Uno se entera que las abejas, las laboriosas abejas están desapareciendo. No ya las de la fábula, por la cosa literaria, sino las reales, esas que producen la miel y derivados diversos, tan sanos y necesarios y gozosos al cuerpo. Parece que es un misterio sin resolver, y se están cirniendo especulaciones sobre el asunto, entrañando una índole de novela negra en cuanto a sospechas. Mi querida abeja Maya de mis años juveniles se muere también de pena… Lo que parece cierto es que es debido a la contaminación galopante que asola al planeta. Lo sabía de antes, y me lo confirma un trabajo en Diagonal, periódico quincenal de actualidad crítica, número 87, en su página 15. Por cierto recomiendo encarecidamente que lean este periódico, y que se suscriban al mismo, como un acto de libertad y para a libertad… Bueno, volvamos a las abejas y sus vicissitudes. Resulta que, según un investigador y escritor francés, esto de la eliminación de abejas ocurre por la excesiva manía del higienismo perverso de la sociedad en que vivimos, que ve un bicho y lo fumiga… Pero yo me malicio que todo está calculado. Seguro que la extinción es controlada. Me explico, se trata de eliminar a casi todas las abejas, con el fin de que sus productos se oferten en menor medida y suban de valor, esto es, de precio en un Mercado que hace todo lo que puede por ser criminal en la comercialización de todo. Porque a todo se le ha puesto precio…
Miren sino lo que ocurre en algunas poblaciones en donde el acceso a Internet no lo sirve ninguna compañía del Mercado en mando… Si lo hacen la gente desde abajo, desde los municipios como lugares democráticos de resolución de necesidades comunes. Como los que tienen el control del money, junto a políticos y jueces y todo poder, sea Estado o Mercado, cree que desde la rueda hasta el último invento es para negociete, para Mercado, para Capital, pues se echan encima los perros del trinque contra todo derecho de los de abajo, contra toda razón. Porque internet para ellos, para esos miserables que sólo ven negocio, no es lugar de encuentro, comunicación, cultura libre, arte…, sino sitio de afañe, de parte, de mero Mercado y Capital, y a sus servicios absolutos, que ya se encargan sus políticos y sus policias, sus jueces, de imponerlo...
Estas cosillas, junto a otras muchas que diariamente nos sobrevuelan, conforman un mundo necesitado de profunda revolución en valores, y entre lo que urge la destrucción absoluta de esos valores del Capital, del Mercado, de la Competitividad y otras lindeces que con sólo nombrarlas uno se ensucia no sólo la boca, sino hasta el ano, que ya es decir. Y sobre todo que se vayan limpiando del ámbito de las relaciones personales, donde anidan metidas hasta el tuétano, por la educación publicitaria de los medios y sus fines, sus recursos, desde la escuela hasta la tele o inernet, el uso que le dan, que es lo que merece cambio, revolución o destrucción. No queda otra.
Pues a ello. Que este mundo, sus recursos, sus gozos no pueden seguir teniendo el mismo dueño...
Miren sino lo que ocurre en algunas poblaciones en donde el acceso a Internet no lo sirve ninguna compañía del Mercado en mando… Si lo hacen la gente desde abajo, desde los municipios como lugares democráticos de resolución de necesidades comunes. Como los que tienen el control del money, junto a políticos y jueces y todo poder, sea Estado o Mercado, cree que desde la rueda hasta el último invento es para negociete, para Mercado, para Capital, pues se echan encima los perros del trinque contra todo derecho de los de abajo, contra toda razón. Porque internet para ellos, para esos miserables que sólo ven negocio, no es lugar de encuentro, comunicación, cultura libre, arte…, sino sitio de afañe, de parte, de mero Mercado y Capital, y a sus servicios absolutos, que ya se encargan sus políticos y sus policias, sus jueces, de imponerlo...
Estas cosillas, junto a otras muchas que diariamente nos sobrevuelan, conforman un mundo necesitado de profunda revolución en valores, y entre lo que urge la destrucción absoluta de esos valores del Capital, del Mercado, de la Competitividad y otras lindeces que con sólo nombrarlas uno se ensucia no sólo la boca, sino hasta el ano, que ya es decir. Y sobre todo que se vayan limpiando del ámbito de las relaciones personales, donde anidan metidas hasta el tuétano, por la educación publicitaria de los medios y sus fines, sus recursos, desde la escuela hasta la tele o inernet, el uso que le dan, que es lo que merece cambio, revolución o destrucción. No queda otra.
Pues a ello. Que este mundo, sus recursos, sus gozos no pueden seguir teniendo el mismo dueño...
Llegue a ti justamente porque estaba escribiendo un articulo sobre las abejas, haciendo conocer el documental "Abejas en Crisis" que al menos, pone en alerta algo que esta sucediendo y que debemos tomarle atencion, sea controlado o no, nosotros, el pueblo, tenemos que hacer algo, y la unica forma que creo posible es, mediante la educacion y el compartir informacion, que para esto es Internet. Saludos, muy buenos e interesantes articulos
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