Ninguna discusión con ellos ni contra ellos es posible. Están demasiado enfermos.
Miguel Bakunin
Tal vez ha sido uno de esos olvidos sin razones precisas, o por desamparo, dejadez, intereses ocultos de algún listillo, dejarlo para luego, no es acuciante...
-¿Un defensor del pueblo para los extremeños?
-¡Qué dices! ¡Con lo bien que estamos con el psoe y el pp en mando!
-¿Y que se contempla su creación en el estatuto de autonomía? Pos es lo primero que oigo…
-Pero yo me pregunto pa qué coño iban necesitar los ciudadanos de Extremadura, los extremeños, esa figura del Defensor del Pueblo Extremeño… Si con nuestro héroe don Juan Carlos Rodríguez Ibarra, valedor de todos los menesterosos y descamisados, de todos los pobres de esta tierra, de todos los desagraviados no hace falta eso. Quien dice Ibarra dice su partido, que son lo mismo, o tanto monta, monta tanto, como Isabel en Fernando… Que hay siempre que historiar los dichos verdaderos con ejemplificaciones al pelo. Y hemos ahorrado un dinerito en montarle un despacho, y que si secretaria, administrativos, personal que lleve el papeleo, material para procesar el papeleo, papel y papeleo, edificio que lo contenga, gastos de mantenimiento, dime y diretes… En fin, que eso es saber administrar muy bien los recursos de la comunidad. Estando don Ibarra mandando y velando por los extremeños, como ha estado veinticinco años, no hace falta na de eso de defensores de ciudadanos, incluso ni justicia hubiese hecho falta, pues él, el sabio y justo por antonomasia, el perfecto político sociata, el amigo del Guerra, el más votado, el admirado del común, el líder por excelencia, ya veló por el pueblo, por los ciudadanos y por los extremeños, que han logrado así cotas de alta libertad y de comodidades materiales que sin él hubiesen sido imposibles. Que el esfuerzo de la gente y el cambio de los tiempos no son nada sino hay un mandamás espabilao que sepa mandar con dos cojones bien puestos. Que eso piensa la votambre en Extremadura de siempre, ¡joder, coño! Y una gente obediente y votadora con fidelidad y frenesí religioso y frenético afán… Es más, la duda ofende, y eso de crear un defensor del pueblo en la comunidad extremeña tal vez lo coló la oposición, los malos, los enemigos de todos, o los etarras, que son los perversos. Así que nada. Ni defensor ni leches en casi treinta años. ¿Pa qué? En to caso yo hago una propuesta sencilla y práctica. Con esto de la crisis, pero también por ahorrar lo más, se podría nombrar al mismo don Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que ahora tiene un despachito en Mérida, organizado y asistido por personal afecto y eficaz, que acepte el cargo de Personero del Común, que es como se llamará según la reforma que se hace en el Nuevo estatuto de autonomía de Extremadura. Persona más proba y digna no la encontraremos. Y así él, Ibarra, seguirá teniendo su despachito pa sus cosillas de influencias y demás y de camino estará alerta a defender lo suyo. ¿Quién mejor que él?
Todo esto estaba oyendo uno en la terraza de un bar, en conversación de acendrados sociatas y admiradores de los que mandan y llevan mandando casi treinta años en esta bendita tierra…
Entonces me acerqué, les pedí el periódico del bar, que tenían sobre el velador, que suelo ver a esa hora y me expliqué el asunto. No no es una muestra del estilo y estilete de éste que firma. Comentaban los contertulios, cuya charla trato de reproducir, bien es cierto que adobada de mi estilo, casi lo que dice, o da a entender con finura de hombres de leyes, una carta al director, aparecida en el diario HOY, y firmada por Felipe Martín Romero, abogado. Como tal oficiante de las formas jurídicas expone la cuestión, que debería ser más palpitante, si los ciudadanos extremeños tuvieran pálpito social y sensibilidad políticas, en la defensa de sus libertades; pero que pasa casi desapercibido, e incluso como algo despreciable o cómico por el cinismo y la mala fe que se ha creado en torno a las figuras públicas y sus corruptelas enquistadas en este régimen borbónico ppsoero. Porque el entendimiento que tiene el común del personal, por estos pagos, de las libertades y de la democracia, es entregarla a los profesionales de la cosa y que ellos hagan y deshagan a sus antojos, eso sí, siempre jodiendo a alguien, y en este caso a la oposición siempre. Y les gusta la simpleza total: o sea, que todo se reduzca como mucho a dos, mandamás y oposición. Y se acabó. Que así de resolutos son los extremeños. Blanco y negro y yastá. Como en el fugo,que es la ideología dominante y clara. Ormuz y Arimán, zoroastrismo simple y totolculo, vamos que se da patadas en su propio pompi. Simples como asa de cubo y resolutivos. Nada de alambicados pareceres en la organización de lo público, y que si tal, cual y trascual partido… Nada de quisicosas. Les va el que manda, y ese tiene que tirar a degüello al malo, que es el que no manda siempre. La cosa es tal que así por esta tierra, reducida a la simpleza absoluta y al fatalismo total, cuando no al seco ordeno y mando de lo que viene de arriba y hay que obedecer sin rechistar.
Por eso en esta tierra gente como este poeta nunca encontrará apoyos. Tampoco los necesita, ni siquiera una caridad. Un emigrado interior no es mala cosa para como está el patio fuera. No porque no diga verdad, no porque no analice correctamente situaciones, no porque no use la racionalidad y apele a derechos y deberes humanos, sino porque no respeta el hecho extremeñí profundo, basado en la suprema ignorancia, los miedos seculares y los odios enquistados del tipo del simpatizante de un club de fútbol, que nunca sabrá por qué odia a los aniversarios, a uno a más que a otros, y adora su equipo, aunque sea fatal. Son esos turbios sentimientos, que para la cosa pública como que son la perdición y la derrota secular de los extremeños.
Y eso, que el Personero del Común será figura muy visitada. Me temo que los pasteleos entre pp y del psoe eligirán a alguien que sepa dar largas a las quejas, alguien con suficientes tragaderas y corruptela, que aburra hasta las moscas, sobre todo si la gente acude a él en lo mucho que la administración de la autonomía no respeta los derechos fundamentales, intentará liarte, no sabe no contesta, eso no es su competencia, usted no es del partido ni del sindicato, ni nos vota… O sea una donosa figura y figurón como el Defensor del Pueblo que hoy anida en la institución estatal, que fue ministro del ramo de Justicia y dirigente del partido en mando, y nada independiente por supuesto, y sectario donde los haya, ejemplo de como se ha de ejercer ese oficio que la propaganda vende muy bien como defensor y que la realidad nos presenta como un sumidero de dimes y diretes, mareos de perdiz, nada de nada y vuelva usted mañana...
Digo yo que con la crisis y visto lo visto, me voto al Ibarra como Personero del Común, y así se justifica de alguna manera ese despachito que tiene en Mérida, en el mismito meollo de la presidencia, y a sus asistentes de partido. Si en el estatuto se contempla que la cosa institucional ha de estar en Plasencia, pues bueno, algo habrá en Plasencia para preparar como sede oficial y de cara a la publicidad… Luego ya veremos si es obligado que resida allí quien ejerce el cargo. Y lo repito: me pido pal mismo a don Juan Carlos Rodríguez Ibarra... Mejor defensor imposible, a buen seguro. Sobre todo demostrado en el cómo defiende a la persona de Don Alfonso Gallardo, en la pretensión de colocar una refinería de petróleos en Extremadura. Si así hace con todos los extremeños que acudamos en defensa de nuestras personas y derechos, estamos salvados. No faltaría más. Y así el mando redondea en Extremadura una feliz eficacia por la felicidad suprema de todos los extremeños.
-¿Un defensor del pueblo para los extremeños?
-¡Qué dices! ¡Con lo bien que estamos con el psoe y el pp en mando!
-¿Y que se contempla su creación en el estatuto de autonomía? Pos es lo primero que oigo…
-Pero yo me pregunto pa qué coño iban necesitar los ciudadanos de Extremadura, los extremeños, esa figura del Defensor del Pueblo Extremeño… Si con nuestro héroe don Juan Carlos Rodríguez Ibarra, valedor de todos los menesterosos y descamisados, de todos los pobres de esta tierra, de todos los desagraviados no hace falta eso. Quien dice Ibarra dice su partido, que son lo mismo, o tanto monta, monta tanto, como Isabel en Fernando… Que hay siempre que historiar los dichos verdaderos con ejemplificaciones al pelo. Y hemos ahorrado un dinerito en montarle un despacho, y que si secretaria, administrativos, personal que lleve el papeleo, material para procesar el papeleo, papel y papeleo, edificio que lo contenga, gastos de mantenimiento, dime y diretes… En fin, que eso es saber administrar muy bien los recursos de la comunidad. Estando don Ibarra mandando y velando por los extremeños, como ha estado veinticinco años, no hace falta na de eso de defensores de ciudadanos, incluso ni justicia hubiese hecho falta, pues él, el sabio y justo por antonomasia, el perfecto político sociata, el amigo del Guerra, el más votado, el admirado del común, el líder por excelencia, ya veló por el pueblo, por los ciudadanos y por los extremeños, que han logrado así cotas de alta libertad y de comodidades materiales que sin él hubiesen sido imposibles. Que el esfuerzo de la gente y el cambio de los tiempos no son nada sino hay un mandamás espabilao que sepa mandar con dos cojones bien puestos. Que eso piensa la votambre en Extremadura de siempre, ¡joder, coño! Y una gente obediente y votadora con fidelidad y frenesí religioso y frenético afán… Es más, la duda ofende, y eso de crear un defensor del pueblo en la comunidad extremeña tal vez lo coló la oposición, los malos, los enemigos de todos, o los etarras, que son los perversos. Así que nada. Ni defensor ni leches en casi treinta años. ¿Pa qué? En to caso yo hago una propuesta sencilla y práctica. Con esto de la crisis, pero también por ahorrar lo más, se podría nombrar al mismo don Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que ahora tiene un despachito en Mérida, organizado y asistido por personal afecto y eficaz, que acepte el cargo de Personero del Común, que es como se llamará según la reforma que se hace en el Nuevo estatuto de autonomía de Extremadura. Persona más proba y digna no la encontraremos. Y así él, Ibarra, seguirá teniendo su despachito pa sus cosillas de influencias y demás y de camino estará alerta a defender lo suyo. ¿Quién mejor que él?
Todo esto estaba oyendo uno en la terraza de un bar, en conversación de acendrados sociatas y admiradores de los que mandan y llevan mandando casi treinta años en esta bendita tierra…
Entonces me acerqué, les pedí el periódico del bar, que tenían sobre el velador, que suelo ver a esa hora y me expliqué el asunto. No no es una muestra del estilo y estilete de éste que firma. Comentaban los contertulios, cuya charla trato de reproducir, bien es cierto que adobada de mi estilo, casi lo que dice, o da a entender con finura de hombres de leyes, una carta al director, aparecida en el diario HOY, y firmada por Felipe Martín Romero, abogado. Como tal oficiante de las formas jurídicas expone la cuestión, que debería ser más palpitante, si los ciudadanos extremeños tuvieran pálpito social y sensibilidad políticas, en la defensa de sus libertades; pero que pasa casi desapercibido, e incluso como algo despreciable o cómico por el cinismo y la mala fe que se ha creado en torno a las figuras públicas y sus corruptelas enquistadas en este régimen borbónico ppsoero. Porque el entendimiento que tiene el común del personal, por estos pagos, de las libertades y de la democracia, es entregarla a los profesionales de la cosa y que ellos hagan y deshagan a sus antojos, eso sí, siempre jodiendo a alguien, y en este caso a la oposición siempre. Y les gusta la simpleza total: o sea, que todo se reduzca como mucho a dos, mandamás y oposición. Y se acabó. Que así de resolutos son los extremeños. Blanco y negro y yastá. Como en el fugo,que es la ideología dominante y clara. Ormuz y Arimán, zoroastrismo simple y totolculo, vamos que se da patadas en su propio pompi. Simples como asa de cubo y resolutivos. Nada de alambicados pareceres en la organización de lo público, y que si tal, cual y trascual partido… Nada de quisicosas. Les va el que manda, y ese tiene que tirar a degüello al malo, que es el que no manda siempre. La cosa es tal que así por esta tierra, reducida a la simpleza absoluta y al fatalismo total, cuando no al seco ordeno y mando de lo que viene de arriba y hay que obedecer sin rechistar.
Por eso en esta tierra gente como este poeta nunca encontrará apoyos. Tampoco los necesita, ni siquiera una caridad. Un emigrado interior no es mala cosa para como está el patio fuera. No porque no diga verdad, no porque no analice correctamente situaciones, no porque no use la racionalidad y apele a derechos y deberes humanos, sino porque no respeta el hecho extremeñí profundo, basado en la suprema ignorancia, los miedos seculares y los odios enquistados del tipo del simpatizante de un club de fútbol, que nunca sabrá por qué odia a los aniversarios, a uno a más que a otros, y adora su equipo, aunque sea fatal. Son esos turbios sentimientos, que para la cosa pública como que son la perdición y la derrota secular de los extremeños.
Y eso, que el Personero del Común será figura muy visitada. Me temo que los pasteleos entre pp y del psoe eligirán a alguien que sepa dar largas a las quejas, alguien con suficientes tragaderas y corruptela, que aburra hasta las moscas, sobre todo si la gente acude a él en lo mucho que la administración de la autonomía no respeta los derechos fundamentales, intentará liarte, no sabe no contesta, eso no es su competencia, usted no es del partido ni del sindicato, ni nos vota… O sea una donosa figura y figurón como el Defensor del Pueblo que hoy anida en la institución estatal, que fue ministro del ramo de Justicia y dirigente del partido en mando, y nada independiente por supuesto, y sectario donde los haya, ejemplo de como se ha de ejercer ese oficio que la propaganda vende muy bien como defensor y que la realidad nos presenta como un sumidero de dimes y diretes, mareos de perdiz, nada de nada y vuelva usted mañana...
Digo yo que con la crisis y visto lo visto, me voto al Ibarra como Personero del Común, y así se justifica de alguna manera ese despachito que tiene en Mérida, en el mismito meollo de la presidencia, y a sus asistentes de partido. Si en el estatuto se contempla que la cosa institucional ha de estar en Plasencia, pues bueno, algo habrá en Plasencia para preparar como sede oficial y de cara a la publicidad… Luego ya veremos si es obligado que resida allí quien ejerce el cargo. Y lo repito: me pido pal mismo a don Juan Carlos Rodríguez Ibarra... Mejor defensor imposible, a buen seguro. Sobre todo demostrado en el cómo defiende a la persona de Don Alfonso Gallardo, en la pretensión de colocar una refinería de petróleos en Extremadura. Si así hace con todos los extremeños que acudamos en defensa de nuestras personas y derechos, estamos salvados. No faltaría más. Y así el mando redondea en Extremadura una feliz eficacia por la felicidad suprema de todos los extremeños.
¡Vivalpartidodefugo!
NOTA BENE. Por deferencia al común reproducimos la carta aparecida en el generoso y nunca bien ponderado HOY:
NOTA BENE. Por deferencia al común reproducimos la carta aparecida en el generoso y nunca bien ponderado HOY:
OPINIÓN
El Personero del Común
Felipe Manuel Martín Romero
Abogado
Badajoz
Abogado
Badajoz
Ya tenemos el texto del que parece será el nuevo Estatuto de Autonomía de Extremadura, que introduce notables modificaciones, positivas, al texto vigente. Esperemos que esté en vigor a finales de año o principios del 2010. Hay un artículo o figura que desde hace tiempo está en el texto de nuestro Estatuto de Autonomía, aprobado por la Ley Orgánica 1/1983, de 25 de febrero, y que parece como si fuera nuevo, cuando no lo es. Me refiero al Defensor del Pueblo, recogido en el actual artículo 52, cuya redacción le viene dada por la Ley Orgánica 12/1999, de 6 de mayo. En el nuevo Estatuto pasará a denominarse 'Personero del Común' y estará en Plasencia. Por favor, que sea elegido, o elegida, de una vez por todas. Dejando al margen los motivos por los que no se ha cumplido el actual artículo 52 del Estatuto, ya llevamos bastante retraso en la elección del defensor del pueblo extremeño. ¿'Personero del Común'?. Vale, pero que la Asamblea de Extremadura lo elija pronto.
Agustín, por acá nos están haciendo falta políticos honestos, y sufrimos de mono-partidismo ( partido Peronista) se me ocurre que un líder como Don Pepe Soez, que mencionás, nos vendría bien. Con suerte funda un partido que le haga sombra a nuestro Peronismo. Bien nos vendría por estas tierras algo de socialismo verdadero!
ResponderEliminarUn beso grande.
Total, para lo que sirve, más vale ahorrarse el cargo y el presupuesto. Creo que fue Borges el que dijo que con el tiempo merecemos no tener gobiernos. Empecemos eliminando los cargos más inútiles y demagógicos.
ResponderEliminarSaludos
Leona