Dedico este texto a todos los que luchan
contra la construcción de una refinería
en Extremadura, por ser eso mismo la mayor
barbaridad y atentado contra esta tierra,
hecho en aras de la ambición desmedida
de negocio y jugando contra la pobreza
secular y el dominio a que esta tierra
se ha sometido. Pero menos mal que nos
queda Portugal, en donde la gente se pone
en pie contra ese proyecto, maquinado
contra la gente extremeña... Por eso uno
comprende ahora la profecía de
José Bergamín sobre lo mejor de España...
contra la construcción de una refinería
en Extremadura, por ser eso mismo la mayor
barbaridad y atentado contra esta tierra,
hecho en aras de la ambición desmedida
de negocio y jugando contra la pobreza
secular y el dominio a que esta tierra
se ha sometido. Pero menos mal que nos
queda Portugal, en donde la gente se pone
en pie contra ese proyecto, maquinado
contra la gente extremeña... Por eso uno
comprende ahora la profecía de
José Bergamín sobre lo mejor de España...
Traigo este texto de don José Bergamín, infra, grande maestro mio hasta sus últimos momentos, que le leía en el diario Egin, último bastión de su libertad y de su expresión, que recientemente se ha liberado del peso con que lo tenían trabado y encerrojado, acabado y procesado, los terroristas con poder y mando en las instituciones de esto que se dice democracia, saliendo indemne de la falacia del uso de acusar de terrorista todo aquello que molesta a los bipartidistas pp y psoe, que usaron, como los que mandan, esa mentira e infamia contra los trabajadores e informadores del diario para eliminarlo como una voz libre, que ponía en evidencia las voces esclavas, serviles y compradas con simples subvenciones, como son todos los llamados medios de información en este país, sin paliativos, y que sirven a esos encantadores y trujimanes, magos malos de mala ralea apoyados de estómagos agradecíos y de votambre ignorante, cuando no afutbolada y de negra mollera fanatizada por la mentira del miedo y el odio, seculares por estas tierras...
Lo que decía, leía pues a José Bergamín en Egin y en la singular revista Punto y Hora de Euskal Herria, y conservo los originales de sus publicaciones en esos medios, como gala y honor de uno de los escritores más auténticos y raciales de la patria que amamos: la lengua castellana, entre otros amores universales y concretos... Y no soy por ello ningún peligroso etarra, ni terrorista ni na de eso que infaman los asociados (pp+psoe) para administrar la palabra terrorismo al estilo bushiano y su carga contra los que ni los respetamos ni los obedecemos, ni los acatamos, ni tenemos en mucho valor, es más, luchamos por su desaparición como la mala baba y el mal supremo de esta sociedad: el bipartidismo del pp y del psoe... ¡Ya despertará la gente, si es que sólo duerme y no la han hecho ya zombis!
Y traigo este texto sobre Portugal y España, recordando a Marta, y a la dedicatoria y recuerdo que nos hace a mi amiga Rosario y a mí mismo, en una entrada reciente, cuando nos dice: Yo envidio a Fauve y a Agustín por estar tan cerca de Portugal, y por otras cosas, pero se lo tendrán bien merecido, y cerca de su mar y próximos a su parla -digo eu- que también es linda patria el habla portugués, y de todo el que la use, sea chapurreando entreverada o sea correcta forma de decir, que todo lo puede el amor.
De haber vivido don José Bergamín estaría con lo que debe ser, por ética, por libertad y por decencia, contra trajineros, serviles, vendidos, sicarios, malos, ruines, ambiciosos, mentirosos... Y que escribió:
Fui peregrino en mi patria desde que nací
y fue en todos los tiempos que en ella viví,
y por eso sigo siéndolo ahora y aquí
peregrino de una España que ya no está en mí.
Y no quisiera morirme aquí y ahora
para no darle a mis huesos tierra española
*** *** ***
Este texto lo publicamos en la simpar revista, que codirigí con Manolo Martín Burgueño, Torre Túrdula, en aquella sección que llamábamos:
PÁGINA ESCOGIDA
Dando voy pasos perdidos
por tierra que toda es aire:
que sigo mi pensamiento
y no es posible alcanzarlo.
por tierra que toda es aire:
que sigo mi pensamiento
y no es posible alcanzarlo.
- Lope
LO MEJOR de España es Portugal, dijo un burlón.
Sí. Pero dando a Portugal lo suyo: Galicia, Salamanca, Extremadura, y una parte de Andalucía. Tal vez habría que portugalizar España para darle su unión verdadera. Unión, que no unidad. Unión de todos sus pueblos nacionales, nacidos de su viva entraña. Conciencia peninsular de sí misma.
MALA COSA sería que en vez de portugalizarse España se españolizara Portugal: que perdiese su alma; que se desalmara de su maravillosa tristeza viva para enmascararse de la tan mortal y ruidosa apariencia de regocijo que caracteriza lo español.
TENER alma portuguesa era, según nuestros poetas del siglo de oro, algo así como un sensible sentimiento melodioso, musical, de la vida; lo que con el tiempo se llamará romanticismo: y es como una cadencia de llanto. Saudade o soledad de amor. Menéndez Pelayo decía que la prosa de Bernardim Ribeiro estaba escrita con lágrimas. Y Calderón nos dice aquello de:
... ¿a quién
suena la música bien
pudiendo escuchar el llanto?
CUANDO LOPE en un verso nos dice: tú sólo el alma de mis versos mira, nos suena a portugués. Parecería que el alma de España, con sus sueños, se hubiese quedado para siempre en Portugal: y con su infinita tristeza. También para los tristes hubo muerte, nos dijo en un bellísimo verso castellano, tan portugués que casi parece cervantino, Camoens. Ternura, dulzura, lusitanas, contra la dureza, amargura y ruidoso regocijo aparente de lo castellano-español. Como si dijéramos que a España le falta lo que a Portugal le sobra: alma, en suma. Aristocrática tristeza y señorío espiritual.
LA TRISTE FIGURA que Cervantes le dio a su Don Quijote, parece portuguesa. Diríamos mejor que su Don Quijote empieza por parecernos manchego y acaba por parecernos portugués. Castellano, nunca. La Mancha no es castellana; ni lo parece. De parecernos algo más o distinto de lo que es, nos parecería casi andaluz.
SEÑOR DE LOS TRISTES, llama Rubén Darío a Don Quijote en su admirable letanía. El señorío, los dominios de la tristeza son los que conquista con su adarga al brazo, toda fantasía y su lanza en ristre, toda corazón.
LOS PORTUGUESES endulzaron la acidia castellana para convertirla en tristeza, y desenconaron la malenconía para convertirla en melancolía. La melancolía a cuyas manos murió el señor de los tristes, el caballero de la triste figura.
TAL VEZ Juan Ramón Jiménez fue un singularísimo poeta lírico portugués (como él decía de Unamuno que también lo era), traducido a un muy particular lenguaje andaluz, maravillosamente bello y triste. La tristeza andaluza la descubrió Rubén Darío en sus rimas, sus arias, sus baladas, sus pastorales, sus jardines lejanos ...; en su melancolía, en su mágico y doliente canto.
ANTONIO MACHADO, menos sevillano que su hermano Manuel, menos puro poeta cuando se encastellanizaba demasiado, decía que un andaluz andalucista es un andaluz de tercera clase; pero se equivocaba: porque si ser andalucista en un andaluz es querer muy expresa y expresivamente parecerlo, el andaluz lo es, al parecer, mucho más andaluz mientras más lo parece. La mujer ha de ser buena - y parecerlo que es más, escribió Cervantes (suponemos que en Sevilla). Al andaluz, bueno o malo, no le basta ser andaluz, sino parecerlo, que es más - y mejor.
EL ALMA ha de estar - dice un personaje cervantino - con un pie en los labios y el otro en los dientes ..., como si dijéramos, en la lengua; en el lenguaje vivo; lenguaje sonoro, musical. La flauta, entre los labios y los dientes, canta, por la lengua, de ese modo.
LA BELLA FLAUTISTA es una vampiresa de la música que le chupa su sangre para vivir y para no perder su alma.
AL GATO le gusta oír la flauta. Al burro, tocarla, como a Bartolo: y por casualidad. Las grandes orejas puntiagudas del asno, como las del rey Midas, puntean, de musicalidad, el ventrielocuente y magnífico do de pecho de su rebuzno.
LA ESTRUCTURA formal y el comportamiento mágico de la poesía, se sostienen, recíprocamente, sustentando la emoción poética de música inaudita.
Por José Bergamín
JOSÉ BERGAMÍN: escritor español, republicano y universal, en el libro recopilatorio de (parte de) sus aforismos: Las ideas liebres (aforística y epigramática, 1935-1981), en el apartado Por tierra que toda es aire, páginas 117 a 120. Ediciones Destino S.A., 1998, Barcelona. Edición al cuidado de Nigel Dennis.
Y recordando a aquellos mozos que popularizaron el grito salvador de Menos mal que nos queda Portugal, en un famoso título de un álbum de vinilo -andaba uno a la sazón por Mallorca- traigo esta cancioneta que en sus días tarareamos alegremente sin pausa y cuyo tema nos acogota hasta la muerte, que no sé luego...
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.