Desde luego que el cine, que influye "más de lo que la gente cree", según Borau, en la manera de hablar…
Para nuestro mal hay que reconocer que el cine es el púlpito moderno desde el que la clericalla domina y conforma la manera de hablar, y haciendo esa, la de pensar o no pensar, o pensar mal... Y no sólo de eso, sino de sentir, de ser, de estar, de fornicar (hoy la escuela del sexo es el cine porno), de no leer, de existir… Y encima los fautores tienen los redaños de ufanarse de ello, como este Borau.
Por eso así luce el pelo, porque el cine es un artilugio de dominio, no de libertad. Y me refiero al cine llamado comercial, de famosos, al de premios, estrellas, a ese cine que impone y consagra los valores dominantes del Capital y del Mercado, bien de forma expresa o subrepticia.
Desde luego que hay otra manera de hacer cine, otras maneras...
Para nuestro mal hay que reconocer que el cine es el púlpito moderno desde el que la clericalla domina y conforma la manera de hablar, y haciendo esa, la de pensar o no pensar, o pensar mal... Y no sólo de eso, sino de sentir, de ser, de estar, de fornicar (hoy la escuela del sexo es el cine porno), de no leer, de existir… Y encima los fautores tienen los redaños de ufanarse de ello, como este Borau.
Por eso así luce el pelo, porque el cine es un artilugio de dominio, no de libertad. Y me refiero al cine llamado comercial, de famosos, al de premios, estrellas, a ese cine que impone y consagra los valores dominantes del Capital y del Mercado, bien de forma expresa o subrepticia.
Desde luego que hay otra manera de hacer cine, otras maneras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.