Gastada la lengua y los hechos queda un sumidero de tópicos y necedades. Nunca han visto sabiduría en los libros. Jamás en las obras literarias, a las que siempre vislumbraron peligrosas, obscenas, sin valor, cosas de locos y zumbados… Ellos, los biempensantes no darán nunca valor al Quijote como algo baladí, algo que no sirve para nada, algo sin utilidad., incluso algo sin ton ni son, ocurrencias de un vencido, por los elementos y las naves enemigas siempre... Que es lo que lo otorga todo su valor real, por otros lado y por razones diferentes. A ellos les saca de quicio el arte por el arte, sin las consecuencias ni preeminencias de sus cálculos de vida, capital y mercado. Tal vez por ello crean todo este entramado de mercado y bolsa de valores para el arte y la literatura. Que los artistas sean libres, y que hagan su arte sin medir las dimensiones económicas ni calculadoras, es algo que no se puede soportar, ni ellos lo van a consentir nunca, y cada vez menos. Bueno, está bien que el artista con vista propagandística lo diga en entrevista en el medio publicitario; pero de ahí a ser real… Y si tal hicieren se verán conminados al olvido, al absoluto ninguneo total, preciso… Y si eso les beneficia pues ya buscaremos algo con qué minarles la moral, comerles la honra y el valor, destrozar su arte y vituperar su figura como un friqui (es la palabras de ahora) y llevarlo a la nada total. Porque en esta sociedad todo ha de tener un valor según la medida de los que mandan y del sistema del tinglado y sus varas de medir las costillas. No cabe otra. Y aquellos insurrectos que se rebelen lo pagarán con la propia vida.
Así este medio que se dice informativo, de la capital de España, que es decir el sumun de la cultura, porque así lo establece su canonjía, se llena de tópicos falsos, vergonzantes, gastadas fórmulas y gastadas expresiones para no decir más que es la moda y los modos, repetidos un año más. Los libros, la cultura, al arte y la literatura convertidos en parque temático obsoleto, muy moderno y huero, ideal para los pijos titulados a los que molesta la vida, la realidad, y mucho más los sueños, la fantasía, la imaginación y la libertad… Entresaco frases en cursiva del artículo o crónica, y las entrecomento. El diálogo de la calle con las letras, una expresión mema donde las haya y una prosopopeya vacua, mermada, que nada dice porque la personificación no funciona... La calle, calla, es muda como nunca. Y para dar valor de seriedad y cosa notarial y culta, mu culta se dice documentan la dimensión literaria de Madrid, que desde luego, y como capital y todo eso ha ser, en el orden de las cosas a su servicio, una ciudad espléndidamente agasajada por la literatura porque todo aquello más digno de perpetuación y de recuerdo, y ya tenemos la cosa histórica, tan en moda, para dar valor cultural a las cosas, que la manía histórica no puede faltar nunca y da pedigrí. Y todo es grande y para poder elucubrar el valor literario de Madrid le ha llevado a reunir a dos grandes, como si de figuras del toreo se tratara, porque el toreo es sobre todo espectáculo, y se trata de contaminar eso al arte literario, que sin ser espectáculo no es, o no será. De forma y manera, y con esa convicción de que la literatura es espiar la realidad y reproducirla con fruición (Stanislaw Ignacy Wietskewich dixit), pues toda la muestra es como una conversación literaria, de manera que se trata de abordar la dimensión literaria de Madrid, pues el redactor, junto con el común de los intelectuales orgánicos que sobresalen en al panorama del famoseo cultural y académico argamasillesco siempre, que hacen y leen ese diario, están muy de acuerdo y convencidos de que la literatura no es territorio independiente y libre que los escritores y creadores edifican, crean ex nihilo, con la fuerza de la mera lengua como única materia y realidad total, que refiere otros mundos que no se apoyan en éste, a ser posible. Que para ellos una obra literaria que no hace referencia a la realidad total, como la perciben sus sentidos, no es literatura y con sus escalas de valores de toma, daca, vende, compra, dame, te doy..., no lo es. Y si la literatura hace referencia a Madrid, que es algo importante en la realidad de mando y política, impuesta, pues la literatura va por buen camino, si no, pues es evidente que es de segunda mano., o directamente no existe, Bueno tal vez la de los exilados republicanos del 39, a los que se les permite, por la progresía en mando, que lo hagan, ya que no podían vivir en Madrid. Pues como dice el avispado periodista de la crónica: reconstruye el esplendor de una época de enorme brillo literario, deteniéndose en los escritores y sus obras, las calles y enclaves principales, las tertulias, los cafés y el mundillo de las letras. Que sin calles y enclaves principales, sin tertulias y cafés ni mundillo de las letras no hay letras ni obras ni na de na. Y si lo hubiere sería peor que eso que es el magma de la literatura, porque en Madrid se jalea la crema de la intelectualidad, según el sabio canto zarzuelero, y fuera de Madrid como que no hay na, ni siquiera salvación. Que el ombligo de Madrid tira mucho y sin su espectáculo nada es, ni mora ni existe.
Y si por esa razón Cervantes se tiró al campo con El Quijote, peor para Cervantes, pues seguro que el lugar de la Mancha de cuyo nombre no se acuerda es el mismísimo Madrid, a todas luces.
Y ellos lo creen a pies juntillas. Por supuesto pisando nuestras cabezas.
Uf. ¿Te quieres creer que hace bien poco oí "sin dinero no hay cultura"? Tendríamos que tener una especie de blog-dazibao o un muro de las lamentaciones con todas las perlas que ruedan por los diarios y por las calles con ese alto contenido en memeces.
ResponderEliminarSe ve que las almendras amargas son venenosillas ellas, pero sólo si comes unas cuantas. A mí últimamente me ha dado por las avellanas. Me traen unas de Reus, recién horneadas, que son un gozo.