16 de abril de 2009

MIS CUADERNOS













Antes de todo esto de Internet y de los blog y las web personales, yo escribía también. Lo aseguro. Incluso más que ahora. De otra manera diría, con más tiempo, tiento y calidad, reposo y conciencia. Lo de publicar ni lo pensaba siquiera y me traía al fresco, y recuerdo que traté breve a una poetisa, descocada y muy mala, pequeñita y regordeta, de uno de estos pueblos extremeños, estudiante de filología, que ya se labraba su currículum publicando allá y acá, trepaba a los garitos y despachos de poder de le diputación y de la Junta a ver si le editaban... Creo que la tienen por poeta de fuste, y seguro que anda con su agente literario zascandileando acá y acullá... Nunca entendí ese desvivirse en editar, publicar, sacar, espectáculo y tan poco en la escritura... Cuando hablo con alguien que dice que escribe siempre me trata de cosas de publicaciones, trepas, público, actos y actas, premios y cosas de esas, nunca del oficio propio y sus intersticios particulares.

Desde que tenía como diecinuene años escribo lo que se puede llamar mi diario, que lo he llamado de varia forma, y que es lo que en propiedad, sería una bitácora de estas, porque pegaba recortes, fotos, dibujos, incluso pelos y uñas cortadas, cuerdas de guitarra rotas y similares, etc. Tengo como veintitantos grandes cuadernos, de más de doscientas páginas, cada uno, de esa manera. O sea, literatura larga, en la que hablo de mi vida, de la vida, de la de los otros, tengo reflexiones, ocurrencias, poemas, apuntes de cuentos, escritos incendiarios y terribles, amaneceres grandiosos, pequeños y grandes cuentos y hasta relatos y algún apunte de novela, crítica de libros, escritos sobre lo humano y lo divino. No he dejado casi ningún día de anotar en mi diario desde hace treinta y seis años. Y eso hace oficio, se quiera o no se quiera. Porque no han sido notitas cortas, ni quisicosas que me pasan. Ha sido de todo, como digo, y la cantidad me abruma, la verdad. Y no sé que hacer con ello. Releer por ahora no me gusta mucho, y cuando lo hago puedo estar enganchado un tiempo, unos días, sorprendiéndome de alguna cosa, anotación, consideración... Esos diarios y notas de la vida, con la vida y para la vida se han escrito en todos los lugares en donde he vivido temporadas más o menos largas, que puede ir de años a meses, desde Llerena hasta Cáceres, Badajoz, Barcelona, Lisboa, Mallorca, Sevilla, Madrid, Murcia, Zaragoza, Barbate, Cazalla... Y es escritura fogosa y atenta, entregada y al hilo de la cierta realidad de los momentos, sin estar pendiente de los chabacano o baladí, eso sí. Mis bases esenciales de pensamiento permanecen, están presentes desde casi los inicios. Desde mi nítido pensamiento libertario, allá por los setenta, hasta mi adoración de la palabra como materia de la poesía. Mis preocupaciones y mi labor creativa. Dudo que mucha gente haya hecho esa labor continuada y tenaz tanto tiempo y con entrega, tesón, alegría, claridad y coherencia personales. Mirado desde ahora uno le encuentra un valor que no sabe hacer y que le consta. Sobre todo en los planteamientos esenciales como poeta y escritor: no importarme tanto la difusión, el que me lean, la fama, los premios como prestigio, sino el oficio solitario y duro de la escritura rabiosamente libre, sin paliativos ni concesiones. El esfuerzo personal en crecer como escritor, más que el engreimiento de creer que ya lo sé todo y lo domino todo. La apuesta por algo que, en el medio tribal español, es motivo de resentimientos, odios, ignorancias, miedos... Y poco más.

Reproduzco fotos de algún maletín, de los tres que usé, porque ya apenas lo hago, en contener todo el material de cuadernos, apuntes, papeles de mis escrituras, de mis proyectos. Porque hubo un tiempo en que viajaba bastante y esos maletines eran mi lugar, mi sitio, mi secreto artilugio en donde guardaba todo lo relativo a la faena de escribir. Tengo tres, aunque uno de ellos es más bien un maletón. No soy el tipo de escritor que guarda en cajones sus obras terminadas, no, más bien lo hago en esos maletines, o lo hacía por la cosa del viaje continuo. Ahora sí, como tres amplios cajones esconden obras terminadas, en trance, abandonadas, apuntes...
Aparte tengo no sé cuantos cuadernos de notas, tipo bitácoras, desde el año 1987 con asiduidad. Cuadernos y blogs de dibujos, apuntes...
He querido, hoy al buscar algo en uno de los maletines, hacer estas fotos, parva muestra, y ponerlas por acá. Ocasión habrá para comentar alguna página. Sobre todo de esa especie de álbum, en donde escribía sobre todo lo humano y divino, preferentemente sobre literatura o literatura, pero en que recogía recortes insólitos o interesantes de prensa, pegatinas, billetes de dinero, de metro, de tren, de autobús... Cabeceras de diarios, de revistas, pequeños dibujos de otros y mios... En fin, lo que hoy parece un blog de estos internéticos, heterodoxo y atiborrado.
Ya iré soltando sobre alguna cosa en particular, textos selectos, páginas seleccionadas de esos cuadernos, diarios, apuntes, notas de la labor creativa. Creo que se irá mostrando en la constante de este sitio, en sus constantes, salvo, eso sí, la cosa política, en donde uno no perdió tanto tiempo, no pierde en mi diario o notas de la cosa creativa, poesía, prosa, etc.
Que les sea grato.

3 comentarios:

  1. julián sánchez castañón2:26 p. m.

    ¿POESÍA? Nunca existirá el oficio de poeta; los que viven de ella son usureros de la palabra y su sentido. Los verdaderos, los de repente, la guardan para bucear en su aire.

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  2. Interesantísimo!!

    Yo hice algo parecido (mucho menos prolífico, eso sí) cuando viví en Madrid y en Badajoz. Al volver al pueblo casi dejé de escribir (escribo poco) y después descubrí la internet y los blogs. Ahora sólo escribo en los dos que tengo.

    Saludos!

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  3. Anónimo9:27 p. m.

    HE DECIDIDO VOLVER POR VUESTROS APOYOS Y POR LOS APOYOSDE AMIGOS CERCANOS VLOVER CON VOSOTROS Y DAR GUERRA ESTOY DE VUELTA Y AGRADEZCO BUESTROS APOYOS ESPERO QUE PUEDA CONTAR CON VOSOTROS SALUD Y REVOLUCION. GRACIAS

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.