, y que se titula La ley del número. Porque detrás de toda democracia burguesa y patatera se esconde una soberana dictadura, siempre.
Y lo más extraño es el silencio de esos destacados vates y escritorzuelos y escritorzuelas, cuyo ano se hace gaseosa ante el omnímodo poder de los arrejuntaos en torno al festín, y botín, de los dineros de Bruselas, pal reparto, me digo. Esos intelectuales orgánicos, maestrillos los más, que aspiran a cargo, con empleo y sueldo, del amo del cortijo, sea quien fuere. Ese silencio pastoso, engreído, suficiente, por encima de, bochornoso de los creadores extremeños de cuota, de los orgánicos elementos de la cultureta oficial de la consejería, y sus dádivas y repartos, a cargo hoy del enano del circo, que quiere ser alcalde mañana. Cuánta mugre y cochambre mental para trepar a la cumbre del dinero, la de estos mandamases, aprendices del Caudillo por vías democráticas, aunque pareciere imposible. Memoria de elefante con ellos. Ni olvido ni perdón.



LECTURAS HISTÓRICAS

Estoy ordenando y reconstruyendo mi biblioteca. Me encuentro joyas de otro tiempo. Libros trasconejados, olvidados, escondidos que van saliendo en esta mudanza y ordenación de todos ellos. Y como guardo todo lo que se asemeje a libro, y tenga un cierto valor informativo, formativo, testimonial y artístico, pues aparece este ejemplar que lleva conmigo como casi cuarenta años, Lecturas Historicas, sin acento en la o, porque entonces las mayúsculas no se acentuaban.
Era el manual de lectura de ingreso al bachiller por aquellos años franquistas. He reproducido su portada tal cual quedó luego del maltrato a que lo sometía tras soportar tantísima historia patria como se nos obligaba a leer, y releer, en voz alta en las largas tardes de invierno en las que los colegiales leíamos, sin ton ni son, esos recuerdos grandiosos de la patria y sus preclaros varones, esas memorias históricas escritas por los unos.
Por cierto, el maestro que dirigía las lecturas fue un prócer senador socialista, bueno del pesoe (que va grande diferencia), eurodiputado luego, y político de pro siempre. Espero que los otros sepan ahora entender mi asco a las suyas también. Me refiero a sus historias, memorias o políticas. Porque nos amenazan con que leamos las memorias históricas de ellos, de los otros, cuando los unos ya nos hartaron. He conservado lo que de niño puse sobre los monigotes históricos. Eran indudables grafittis constestatarios. Vean la cruz nazi sobre el héroe de la escopeta, o los aviones disparando a tan glorioso acto de conquista. Aquí sacaré alguna ilustración transformada en el interior, que venía con profusión de ellas. Me pasmo de que a tan tierna edad ya tenía una clara conciencia política. No en vano el exalcalde Graciano y su hermana, o parienta, Eulalia La Brochonera, influían en mí, en mi cotidianidad de niño que visitaba mucho su casa, ya que vivía en uno de los barrios de Llerena donde el rojerío se manifestaba todavía libre y donde el castigo de los unos dejó fuertes secuelas. Aún recuerdo a Eulalia, mujer a la que nunca vi sin dejar de trabajar en sus sillas, brochones y escobas, alzar la navaja artesana cuando en las primeras teles apareció el sapo Iscariote de Franco recibiendo en el Pardo, y la mujer le llamaba asesino, y le preguntaba dónde estaba su hijo, que desapareció por Francia y del que nunca supo. Marcó necesariamente a los niños que mirábamos aquello, pasmados primero, y luego concienciados de que los que mandaban eran los malos, los perversos, los fachas de luego, cuando conocimos el vocablo, aunque a Graciano alguna vez lo oí con la acepción de fascistas y derechuzos.
Pero a lo que voy. Que espero que se me comprenda en esa aprensión contra los de la memoria histórica. Quedé empachado de ella en esos tremendos años de lecturas históricas, harto de historia, ahíto de pasado glorioso, o de pasado simplemente, como para que ahora me vengan con más, aunque se esgrima que es otra versión, la real, la verdadera, la buena, la demócrata y todos los adjetivos que se quiera. Mu bien, pero a mí lo que no me interesa es la historia, sea de los buenos o de los malos. Sobre todo la petarda que cuentan los llamados historiadores y asimilados, publicistas e interesados varios. Que la verdad sobre el pasado, que pudiere interesarme, ya la viví y la aprendí por parte de los que la vivieron, de boca a oído. Y del franquismmo lo sé todo porque lo sufrí, aunque miraba para otra parte para no estropear mi vida mucho.

6 de noviembre de 2006

DURRUTI, POETA


En 1988 aparece mi novela Reverte Metamorfoseado (Editorial Extremadura - Ayuntamiento de Llerena, 1988). Trabajada, documentada, pergeñada y escrita entre 1975 y 1979, y de redacción definitiva en la primavera y el verano de 1979, aunque casi hasta el momento de su impresión estuve trabajando en ella, con esa pertinancia propia de los obsesos. Pienso que la crítica nunca le prestó suficiente atención por ser poco corriente, poco usual, tanto su forma como lo que llamaríamos contenido, por adaptarnos a la hemiplejía al uso. Ya a los finales de los setenta puse la definitiva dedicatoria, que, en apariencia, nada tiene que ver con la novela, y dice:

Homenaje a don Sem Tob de Carrión, Moisés de León, Casiodoro de Reina, José Mª Blanco White, Gil y Carrasco, Joaquín Costa, Isaac del Vando Villar, Américo Castro, J.E. Cirlot, Ricardo Molina, Juan Goytisolo, Pablo Guerrero, Buenaventura Durruti y los anarquistas ibéricos, Sánchez Dragó, al taller de teatro Paraíso de Tlaloc y a tantos pares del territorio...

Dedicatoria que sigo manteniendo por encima de una presunta coherencia o incoherencia. Ya que habrá algún listo que se pregunte qué tiene que ver Sánchez Dragó con Juan Goytisolo, o con Durruti. Eran los que entonces, de alguna manera, suscitaron pasión y entusiasmo en mí, no ya por su ideología sino por aspectos diversos de sus vidas y artes. Evidentemente Durruti tiene que ver aún con mi vida, mi pasión y mis ideas. El que más. Y en los años setenta no estaba de moda eso de la memoria sino antes al contrario, era mal visto por la progresía que hoy inventa eso de la memoria, y encima histórica, a seguimiento de la regresía cañí y de don Pío Mola, Moa o Moja, que no sé bien cómo se apellida el invento, y otras malas hierbas.
Mi homenaje perenne a Durruti.



5 de noviembre de 2006

LIBROS




en los libros vivir ya satisfago
seguro que el humano por maldita
tiene esa libertad por algo aciago
vivo sus textos libre y cenobita
como un dios o un borracho yo me embriago
de su verdad de estar cosmopolita
en mis tochos de incendio libertario
me voy matando todo lo gregario










De Vínculo del miedo (inédito)

3 de noviembre de 2006

VIAJE EN TREN

Viaje a Zaragoza. Estancia desde el 9 de octubre hasta 26 de octubre. Unos dieciséis días de vida intensa y amor, mucho amor. Atención de asuntos de mi interés, por supuesto. Me ha sorprendido casi todo. Siempre el viaje está abierto a la sorpresa, por muy a menudo que se haga. Máxime a quien viajó por casi todo el mundo, en autostop gran parte de los tramos.
En la estación de santa Justa, de Sevilla, me encontré la gran sorpresa. Nada más y nada menos que el montaje publicitario Expotren de Extremadura. Linda invención para atraer las miradas de los turistas, y que vengan en masa a dejarnos los euros a los extremeños por las beldades de nuestra tierra, a gastarse la pasta gansa mirando toda nuestra monumentalidad, gozando de nuestro jamón y comidas tan típicas y suculentas, paseando por nuestros hermosos pueblos, divirtiéndose con nuestras gentes... Turistas en masa que abarroten los hoteles, que los colapsen, que hasta los particulares hagan un enorme agosto y alojen gentes, en habitaciones que no usen, venidas con ese afán que tiene el turismo por conocer, ese afán compulso de verlo todo, a gastarse el dinero en esta tierra hermosa, que si otros tienen la costa del sol, nosotros tenemos la costa de la bellota… En fin, que sea la más visitada y admirada… Tanto, tanto, tanto como Marbella, por ejemplo, o como Canarias.
Porque todo es cuestión de publicidad, de mostrar bien sus encantos, lo demás viene por sí sólo, ya que Extremadura tiene maravillas desconocidas y, por supuesto, muchísimo mejores que los y las demás, y a la fuerza vendrán a dejar la pela los puñeteros turistas, que no vienen pa na. No saben lo que se pierden.
Para eso parece que se ha fletado este Expotren de Extremadura. Y aprovechando que lo tenía en Sevilla, y teniendo como hora y media de tiempo libre disponible, lo visité. Y tengo que confesar que salí de su visita tan sabio como antes de entrar en él. En el andén vi algunas autoridades y visitantes, unos veintitantos como mucho, entre fembras y curiosos, comensales y bebedores, ante mesas repletas de platos de jamón y vino, y otras viandas que no tuve curiosidad en vislumbrar, a las que fui invitado a acercarme, para yantarlas. Decliné la invitación y me fui tan perplejo como cuando, por distracción, olvido o despiste me sorprende un anuncio publicitario en la tele, a traición, y que te hace perder el tiempo con sus mojigangas. En fin, gente que habla de la Caradura, esa otra Extremadura de los políticos del trinque, de los poetastros comisarios y de los diseñadores publicitarios modernos y costosos al erario público. Pos mu bien, señores. Y seguidamente continué para Madrid, en el AVE, y luego para Zaragoza, en lo que también llamo el AVE; pero que la RENFE llama de otra manera. Vi, desde mi ventana, media España en octubre.
Se me olvidaba decir que me dieron una bolsa de papel con dos folletos, uno de ellos resultó ser un cuento soso sobre una cigueña, pero que podré aprovechar para escribir, pues tenía formato de cuaderno. El otro tenía pinta de folleto típico de venta de turismo barato. Una chapa para colgar en la ropa y poco más. Les estoy muy agradecido por el detalle.

6 de octubre de 2006

LECTURA

Estos días ando encenagado de libros. Tal vez la expresión encenagar sorprenda. Con los libros se pueden tener muchas relaciones y son susceptibles de vario uso. Ahora ando trasladándolos y colocándolos, ordenando y ese ominoso trabajo que tiene la materialidad de los mismos. Siempre me ha sorprendido, de forma escandalosa, toda campaña de lectura, de animación a la lectura y todo eso que desde hace un tiempo acá nos aqueja. Para mí animar a la lectura es como si animaran a respirar o a latir el corazón, a disfrutar del aire templado del otoño... Es más, creo que esas campañas no sirven para nada bueno, y menos para animar a leer. Cuando hay que animar a eso es que está bien muerto. Sobre todo por la forma como se hacen esas campañas. A mí no me ha animado nadie a leer, y de hacerlo lo hubiese considerado estúpido, y si hubiese sido pertinaz, sospechoso, y por ello nunca hubiese leído, o al menos con sospecha. Y lo he contrastado con mucha gente lectora, que vivió y pensó lo mismo. Precisamente los lectores lo somos porque siempre encontramos dificultades para poder leer, sobre todo cuando éramos niños o jóvenes, que es cuando más se lee. Es mi caso. Cuando devoraba libros fue entre los diez años y los dieciocho. Luego la cantidad bajó para subir intensidad... Y vale, que no es agradable verse estudiado como si de una fábrica de lectura fuese. Es la deformación de la contemporaneidad, que se le pega a uno. O la contaminación de la pobre jerga de los opinantes blogueros y periodísticos perlados de política barata como cerveza pobre.
Al poder no le interesa que la gente lea. Y menos que se espabile. Tal vez por ello quiere un control sobre eso. Monopolizarlo total. Como pretende de la respiración, la vivienda o la propia vida. Y cuando digo poder me refiero al Capital, al Estado y todos sus servidores. Por ello es muy sospechoso su empeño actual. Más bien lo mueve el servicio debido a la industria editorial, o a que los políticos vean cumplido aquello de los índices altos de lectura, como quieren ver los bancos el de beneficios y el Capital la rentabilidad. Y como controlan lo que se publica, pues eso, a leer bodrios en esos talleres de lectura al respecto. Pero no lectura salvaje y libre, sino lectura dirigida y domesticada, que no es lectura, es una forma supina de asilvestramiento para un orden determinado de servicio a unos amos cuyas caras no aparecen.
Si recuerdo bien siempre me han parecido, los directores, coordinadores y demás mandamases en los programas de lectura, una mezcla de maestrillos franquistas y curas en misión de prédica moralina, o comisarios políticos de vía estrecha y postestalinista. Unos comecocos y comecacas. Desde luego ganan sus dineros, pues no se andan con restricciones los que promueven la lectura guiada, que es como no leer.
Pienso que no hay mejor o peor programa de animación a la lectura. El mejor es el que no existe. Uno se anima a leer si le apetece, si es un acto libre y voluntario. A estas alturas de la cosa nadie podrá decirme que los libros no están al alcance de casi cualquiera. Incluso los he visto tirado en los contenedores de basura. Para quien los quiere siempre están muy cerca. Lejos, lo que se dice lejos estaban en la Extremadura de los sesenta y setenta, en un pueblo de por acá. Y pese a todo uno descubrió una espléndida biblioteca municipal, que más bien parecía almacén de papeles trastocados, en la que convivían legajos y documentos -que luego uno se enteró que eran históricos- en el más absoluto olvido de los más, pese a su lugar destacado. Y uno fue gustando de visitar aquellos libros, entre los que encontró joyas sorprendentes, tal vez aquella Historia del Anarquismo, que hablaba de Durruti, del año1952, pese a la censura, o las Obras Completas de Freud, en edición entre los años veinte y treinta, o la obra de Lope de Vega en edición lujosa, o aquel Persiles del XIX, los premios Adonais de poesía, los Planeta, los de Destino, sean los que ahora destaco como joyas... A tanto llegó mi conocimiento de aquellos libros, por su lectura y familiaridad, que el encargado de la misma -que era don Antolín, un maestro de grato recuerdo- consultaba conmigo su fondo, si alguien le solicitaba un título que pudiera estar en ella, ese alguien siempre lo hacía como consulta para algún trabajo escolar o similar, o sea para una rentabilidad inmediata y práctica. Ya que la biblioteca no tenía el archivo al día. Su archivo era mi memoria. Y lo sigue siendo.
Animación a la lectura... No todos somos iguales, aunque los políticos, y sus sucedáneos, se empeñen en ponernos en el rasero de su cretinismo y servicio a sus amos. Y siempre ha habido sensibilidades diferenciadas e inteligencias diversas, menos y más, y deseos de libertad frente a borreguismo programado. Y gentes que no necesitamos que nos inviten a ejercer la libertad, porque eso no es libertad ni se lo parece. Siempre me pareció una solemne grosería y una soberana estupidez aquello de que un libro ayuda a triunfar. Uno, que leía libros y los usaba, se sentía una piltrafa, porque el triunfo le sonaba a general, a mando y todo eso. Como ahora.

5 de octubre de 2006

CUATRO SONETOS NOCIONALES


DERECHOS HISTÓRICOS

La historia se repite como un hipo,
un sino garrafal de la memoria,
un flato percutor y de disforia
o regüeldo oficial de teletipo.

Un oficial regüeldo el fenotipo
si la historia sumamos a la gloria,
un latido brutal, jaculatoria
si añadimos eructo al genotipo.

No es gañán quien ostenta jerarquía,
ni melindres se tiene, ni quimeras.
Y planta su mentira día a día.

Ordena el mandamás, y en sus maneras
maneja, con la historia, bartardía
para fraguar su plan, su felonía.


NACIONALES (DE CUALQUIER NACIÓN)

Tras los derechos vienen las derechas,
tras la historia mentida la mentira,
tras esa el interés que tira y tira.
Tras un pasado tal están las trechas.

Mantiene las verdades tan estrechas
histórico derecho en tararira.
Agota la razón, que ni respira,
por barbianes que esperan las cosechas.

Basan su propiedad en el pasado,
el pasado basando su derecho,
la historia el instrumento del despecho.

Anhelan la nación los nacionales,
por ello su noción es de provecho:
herencia nacional de carcamales.


DECLARACIÓN APÁTRIDA INOCENTE

no más patrias fronteras o tinglados
no más himnos o banderas de las bandas
que no formen ya más tandas y tandas
en naciones estúpidos cercados

nuestra patria son los mundos no marcados
por límites confines de mirandas
puestos por los jerarcas los barandas
desde siempre en la historia colocados

una tan negra infamia de esa historia
que en cercados divide a los humanos
tan negros intereses son su escoria

ya es hora que de los tiempos arcanos
se borre la frontera en la memoria
y se agarren los hombres de las manos



MI REPÚBLICA

te quiero con tu mano en mi cintura
tumbado tú desnuda como el aire
tú desnuda frutal ahí al socaire
refugio mesurado a mi ventura

te quiero móvil como el viento a la aventura
el centro y suburbial de tu donaire
me llenan de ciudad a tu desgaire
recorro tu avenida arquitectura

eres la calle extensa sin motores
sin autos fieros fieles al ruido
eres mi mar calmado sin pavores

eres mi primavera en colorido
mi república piel en tricolores
mi libertad mi ser y mi sentido

2 de octubre de 2006

MUDANZA

Estoy de mudanza. Me cambio de mi piso en calle Corredera, en el centro de la población, a una casa en la calle Torviscal, más marginal, y en lo que, dicen, fue barrio judío o de la judería de Llerena. En esta calle, en este barrio, pasé la mayor parte de mi infancia y adolescencia primera. Aunque nací en la calle de la Cruz, número siete, y viví en la plazuela Santana –en el mismo barrio que Torviscal- y después de Torviscal en la calle El Cristo, o Simona, también aledaña a la Judería; pero ya volcada al centro. En otra casa, claro es. Estoy muy contento con el cambio, pese a que no me gustan nada las mudanzas de muebles, libros, enseres… Y todo esto ha sido un poco a contrapelo, no proyectado con demasiado tiempo. Ya vivo y duermo en Torviscal hace casi un mes; pero no tengo todas mis cosas aquí. Cuando digo mis cosas me refiero más a libros que a otras. Y he reflexionado mucho sobre esto de tanto libro como acumula uno, y lo malo que son libros leídos, manoseados, vividos, revisitados, no libros de ornato estanteril. He reflexionado con diversa intención. Desde la intención expurgatoria, tipo biblioteca quijotesca, hasta la clasificadora, pasando por la comercial. Montones de cajas llenas de decenas de libros. Estanterías repletas que se vacían y vuelven a llenarse en otro sitio. Lo penoso y duro de ese trabajo. Y lo digo porque no tengo mi biblioteca ordenada al uso. Ese orden lo he confiado siempre a mi memoria. Y mi memoria falla. Me abruma tanto libro ahora, en estas circunstancias objetivas de su peso, traslado, orden… Pero me tomo mi tiempo y pienso que, para antes de fin de año, tendré todo ello bien ordenado y recolocado. Aprovecharé para hacer un catálogo de este almacén – Luis Pamo dixit-. Algo debería ganar en la mudanza.
Cuando nombro la palabra mudanza siempre viene a mí, en estos tiempos, aquello de Gracián, en tiempos de cambio, no hacer mudanza, y me aterrorizo a veces o, a lo menos, me preocupo, ya que todo tiempo, mi tiempo, es de cambio.
En fin, deseo que esta mudanza sea para bien. Desde luego gano en espacios, en tranquilidad y en otras cosas, más relativas a mis libros.
Por supuesto que tengo paralizada mi actividad creativa, que se limita a tomar notas cuando puedo, de lo que puedo. Y tengo algo abandonado este sitio. No se puede estar en misa y repicando, que dice el refrán castizo. Sobre todo por la tardanza y la torpeza de Telefónica en cambiarme de domicilio el teléfono, y todo eso de Internet.