Cuando contemplo los jacarandosos cuchipandas, la hartera de ignara tropa, el trompetilleo enmascarado de sapiencia, aventado por vate de la prensa troglodita y dominante, y que va de costumbrista y folklórico, arramado al poder político que sirva y esté en el momento emeritense, jaleado por pandilla de subvencionados cogoteros y chupaceites, jambrentones extremeñíes, troupe de saltibanquillos y graZiosos del espeZtáculo, aprovechados del arrimo al señorito de poder por votos de la chusma mareada como perdices perdidas… Cuando contemplo, es un decir, todo esto pienso en la huida como daño menor. Al estilo de algún personaje de mi novela Los héroes huyen del enemigo. Pasar de todo y largarme a lo mío y mis afanes. Por ejemplo, leer Vislumbres de la India, de Octavio Paz, a la luz de velones.
La mala baba del triquiñuelo cubierto y mecido de culto periodista, en medio aventajado en servir al poderoso, vulgo diario HOY. Y repito lo de costumbrista sin su conocimiento de los maestros del siglo XIX, sino habiendo sido su mentor cualquiera alcahueta de pueblo o barrio, cuando no de cubículo de partía en mando o sacristía afin, o el ejemplo de la teles del cotilleo terrorista cotidiano o las covachas de cualquier revista del hígado o el corazón negro, que dicen. Especie de cuchufleta mentida y de mentidero. Alcahuete en cuaresma de por vida, confundiendo lo personal (de los demás) con lo importante, gili de pocas luces sabias y menos formación, con don de gentes y simpatía a raudales para trastabillar conciencias, ciencias y buenas famas, ya que su misión consiste en eso, en menudear la sinrazón del desprestigio, poner en su mala solfa a los díscolos con el sistema y régimen de engorde, que lo mantiene en su estolidez inveterada, en su vacío de fondo y formación y en su arremangada forma torticera. La simpleza es su meta y partida, la simplonería del tonto del papel, la escribanía para mentideros y comadres, conmilitones y compinches aburridos de bares extremeñís, lo propio de la prensa en Extremadura, en donde a la ignorancia la hunden en la mentira, la sinrazón y el esclavismo mental al señorito de turno, sea este de cortijo o de Junta, cuando no de cabildo o diputación.
Bien, pues un ocurrente de estos publicó el domingo pasado una cosa sobre Llerena, que es el lugar donde acci/incidentalmente habito, como pudiera ser otro, que no tengo fanatismos de patria ni matria algunas, y soy patriota sólo de la lengua como poeta, y como poeta universal o cósmico, no podía ser menos, pese al título de poeta local que me atribuye el payo de marras que pergeño.
Pero por encima de sus desbarres de estilo deseante, por encima de sus imprecisiones, mentiras, burdas trolas y patetas de sociólogo a dos velas, ninguneos varios y sorna contra todo, cuando no escarnecente burla, que no paso a detallar pues ocuparía mucho espacio, tanto como su escribanía, ha marrado en asunto que no paso, ni debo, en honor a mi verdad. Dice en un párrafo de su cosa: El pique con Azuaga es tradicional y tiene su gracia. En el blog de un poeta local, Agustín Romero Barroso, se lee que el enfrentamiento proviene de la Edad Media, cuando a Llerena le ponen muralla y a Azuaga la dejan en medio del campo. Hoy, Azuaga tiene más habitantes que Llerena (10.000 frente a 6.000), pero es en Llerena donde están los juzgados, el hospital, el tren.
Aclararle al plumillero emborronapantallas del HOY lo siguiente:
1.- Lo de poeta local queda aclarado, un poeta no es de ningún lugar, lo es de todos, universal o cósmico, si lo fuere, claro. Porque un poeta sólo es, y punto, es ser. ¡Y vive dios que lo muestro!
2.- Jamás entro en competencias estúpidas y estupidizantes al uso, y locales o pueblerinas, no gusto del fútbol ni nada tonto de bandos opuestos, rechazando la visión hegeliana de la vida que me imponen los que mandan, sobre todo de la vida cotidiana con mis congeneres. Tratando de superar mis miedos, ignorancias u odios, y aclarando, comprendiendo y ayudando a otros en eso. No tengo piques ni picas o picores con nadie, y menos fomento la cosa aldeana y aboinada de algún pique con Azuaga, ni aun menos con Costantinopla o Nueva York, cuando no con Santa Coloma de Cervelló... Se puede ver en mi blog, hay un busca… Y muchísimo menos me he dedicado alguna vez al origen de algo histórico, y abomino de la historia al uso como mentira al servicio del poder y ta tiranía tonta de los mandos y el turismo barato, así que si ese hombre del HOY dice que en mi blog se lee que el enfrentamiento proviene de la Edad Media, lo dice todo respecto de él mismito, a puro graZioso y mentidero blabloso. No sabe leer, o sencillamente es un impostor, un mal hombre, ya que pretende enemistarme con la buena gente de Azuaga, cuando no ridiculizarme y atentar a mi honor y verdad.
Aunque le demos el beneficio de la duda por un momento y tomemos la frase el enfrentamiento proviene de la Edad Media, cuando a Llerena le ponen muralla y a Azuaga la dejan en medio del campo, como de suprema ironía, y entonces veremos que es burla de Llerena y sus murallas, del concepto de muralla, eso sí, tan llerenense por lo cerrado de molleras amuralladas de no pocos. Pero eso se da en todos lados y colaterales: la cerrazón de las molleras amuralladas y cercadas es patrimonio y matrimonio de no pocas gentes del planeta Tierra y extraterrestres habitáculos. Porque, a la postre, todo está en medio del campo, sea mental o real. Sólo el tonto mu tontaina se cree fuera del mismo por poner murallas. En fin, que malamente podría haber sido yo el autor de tan lamentable frase en su sentido literal, porque disto mucho de la competitividad, de eso del que más, del que menos y todo afin. Así que no es un valor el que más tiene, sean votos, botas de fútbol o dineros, sino del que más es, del ser profundo, sea lo que fuere. Incluso si el cronista este que comento es así como me parece ser. Que pudiera ser mejor para su gozo y el de todos. ¡A por ello!
3.- Y que no le ponga puertas al campo (como me las pone al mio, a mi libertad en sentido metafórico, a mi campo de verdad, fama y escritos), sea para Llerena, Azuaga, Nueva Delhi, Calcuta, Bombay, su Mente, la de los Lectores del HOY o cualquiera otro Lugar en cualquier Sitio, sea mental, físico o patafísico de su gracia y magestad.
Pero el culturetariado es asina, que diría el castizo, por ponerle toque costumbrista y cañí a la expresión.
Bien, pues un ocurrente de estos publicó el domingo pasado una cosa sobre Llerena, que es el lugar donde acci/incidentalmente habito, como pudiera ser otro, que no tengo fanatismos de patria ni matria algunas, y soy patriota sólo de la lengua como poeta, y como poeta universal o cósmico, no podía ser menos, pese al título de poeta local que me atribuye el payo de marras que pergeño.
Pero por encima de sus desbarres de estilo deseante, por encima de sus imprecisiones, mentiras, burdas trolas y patetas de sociólogo a dos velas, ninguneos varios y sorna contra todo, cuando no escarnecente burla, que no paso a detallar pues ocuparía mucho espacio, tanto como su escribanía, ha marrado en asunto que no paso, ni debo, en honor a mi verdad. Dice en un párrafo de su cosa: El pique con Azuaga es tradicional y tiene su gracia. En el blog de un poeta local, Agustín Romero Barroso, se lee que el enfrentamiento proviene de la Edad Media, cuando a Llerena le ponen muralla y a Azuaga la dejan en medio del campo. Hoy, Azuaga tiene más habitantes que Llerena (10.000 frente a 6.000), pero es en Llerena donde están los juzgados, el hospital, el tren.
Aclararle al plumillero emborronapantallas del HOY lo siguiente:
1.- Lo de poeta local queda aclarado, un poeta no es de ningún lugar, lo es de todos, universal o cósmico, si lo fuere, claro. Porque un poeta sólo es, y punto, es ser. ¡Y vive dios que lo muestro!
2.- Jamás entro en competencias estúpidas y estupidizantes al uso, y locales o pueblerinas, no gusto del fútbol ni nada tonto de bandos opuestos, rechazando la visión hegeliana de la vida que me imponen los que mandan, sobre todo de la vida cotidiana con mis congeneres. Tratando de superar mis miedos, ignorancias u odios, y aclarando, comprendiendo y ayudando a otros en eso. No tengo piques ni picas o picores con nadie, y menos fomento la cosa aldeana y aboinada de algún pique con Azuaga, ni aun menos con Costantinopla o Nueva York, cuando no con Santa Coloma de Cervelló... Se puede ver en mi blog, hay un busca… Y muchísimo menos me he dedicado alguna vez al origen de algo histórico, y abomino de la historia al uso como mentira al servicio del poder y ta tiranía tonta de los mandos y el turismo barato, así que si ese hombre del HOY dice que en mi blog se lee que el enfrentamiento proviene de la Edad Media, lo dice todo respecto de él mismito, a puro graZioso y mentidero blabloso. No sabe leer, o sencillamente es un impostor, un mal hombre, ya que pretende enemistarme con la buena gente de Azuaga, cuando no ridiculizarme y atentar a mi honor y verdad.
Aunque le demos el beneficio de la duda por un momento y tomemos la frase el enfrentamiento proviene de la Edad Media, cuando a Llerena le ponen muralla y a Azuaga la dejan en medio del campo, como de suprema ironía, y entonces veremos que es burla de Llerena y sus murallas, del concepto de muralla, eso sí, tan llerenense por lo cerrado de molleras amuralladas de no pocos. Pero eso se da en todos lados y colaterales: la cerrazón de las molleras amuralladas y cercadas es patrimonio y matrimonio de no pocas gentes del planeta Tierra y extraterrestres habitáculos. Porque, a la postre, todo está en medio del campo, sea mental o real. Sólo el tonto mu tontaina se cree fuera del mismo por poner murallas. En fin, que malamente podría haber sido yo el autor de tan lamentable frase en su sentido literal, porque disto mucho de la competitividad, de eso del que más, del que menos y todo afin. Así que no es un valor el que más tiene, sean votos, botas de fútbol o dineros, sino del que más es, del ser profundo, sea lo que fuere. Incluso si el cronista este que comento es así como me parece ser. Que pudiera ser mejor para su gozo y el de todos. ¡A por ello!
3.- Y que no le ponga puertas al campo (como me las pone al mio, a mi libertad en sentido metafórico, a mi campo de verdad, fama y escritos), sea para Llerena, Azuaga, Nueva Delhi, Calcuta, Bombay, su Mente, la de los Lectores del HOY o cualquiera otro Lugar en cualquier Sitio, sea mental, físico o patafísico de su gracia y magestad.
Pero el culturetariado es asina, que diría el castizo, por ponerle toque costumbrista y cañí a la expresión.
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.