Y surge la llamada Guerra Civil de nuevo. Bueno, estaba en danza hace unos añitos y era ya cansino. Hasta un manual de turismo, rural y del otro, sobre las rutas de la Guerra Civil, me he encontrado. No es coña. Todo por la provocación de un tal Pío, o Pijo Mola, Moya, Moa, Mota o no sé cómo se llama el payo, que habló de los mitos, ritos o pitos y flautas de la llamada Guerra Civil, o Nuestra Guerra Civil, como la llaman algunos castizos acérrimos, que van desde ese sociata que casi la vivió, hasta el defensor de régimen a la antigua, esto es, como era con Franco. Y detrás de Pío anda toda la morralla y tropa cavernaria de los neocones con sus creencias, revisionismos, moderneces al revés. Que si los rojos estaban errados y que si la Guerra Civil parriba y que si la Guerra Civil pabajo… Y les sale en otro bando que no, que si de eso nada, que si los ganadores eran más malos, y que si mataron más, que si todavía hay gente enterrada que ni se saben sus nombres ni sus huesos… Y sé más de esto último, porque en casi toda la cosa que llaman democracia ha sido arduo que me dieran un certificado de fallecimiento de un abuelo, que por lo visto lo asesinaron y metieron en fosa común por un veintitantos de octubre del 36, y lo asentaron en el registro civil como en febrero del 37. Y cuando me dan el certificado literal, veo que viene tachada la causa de la muerte, que se lee al trasluz por la cosa de la tinta de la fotocopia, y dice que fue arrollado por enfrentamiento con la fuerza pública. Supongo que la misma fuerza que me arrolla a veces a mí, sin tirarme en fosa común hasta la fecha y con embestidas amariconadas las más... Que eso de tachar la causa de la muerte en el acta literal de defunción fue invento de la llamada democracia, afianzada en los gloriosos gobiernos del los sevillís sociatas, Gonzaléz & Guerra y Cia., por aquello de que había que olvidar y olvidar pa mandar y mandar, mandar y mandar, que dice la cosa del canto mejicano, rodar y rodar, rodar y rodar...
En fin que ya tenemos dos bandos. Los don bandos de los bipolares, bipartidarios, bípedos, bifrontes, bífidos, hemiplejías mentales, que decía Ortega, de los maniqueos de siempre y los simplones del Todo.
Soy de los que llama a aquella guerra como Guerra Social Abierta de 1936-39, esto es, un episodio más de la guerra de siempre de los de Arriba (poderes económicos, políticos...), contra los de Abajo, esto es, los que anhelan un mundo justo y libre. Guerra Social Abierta que continuó (En mayo de 1937, sólo la Agrupación de Los Amigos de Durruti y los bolchevique-leninistas (BL) de la Sección Bolchevique-leninista de España (SBLE) lanzaron octavillas, que propugnaban la continuación de la lucha y se oponían a un alto el fuego. Fueron las únicas organizaciones que intentaron presentar unos objetivos revolucionarios a la insurrección de los trabajadores. La represión estalinista, tras la caída del gobierno de Largo Caballero, consiguió la ilegalización y proceso del POUM, pero también de Los Amigos de Durruti y de la SBLE. Al asesinato de los anarquistas Berneri, Barbieri y tantos otros de menor fama, siguió el asesinato y desaparición de los poumistas Nin y Landau, pero también de los camaradas de "Munis": el hebreo alemán Hans David Freund ("Moulin"), el ex-secretario de Trotsky Erwin Wolf ("N. Braun"), y su amigo personal Carrasco), y continúa por otros medios, en la actualidad, en la sempiterna lucha de clases del presente y del futuro, o contra los de Arriba por los de Abajo, para eliminar toda situación de oprobio, mando, explotación, esclavitud, dependencia, mandos, líderes, injusticias, tontunas, liderazgos, zapaterismos y rajoynismos diversos, caciques prorefineros en Extremadura, el mejorque, y etc. Y que se está mostrando muy clarita con esto de la crisis, en donde los de Arriba se apoyan contra los de Abajo en sus tejemanejes y control del todo.
De ahí que no pocos luchadores, en aquella guerra social abierta, la continuaron en el frente abierto en la llamada Segunda Guerra Mundial, ayudando a destruir la forma de nazismo que arrolló poco después a Europa, y entraban gloriosos e invictos en Paris como sus libertadores. Esos españoles conscientes de lo que fue aquella guerra, nunca fueron vencidos y la continúan, abierta o cerrada, para vencer y hasta la victoria siempre.
Por ello la última batalla perdida, por los que se dejaron derrotar, en aquella Guerra llamada Civil, fue la nominal, la del nombre, y con el nombre, la idea, el asesinato de la idea, su fusilamiento. Fue perder definitivamente la guerra y darle a los fascistas de siempre la honra de ser vencedores por siempre.
Por ello estos de la memoria histórica, estos que quieren poner negro sobre blanco en aquel asunto, ahora están vencidos y entregados, pues usan el nombre que dieron a su crimen (Guerra Civil), nominación que los vencedores y fusiladores en paredones de cementerio, pusieron a su maldad, a su barbarie. Y son tontos –que no- o son colaboracionistas del tinglado, o para el tinglado, y al servicio de los de Arriba siempre. Sobre todo si los memoriosos acatan y sirven a alguien de Arriba que dice que es de Abajo por cualquiera cosa que viviera uno de sus parientes... Como si el ser de Abajo fuera hereditario y diese pedigrí.
Por ello los que impusieron el nombre de Guerra Civil de 1936-39 han sido siempre vencedores. Conviene refrescar la memoria, el entendimento y la voluntad, potencias del alma donde las haya, de estos histeriadores (sic) que olvidan, y acatan, el nombre de la barbaridad haciéndo propio el falso y vencedor: Eso de Guerra Civil siempre me sonó a timo, mentira, olvido, engaño, mofa, befa, burla, esto y lo otro...
Debe ser porque me crié en la plazuela Santana, de Llerena, y todo el vecindario era del bando vencido e irreductible, debe ser. Y por eso casi todos emigramos a la menor ocasión, debe ser. Con la memoria bien fresca.
CONSUMISTA:
ResponderEliminarPrepárate desde ya para el año que viene porque...
El año 2009 será
EL AÑO DEL
CONSUMISMO
ALEGRESE!
SEGÚN LOS MÁS RECONOCIDOS
EXPERTOS EN ECONOMIA,
MARKETING Y TENDENCIAS DEL CONSUMIDOR, EL 2009 SERÁ EL AÑO DEL...
C O N S U M I S M O
TENDRÁ QUE QUEDARSE:
CONSU-MISMO COCHE
CONSU-MISMO SUELDO
CONSU-MISMO TECHO
CONSU-MISMO VESTUARIO
CONSU-MISMO PAR DE ZAPATOS
Y SOLO SI DIOS QUIERE...
CONSU-MISMO TRABAJO...
NO NOS PODEMOS QUEJAR VERDAD!!!!
ARRIBA EL CONSU-MISMO
¡PORQUE NO HAY DE OTRA!
Muy bien, Agustín, la primera en la frente y de frente, a esos oportunistas que salen con eso de la memoria histórica como si los demás no lo hubiuésemos zanjado y recordado ya... Ademas muy inteligente eso de que si aceptan el nombre puesto por los fachas de "guerra civil" lo aceptan todo. Pero ya sabemos que no son de izquierdas y eso de la lucha social de clases, la guerra cerrada de clases, ni lo ven, lo pobres de zapatero
ResponderEliminar¿Cómo lo van a ver si ni les interesa verlo?
ResponderEliminarUna buena reflexión, este post. Ojalá hubiera más.
http://www.lahaine.org/index.php?p=14535
ResponderEliminar1/11/2008
Garzón, la ley en sí mismo x Manuel de Castro García :: Más articulos de esta autora/or: Más artículos Con el "proceso a Franco" el juez busca legitimarse ante la progresía, para luego poder detener a cientos de jóvenes vascos de la izquierda abertzale
Qué difícil es, a veces, tomar posiciones sobre algunos asuntos que se pueden manipular maliciosamente. Los que opinamos corremos el riesgo de que nos coloquen compañeros de viaje indeseables. Sucede estos días con la última ocurrencia del juez español Baltasar Garzón para ‘procesar’ la dictadura de Franco y remover las fosas anónimas en las que los golpistas arrojaron a los republicanos y, de paso, a quien les vino en gana durante cuatro décadas.
La ultraderecha española está que se sube por las paredes contra el polémico juez y lo hace porque, sinceramente, se siente heredera de aquel período criminal. Esto no debería ofrecer dudas: cómo es posible que haya tanta gente que se siente aludida. En Alemania no sucede igual con el nazismo (1).
La Justicia no es siempre la Judicatura (lo justo no es siempre lo judicial), y mucho menos la pretendida encarnación de lo judicial en un único y mesiánico individuo. Por eso la causa contra el franquismo no es motivo suficiente para que yo pueda aliarme con un juez disparatado y egocéntrico que, en mi opinión, representa lo más opuesto a la democracia: un funcionario público que va por libre abriendo procesos arbitrariamente y por apetencia, no porque exista un acuerdo popular o político para ello.
No es, en este caso, un juez que se ve por encima de la ley sino algo mucho peor: un juez que piensa que él en sí mismo es la ley según su consideración del momento histórico. Sobra decir que no pretendo coincidir en nada con los postulados de la ultraderecha española, que lo que no desea es que se cuestione o castigue la dictadura.
A mí lo que me molesta, y muchos lectores en el continente americano lo entenderán así, es que este señor se lanzó hace unos años a una campaña furibunda para procesar las extintas dictaduras latinoamericanas mientras miraba hacia otro lado ante los políticos y criminales españoles que mantuvieron la dictadura de Franco y que tenía ante de sus narices. Muchas de esas alimañas se mantuvieron hasta recientes fechas [y se mantienen aún] en cargos públicos o trabajando en las comisarías en las que se torturó a miles de personas por ideas o por simple capricho del poder.
En España no se procesó a nadie pero, con una repugnante y falsa superioridad moral, hay españoles como Garzón que pretenden dar lecciones de democracia a nuestros primos de Argentina o Chile. Tenía que venir un español, una vez más, a enseñar a hacer bien las cosas a estos indios retrasados. “Por qué pretende darme lecciones de cómo enfrentarme a mi pasado un tipo que convive plácidamente con la escoria que nunca se juzgó en España”, me dijo con rabia y con toda la razón un buen amigo suramericano.
Por eso no entraré en el capricho de Garzón, que apuesta a caballo ganador haciendo populismo, y esa rastrera tarea no es propia de jueces sino de los Gobiernos de turno, que bastante complacientes fueron y siguen siendo con este período histórico. En Alemania a nadie se le ocurre hoy procesar a Hitler o el momento cumbre del nazismo, pero cualquiera que en la actualidad muestre una esvástica o haga una alabanza del Holocausto será procesado y encarcelado sin remisión.
Sin embargo, mientras este juez saca sus fuegos de artificio en los medios, en España se multiplican (no están ocultos; van a programas de televisión con una impunidad absoluta) los historiadores revisionistas que no tienen reparo en mostrar su nostalgia de la Dictadura y en deformar la Historia a su antojo sin que nadie les ponga freno. Empecemos por ellos.
Nota:
(1) La única diferencia, como he mantenido en otras ocasiones, es que el nazismo perdió la guerra y fue metido en cintura, mientras que el franquismo ganó la guerra, propagó a la fuerza su ideología durante cuarenta años y acomodó la idealizada Transición a su antojo, hasta el punto de que los posteriores gobiernos ‘democráticos’ siguen humillándose y plegándose ante los poderes de toda la vida, empezando por la Iglesia y, durante años, el Ejército.
Rebelión