Aficionados, como son, algunos españoles, en aplicar el juicio del santo tribunal de la inquisición, en las distancias cortas de la vida, pasa lo que pasa. Que le cantan las cuarenta a los que no deben, cargan la mano y el palo, y adoran al señorito empingorotado por arriba. Y así llaman panfleto a lo que es literatura y adoran como literario las chorradas de lo que ni siquiera es panfletario.
Así que si uno cualquiera se dice ser anarquista, rápidamente está el apagafuegos, normalmente de carrera media, o de alta gama, que lo examina a tope, para ver si es o no es anarquista. No se entiende lo que realmente se quiere decir con eso de ser anarquista, o ser comunista, o ser socialista. Lo que se quiere decir es que se desea que se estructuren una normas sociales y se hagan unas realidades, que contribuyan a hacer una sociedad más libre, igualitaria y con amor pleno o solidaridad. Nada más que eso. Y el que afirma que es anarquista, comunista, socialista no desea más que eso. Pero los oyentes, confundiendo el culo con las témporas, salen enseguida a incriminarle, recriminarle, criminalizarle porque en su vida privada no lo es, que si tiene millones o le gusta el jamón de pata negra, o que si los lujos, o que si es vago y maleante... O cualquier cosa o afán que estimen que no está en el paquete del ser ya, aquí y ahora, anarquista, comunista o socialista. Y es evidente que nadie lo es, aquí y ahora. En una sociedad capitalista que atufa, ahogada por su propia ansia de mal, encebollada y lerda, con una tasa de paro terrorista y con un sistema económico que no funciona, o muy mal, para la mayoría, con grandes taras, crímenes sociales, guerras. Confusiones entre las que destaco la incomprensión que supone -para mí- que 24 millones de votantes hayan estado más de treinta años votando lo que ha hecho todo mal o peor; y que sigan votándolos con frenesí y ardor masoquista...
¿Cómo se le puede recriminar a alguien que no sea anarquista, comunista o socialista en este tipo de régimen capitalista canallesco? Pues lo hacen, los examinadores lo hacen sin pudor y se quedan tan panchos y contentos. Tan orondos y seguros de mirar por la pureza del anarquismo de pata negra, del comunismo más puro y del mejor socialismo.
Quienes hacen eso son los policías mentales y fatales de este tinglado. Los hay a miles e incluso millones entre las votambras del pp$oe. Así que ni puñetero caso. Todo va despeñado al pensamiento único, descocado y sin sesera alguna.
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.