24 de febrero de 2008

AMOR/HUMOR

Me hago de un ejemplar del Cancionero de Amor y de Risa, editado por Espuela de Plata, 2007, de Sevilla. Reedición de la recopilación de Joaquín López Barbadillo, que hizo en 1917, en la famosa, de temática erótica, Biblioteca de Joaquín López Barbadillo y sus amigos.

Y al hilo de su lectura parva, en el autobús que me traía, y luego en casa, he meditado algo, desde el viernes, que fue el suceso del encuentro de esa edición.

Lo primero verificar como el llamado romanticismo, al que le tengo profunda manía, carece de eros y de risa, o de que los temas del erotismo y de la risa y lo festivo no entran dentro de los parámetros estrictos, estreñidos y castrados del romanticismo. Y hablo de ese del siglo XIX y del de después, incluso del chabacano de las señoras y catetos que hablan de romanticismo por decir ñoñería o estupidez. Y el que se refiere a cierta sensibilidad huera y en cuaresma trasnochada. Y sí, sí, en el del siglo XIX hay cierto amor, ese amor tremendo, terminal y destructivo, más amigo de la muerte que de la vida, el amor fatal enemigo de la alegría y del eros. Es mi asco por la poesía romántica y sus presupuestos, en el aspecto temático, que en el formal tampoco gusto de ella, ya que se carga formas y sus usos, por una mala entendida libertad, o acceso del ignaro al arte de la poesía, que es como si tratara de curar alguien que no es médico, por mor de la libertad en el ejercicio de la medicina.

Lo segundo, cerciorarme, una vez más como, a medida que avanzan los siglos, la poesía erótica en castellano se vuelve remilgada y asimismo estreñida, modosa, timorata, enguerida, que decimos en Llerena, recogida, como recatada y huyendo de palabras claras y gruesas que nombran el amor y sus usos corporales, basada en una especie de buen gusto y huida de lo que llaman grosería los pelucones del XVIII hasta el siglo XXI, que todavía hay pelucones mentales, y no necesariamente derechazos o conservadores, sino laicos y muy progres. Lo he discutido y tratado con mucha gente aficionada a la poesía erótica. La contundencia y libertad, la gracia toda y el tacto de la poesía medieval de esa índole no tiene nada que ver con el remilgado pudor de la modernidad.

Y, bueno, pongo este ejemplar entre lo que leo por ahora, y voy y vengo con algunos de la estantería donde andan los otros libros y tratados, panfletos y cosas de este asunto del amor y del cachondeo vital, en todo sus amplios sentidos y sentimientos, que es amplia y selecta mi biblioteca en amor y humor, formando un buen porcentaje esa temática, como no podía ser menos, y veo que debo prestarle más atención y menos a la castradora crítica de la cosa pública, tan onerosa, tan estéril. Más a la cosa púbica, que siempre es rica, grata, enriquecedora. Máximo si se acerca la primavera, que andamos en Cuaresma pura...

Selecciono algún poema de entre mi biblioteca para esta entrada con motivo del libro reseñado:

OTRA SUYA (DEL ROPERO) A UNA MUJER ENAMORADA,
PORQUE LE VIDO TOMAR CENIZA EL MIÉRCOLES PRIMERO DE CUARESMA

Muy discreta bella y buena
sobre cuantas cubren tocas,
guardarés la cuarentena,
pero no por amas bocas,
porque dama de valía,
cristiana llena de fe,
que conserve Dios su honor,
vos ternéis carnecería
de ganado bivo en pie,
aunque pese al provisor.
Y si dixeren que es gula,
pardios, aquí no se coma;
vos diréis yo tengo bulla
del perlado de Sodoma.


COPLA CCXIV DE JUAN DE MENA
Y DE ESTA CUENTA LXXXIV


O flor del hoder y de caballería,
amiga señora, tu siervo perdona
si en estos cantares que agora pregona
no divulgare tu gran putería;
de gran ambladora loarte podría,
de cuerpo gentil y coño goloso;
si tal no dixese sería sospechoso,
diríanme que miento en cuanto dezía.

CABO

Los tristes carajos ya no goteavan,
mas so los coños andavan ocultos,
dando y trayendo mortales singultos
de esperma a la hora que más empuxaban;
las fuerças de todos así litigavan,
las pixas entravan do coños salían:
la perfida entrada los soños querían,
la dura salida las pixas negavan.

(Así termina La carajicomedia, verdadera joya del Cancionero de Obras de Burlas Provocantes a Risa)

OTRA

Enseña la madre a la novia
cómo se lo tiene que hacer,

alzando las piernas arriba,
y con el culo cerner.

-Si el novio quisiere luego
con vos, hija, retozar,
es menester rehusar
por meterle más en juego,
y no aguardar mucho ruego
sino, pues se ha de hacer,

alzar las piernas arriba,
y con el culo cerner.

Porfía con él un poco,
haciendo de la enojada,
y dile: “Quítete loco,
que ya me tienes cansada”.
Y si no aprovecha nada,
ni te puedes defender,

alzar las piernas arriba,
y con el culo cerner.

Y esto del porfiar
ha de ser medio burlando,
y dejarse retozar
y besar de cuando en cuando;
y si se fuere alegrando
y te lo quisiere hacer,

alzar las piernas arriba,
y con el culo cerner.

A la gatesca, es verdad
que se gana dos pulgadas,
hija mía, más mirad
que no conviene a las casadas,
sino estarse bien echadas
y hoder bien a placer,

alzando las piernas arriba
y con el culo cerner.

Y mejor para hoderte
es el canto de la cama,
y postura de más suerte,
y de más plática dama;
y que mujeres de fama
lo acostumbran hacer,

alzando las piernas arriba,
y con el culo cerner.

Una regla se te acuerde:
nunca hacértelo arrimada,
porque sin lo que se pierde,
te hallarás dello cansada,
la espuma vaciada
al tiempo del remeter,

alzando las piernas arriba,
y con el culo cerner

También es cosa gustosa,
cuando te vistes de fiesta
y estás más fresca y hermosa,
cabalgarte por la siesta;
y es más gusto ir compuesta
para quien te ha de hoder,

alzando las piernas arriba,
y con el culo cerner.


También el pajaichuelo
dicen ser cosa muy loada,
más yo mucho me muelo
destar tanto encaramada;
muy bien me lo hago echada
y recibo mayor placer,

alzando las piernas arriba,
y con el culo cerner.

Hija mía ten (bien en) cuenta
con las reglas que te he dado,
y no te muestres asenta
delante de tu velado,
sino ten mucho cuidado
de hartarte bien de hoder,

alzando las piernas arriba,
y con el culo cerner.

A UN PUTO

A un puto, sin más ni más,
prendieron por delincuente,
no por culpas de presente,
sino por culpas de atrás.


Juzga su prisión antojo
y que está sin culpa preso,
pero yo sé que el proceso
está que le llena el ojo.


Él juzga que es niñería
y que el Rey le ha de librar,
porque supo pelear
en lo de Fuenterrabía.


A ratos, cuando quiere él
mostrar sus habilidades,
se ve que en sus mocedades
fue muy diestro en el rabel.

No tiene esta gracia sola,
que en guitarra es eminente,
y, por si salta la puente,
anda siempre con la cola.

Si el juez le quisiere librar,
no hay razón por do no pueda,
puesto que ya no le queda
el rabo por desollar.


(Esta última se atribuye a Góngora)

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.