Los que condenan la creación artística y, particularmente, la creación literaria, a las leyes del Mercado, la Competitividad, el Uso, del Estado y, en definitiva, del Dinero o Capital, manifestado como infección cancerígena de las molleras enfermas, llamado Capitalismo, y sus usos y covachas diversas. De las que pocos se libran, porque hay que estar muy bien pertrechados contra sus ignorancias, miedos y odios, que entremete en to dios que lo vive o se le somete.
Bueno, pues los que tal hacen, eso de someter el arte y la creación literaria a las leyes del Mercado y todo eso, son los que suelen motejarse, llamarse, publicitarse, titularse, pomposamente y exclusivamente, como marcas absolutas, como escritores, artistas, poetas, intelectuales, y todo ese largo y pamplinoso estatus de la intelectualidad y lo que llaman saber... Y para ello se premian, trajinan del erario público dineros para sus Negocios, se titulan y designan, mayestáticamente, hacen sus días del libro, de la libra, del lector, del euro, al fin y al cabo, que es lo que más les tira.
Y luego de jartos eruptan, regueldan como cochinos, rellenos -por de dentro y defuera- de perlas a collares, de los finos, claro.
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.