17 de mayo de 2007

LAS FORMAS SON EL FONDO

Asisto a la ceremonia mediática de lo que llaman, sin rebozo, campaña electoral. Ese despliegue de publicidad engañosa donde las haya. Y sin posible reclamación de los consumidores en ese Mercado pantanoso de la tal campaña, empresa, tarea, operación, cometido, plan, proyecto o período...

Me guardo un tanto de asistir a actos masivos de fans del cante político. Son una abominable imitación de los de cualquier espectáculo, sin descontar la consideración de que eso lo inventaron los nazis alemanes como forma, y, ay, fondo, como lo diría don Álvaro Valverde.

Año tras año he ido viendo como los partidos y agrupaciones electorales, o similares y asimilados, han ido sustituyendo la presentación publicitaria, y de imagen, del equipo, a la del caudillo, el mandamás, el jefe, o el líder, como prefieren dulcificarlo en inglés, sin saber lo aberrante que encierra la palabra inglesa en su etimología, que quiere decir algo así como cacique abyecto. Bueno hay partidos que siempre tiraron de líder, son los clásicos del mando, los triunfadores, los mayoritarios, los bipolares. Pero en fin, cada cual es muy dueño de motejarse como le plazca para vender el voto y aplastar luego con la bota. La imagen es la imagen y el Mercado, el Capital y el Estado es ese.

Digo que sorprende, tales usos, en grupos que han ido bajándose los pantalones de la dignidad, como IU. Que en estas elecciones es, en la forma, lo mismo que los del bipartidismo, que siempre usaron las triquiñuelas, sobre todo del caudillaje, de la mentira comercial y publicitaria para comprar el voto. Y los de IU se han sumado poniendo el líder como el Todo, una vez más, y diciendo que estas elecciones son a presidente de la Junta y a alcaldes, o peor que diciéndolo, haciéndolo creer, tal como los dictadores derechuzos del tandem pp/pesoe (y viceversa o sucedáneos). Pero tal vez sea la forma, y allá en los fondos son como son. Quisiera equivocarme en que esa forma no es su fondo.

Ya sé que todo vale para ganar, que luego, en el fondo no son lo mismo… Bueno eso dicen ellos, porque lo dicen y a fuerza de repetirlo lo quieren verdad. Ya se sabe, una mentira repetida se convierte en verdad en las campañas electorales y su despliegue de mentiras, engaños, farfolla, falsedad, apariencia, invención, embeleco, burla, estafa, embaucamiento, chasco, gitanería, camelo, trampa, disimulo, falseamiento, enredo, embrollo, falsificación, disfraz, mixtificación, ficción, pretexto, señuelo, truco, fraude, argucia, superchería, embuste y artificio con que casi todos andan en eso que llaman la fiesta de la democracia.

Y así los caretos de los líderes locales aparecen con profusión, aparentando ser el Todo del partido o la coalición, ya no aquella foto de todos los candidatos, o aquellos rostros anónimos que aludían al equipo que se ofrece al electorado. Todo eso pasó al olvido histórico, al baúl de la decencia en las formas, que suponen las decencias y la honestidad del fondo. Hoy como ayer. Y es esa memoria histórica la que me interesa, el fondo irreducible, honesto, verdadero que los republicanos españoles tenían para valorar sus argumentos, sus propuestas, sus equipos. Y esta coletilla final llevaría a discutir lo que es la memoria, la histórica y la que no lo es. Porque los hombres pasamos, morimos; pero las ideas no, y esas han de andar en la memoria de maneras operativas, hoy como ayer, evolucionadas como ideas, no como formas engañosas.

En fin, por lo que conozco, acá en Extremadura, lo único que me merece un respeto es la agrupación de electores Ciudadanos de Villafranca, de Villafranca de los Barros. Se presentan como equipo, trabajan como equipo, todos a una, con las ideas claras, las intenciones nítidas, la honestidad en la forma. Lo malo es que si decido votar, por las artimañas del censo, no puedo hacerlo por ellos, que bien que lo pide mi cuerpo. Pero que sepan que tienen mi voto, en el fondo y en mi forma.

Todo el espectáculo circense electoral me ha parecido siempre demasiado nazi, demasiado aparatoso y multitudinario, que para mí viene a ser lo mismo. No es casualidad que en ese río revuelto de las chusmas hayan sido los nazis los que lo montaban estupendamente, para convertirse en maestros de esas formas, que eran su fondo. Y no digamos los actos de afirmación franquistas... Asistí, casi niño todavía, a la XVII Demostración Sindical franquista, por aquello de que nos llevaban y traían en autobús a Madrid, nos daban de comer y beber y encima nos endosaban mil pelas, que era un dinero, entonces, para gente como yo, cuasi indigentes. Me fui con mi hermano, más pequeño que yo, y nos pasamos el día deambulando por Madrid, para arribar, a cierta hora de la tarde, al Bernabeu, para el acto masivo. Entre militares, gente de fútbol, policías a caballo y gente, mucha gente en general, público para el acto masivo con Caudillo y todo... Le cogí tal asco al asunto que todas esas actuaciones me son lo mismo que aquella demostración. Me atemorizan, me asquean y me turban tanto como entonces en mi inocencia. Para siempre perdida.

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