Iba a hacer un comentario al estupendo artículo informativo y formativo que trae el último Diagonal, acerca del uso canallesco y corrupto que el Ibarra, y su partía de manijeros (¡qué ya está bien tratar a estos gañanes trajineros y trincones con respetos!) ha estado dando a la Junta, durante tantos años premiados y medalleados, para hacer capitalistas lucrados como el señor Gallardo, y otros, vía subvenciones y trinques de aquí y de allá. Que esa ha sido su labor política. Y estimo que es corruptela de fondo y en el fondo de todo este tinglado que llaman autonomía extremeña. Porque nadie se hace rico trabajando, tampoco Gallardo. Y si lo es es por el latrocino oneroso, y tal vez legal, que eso es lo estupendo de este sistema de canallas y políticos trinqueros.
Como aquel poeta que detenta la editorial oficial de la zona, es el mejor, el masca de la literatura, y utiliza el menda, y su partida de intelestuales mediáticos y orgánicos, las instituciones para decir quién es quién, y qué cosa es cada cosa, darse becas, ayudas, subvenciones, bendiciones del mando político y parabienes del arte de la literatura, que para ellos no lo es sino mercado, fama, pose, partido, voto, influencias, dinero, venta, medallas, premios, desvergüenza... En todos los órdenes de la vida esto es un cacicato estupidizante y vengonzoso de cuatro gañanes brutales y con una caradura impresionante, eso de la Junta de la Caradura, que debería llamarse tal.
Bueno, dije que iba a hacer un pormenorizado comento sobre ese trabajo acerca del cortijo, los manijeros y los esclavos contentos y votantes; pero he preferido hacerme este soneto, al hilo de cierta soledad de una amiga, que no es soledad lo suyo, sino aislamiento, que es cosa distinta, respetable y que le vaya bien. Así lo estimo, ya que todos estamos solos a la postre y al fin. Con todo mi amor y respeto, eso seguro. Y no digo palabras en valde ni en vano. Así quedó la primera versión de este soneto.
Como aquel poeta que detenta la editorial oficial de la zona, es el mejor, el masca de la literatura, y utiliza el menda, y su partida de intelestuales mediáticos y orgánicos, las instituciones para decir quién es quién, y qué cosa es cada cosa, darse becas, ayudas, subvenciones, bendiciones del mando político y parabienes del arte de la literatura, que para ellos no lo es sino mercado, fama, pose, partido, voto, influencias, dinero, venta, medallas, premios, desvergüenza... En todos los órdenes de la vida esto es un cacicato estupidizante y vengonzoso de cuatro gañanes brutales y con una caradura impresionante, eso de la Junta de la Caradura, que debería llamarse tal.
Bueno, dije que iba a hacer un pormenorizado comento sobre ese trabajo acerca del cortijo, los manijeros y los esclavos contentos y votantes; pero he preferido hacerme este soneto, al hilo de cierta soledad de una amiga, que no es soledad lo suyo, sino aislamiento, que es cosa distinta, respetable y que le vaya bien. Así lo estimo, ya que todos estamos solos a la postre y al fin. Con todo mi amor y respeto, eso seguro. Y no digo palabras en valde ni en vano. Así quedó la primera versión de este soneto.
NORTE DE LA SOLEDAD
no más la soledad puta invencible
faraón de las horas muy pesadas
la ciega emperatriz llueve estocadas
de muerte de mi ser impredecible
las horas de la tarde y es posible
todas las horas tare canceladas
de la vida y no cesen las tacadas
de tiempo ya perdido e imposible
el dolor no me gana y es el viento
sumo de mi alma el vacío del oriente
y puja por ganarme un occidente
caballos de silencio que ni miento
por el sur se me acercan y su aliento
silencioso y tenaz ya no me miente
no más la soledad puta invencible
faraón de las horas muy pesadas
la ciega emperatriz llueve estocadas
de muerte de mi ser impredecible
las horas de la tarde y es posible
todas las horas tare canceladas
de la vida y no cesen las tacadas
de tiempo ya perdido e imposible
el dolor no me gana y es el viento
sumo de mi alma el vacío del oriente
y puja por ganarme un occidente
caballos de silencio que ni miento
por el sur se me acercan y su aliento
silencioso y tenaz ya no me miente
Si la soledad tiene nombre
ResponderEliminarsera el de mi alma,
escrita en mi pecho
con la sangre que derrama,
firma del silencio
notario de la calma,
prisionera de un llanto
que liberan mis ansias.