Desde el punto de vista personal, meramente humano, uno tiene cierta debilidad por lo que conoce de los vascos. Soy apasionado lector de Julio Caro Baroja y del algunos estudiosos de costumbres, vida, lengua, literatura, cultura e historia de los vascos. Y un admirador de sus músicos, poseyendo una colección de discos y cedés nada desdeñable; algunos de los que escucho con delectación y gozo, siempre que puedo, y puedo casi cada semana. Hace pocas me dio precisamente por Laboa... Amo la cultura vasca, limpia de polvo y paja utilitarios y demagogias propagandísticas de unos y otros. Decir que uno ama y gusta de la cultura vasca es peligroso en esta tierra, por alguna mala costumbre de las molleras indígenas, mala costumbre atemperada por la publicidad mediática, en la que todo lo vasco aparece como malo y cuasietarra.. Como tantas cosas en Extremadura, pringadas de la ignorancia, miedo y odios de los políticos ceporros que nos malgobiernan y de sus mentores, esa mayoría atravesada y dando piedras para que nos rompan los cristales los manijeros del cortijo. Soy un apasionado de la cultura vasca y no me ha faltado interés y ganas de aprender lo que queda del euskera.
Y como pasión por esa cultura, fuera de folklore y usos historicistas, tan equiparable como mi pasión por el uso de la lengua castellana como materia poética, uno lee y escucha a gente del ámbito creativo de Euskal Herria.
Esta mañana me entero de la muerte de Mikel Laboa… , con el que algunas veces tarareo entre mí aquello de,
Aita semeak, tabernan daude,
ama-alabak jokoan
... ... ... ... ... ... ... ... ...
Que él canta con Oskorri, y tengo, en el doble cd por la conmemoración del 25 aniversario del grupo musical vasco. Y recuerdo también su aportación a un disco libro, que con letras de Bernardo Atxaga, salió en 1996, número 7 de la colección Lcd de El Europeo, Nueva Etiopía. Musicaba el texto que Atxaga hace sobre el poeta en euskera, Lizardi, cuyo texto me sirve para completar este pequeño homenaje y recuerdo a un cantante y compositor que me hace pasar buenos momentos espirituales. ¡Gracias Mikel Laboa por haber vivido!
Esta mañana me entero de la muerte de Mikel Laboa… , con el que algunas veces tarareo entre mí aquello de,
Aita semeak, tabernan daude,
ama-alabak jokoan
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Que él canta con Oskorri, y tengo, en el doble cd por la conmemoración del 25 aniversario del grupo musical vasco. Y recuerdo también su aportación a un disco libro, que con letras de Bernardo Atxaga, salió en 1996, número 7 de la colección Lcd de El Europeo, Nueva Etiopía. Musicaba el texto que Atxaga hace sobre el poeta en euskera, Lizardi, cuyo texto me sirve para completar este pequeño homenaje y recuerdo a un cantante y compositor que me hace pasar buenos momentos espirituales. ¡Gracias Mikel Laboa por haber vivido!
Lizardi
Lizardi, Rimbaud etorri duk hitaz galdezka
eta gu ere hire zain geundela
esan zioagu
ez hitzela aspaldi azaldu
etxetik
eta belatzean eseri gaituk denok
erlojuak janez
baina mezularia bidali diagu Alosko torrea
eskilara luzetan
beleak uxatzen
ote hintzen ikus zezan
gero kanpaiak entzun dizkiagu
zakurrak zaunkaka
orduan sortu haiz bidetik
balantzaka
eta hirekin aurrez aurre jarri garenean
zerraldo erori haiz gure oinetan
eta gorpu gogor hintzen
udazkenaren tronoan
hertsi dizkiagu begiak
adiosik ez
eta goizaldean
muxika hezur batetan sarturik
o petit poéte
pirotekniarik gabe lurperatu haugu
baratzan.
Lizardi, vino Rimbaud preguntando por ti,
y le dijimos
que también nosotros te esperábamos,
que hacía mucho tiempo que no aparecías
por casa;
y nos sentamos sobre la hierba
y enviamos mensajeros
a la torre de Alós
por ver si estabas
ahuyentando cuervos
en aquellas largas escaleras.
Luego escuchamos las campanas,
los ladridos de los perros.
Surgiste de pronto en el camino
dando tumbos,
estabas por fin entre nosotros,
pero sólo eras
un cadáver
sentado en el trono
de un otoño ya perdido.
Alguien cerró tus ojos,
adiós, adios,
y amanecía sobre las zanahorias,
sobre la huerta,
cuando te enterrábamos,
oh petit poète,
sin canciones, sin cohetes,
colocado cuan largo eras
entre los terciopelos
de un hueso de albaricoque.
Lizardi, Rimbaud etorri duk hitaz galdezka
eta gu ere hire zain geundela
esan zioagu
ez hitzela aspaldi azaldu
etxetik
eta belatzean eseri gaituk denok
erlojuak janez
baina mezularia bidali diagu Alosko torrea
eskilara luzetan
beleak uxatzen
ote hintzen ikus zezan
gero kanpaiak entzun dizkiagu
zakurrak zaunkaka
orduan sortu haiz bidetik
balantzaka
eta hirekin aurrez aurre jarri garenean
zerraldo erori haiz gure oinetan
eta gorpu gogor hintzen
udazkenaren tronoan
hertsi dizkiagu begiak
adiosik ez
eta goizaldean
muxika hezur batetan sarturik
o petit poéte
pirotekniarik gabe lurperatu haugu
baratzan.
Lizardi, vino Rimbaud preguntando por ti,
y le dijimos
que también nosotros te esperábamos,
que hacía mucho tiempo que no aparecías
por casa;
y nos sentamos sobre la hierba
y enviamos mensajeros
a la torre de Alós
por ver si estabas
ahuyentando cuervos
en aquellas largas escaleras.
Luego escuchamos las campanas,
los ladridos de los perros.
Surgiste de pronto en el camino
dando tumbos,
estabas por fin entre nosotros,
pero sólo eras
un cadáver
sentado en el trono
de un otoño ya perdido.
Alguien cerró tus ojos,
adiós, adios,
y amanecía sobre las zanahorias,
sobre la huerta,
cuando te enterrábamos,
oh petit poète,
sin canciones, sin cohetes,
colocado cuan largo eras
entre los terciopelos
de un hueso de albaricoque.
Bernardo Atxaga
Escuchemos:
Estimado amigo, leo de cuando en cuando tu blog con interés. Yo viví en el País Vasco y me sorprende tu entusiasmo por M.L., cuando eres muy crítico con otros autores de Extremadura por estar cercanos al poder. M.L. estaba muy cercano, como buena parte de los cantautores y músicos vascos de raíz tradicional(véase lo que ha pasado con Kepa Junquera), al poder. Eso a veces es bueno y otras malo: está bien que los intelectuales y artistas se "mojen" y trabajen codo con codo con los políticos por su tierra. No siempre tiene que ser malo, depende de la gestión. Por eso me sorprendió tu ataque a Luis Sáez, director de la Editora Regional de Extremadura, y ahora tu defensa de Laboa... La Editora ha publicado libros muy buenos en los últimos años: antes de regresar desde Euskadi ya los conocía: los compraba allí: bien editados, sobrios, con buenos autores muchas veces,y por lo que he ido viendo luego: de diferentes generaciones, y alejados del poder, porque los hay de todo signo político, y muchos de ellos bien conocidos fuera y que no necesitan de "pesebre" alguno. Quizá te dejas llevar a veces por algún impulso ciego, dicho sea con todo el respeto. Piensa en ello. Sobre todo reflexiona por qué te parece muy bien lo de Laboa, muy muy subvencionado por el gobierno vasco, te lo aseguro.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu atención.
Saludos cordiales de
Arturo G. Vázquez
Parto de que en esta entrada hablo de mis gustos personales sobre música y mi agradecimiento a la música de Laboa. Es la perpectiva de la entrada...
ResponderEliminarMi entusiasmo es por la cultura vasca, y evidentemente Laboa es un buen exponente, de calidad, de esa cultura y concretamente de su música...
¿Subvencionado? Pues sí, lo sabía. Pero subvencionado están todos los "grandes" del mundo de la música: desde Serrat, Sabina, Luis Pastor…, hasta Perico el de los Palotes o los extremeños de Acetre, que no tienen nada de creativos sino miméticos de otros de fuera y de altura, que a veces da vergüenza escucharlos, pues las letras son de pena y horteras y la música, sí, técnicamente irrepochable –saben tocar los instrumentos-, pero no hay ese no sé qué creativo... Y los traigo como ejemplo ya que están, no ya subvencionados, sino asalariados de la cosa subvencionera... Mucho más que Laboa, además sin subvencionarlo contra nadie, porque aquí en Extremadura se subvencionan músicos de garrafa y botarates contra otros, como debes saber... ¡Qué esa es otra!
En cuanto a la Editora Regional discrepo totamente. Salvo pocos libros publicados por ese organismo público, muy poquitos, el resto no lo salvo.
Mezclar mi crítica de Luis Sáez con mi gusto por la música de Laboa -no toda, debes saber- es algo que no entra en planteamientos racionales comparables, muy propio de estos lares, al tenor de la mollera ibarresca. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra, mi querido Arturo? Puedo leer a Bukowsky y puede gustarme, y criticar, con racionalidad, a Zapatero u otro cargo político de mando, como el señor ministro y poeta de Cultura, que por cierto me interesa menos que Bukowsky... No contrapongo uno al otro. Sería estúpido. Luis Sáez, bueno el cargo que ocupa, es político, de una institución que detesto, la Consejería de Cultureta de la JE, como todas las instancias de ese jaez en todo el mundo. Laboa es un creador como la copa de un pino, con una música exquisita, y que por esos motivos de formación y gustos musicales, me apasiona, me deleita, me fascina hasta su punto justo y por temporadas y momentos...
Mi querido amigo Arturo. No soy el extremeñito típico, descocado e ibarresco, tengo una amplia y honda cultura y lecturas, tengo mundo y sé medir lo que digo. Te respondo porque entiendo que te has liado en la comparación de una cosa y otra, sin mala fe; pero otro no lo hubiese hecho... Comparar mi gusto por la música de Laboa con el cargo criticado de Luis Sáez, las publicaciuones de la Editora... ¡En fin!, algo descocado como poco, y lo digo con respeto, mucho respeto... Las comparaciones son odiosas; pero en este caso improcedentes. Y ya digo, curándome en salud: “Decir que uno ama y gusta de la cultura vasca es peligroso en esta tierra, por alguna mala costumbre de las molleras indígenas, mala costumbre atemperada por la publicidad mediática, en la que todo lo vasco aparece como malo y cuasietarra.. Como tantas cosas en Extremadura, pringadas de la ignorancia, miedo y odios de los políticos ceporros que nos malgobiernan y de sus mentores, esa mayoría atravesada y dando piedras para que nos rompan los cristales los manijeros del cortijo”. Que espero que tu comento no venga por esos derroteros que menciono, por eso lo respondo.
La comparativa/competitiva entre artistas de zonas, regiones, comunidades, países y todo eso me parece odiosa. No comparo a Laboa con nadie, ni lo contrapongo a nada. Simplemente lo disfruto, y mi disfrute no es contra nadie ni nada, ni contra Luis Sáez? ni contra los músicos de Abisinia, ni contra los extremeñís, ni contra nada…
Hace años, haciendo autostop en Mérida, me encontré un señor, nacido acá por lo que dijo, que me cogió y nada más montar en su coche comenzó a hablarme de poesía... Que si en Extremadura no había sino cuatro garrulos que mal emborronaban papeles que llamaban poesía, y que prefería leer a Pere Gimferrer, o a Octavio Paz... Y, ante esos autores, yo le respondí que también los prefería, sin apoyar con eso sus denuestos contra poetas que vivieran acá... Quiero con eso decirte que porque yo lea, con más afán y gozo, a Juan Goytisolo o Fernando Aramburu, por ejemplo –catalán y vasco uno y el otro- no quiere eso decir que deteste a un escritor extremeño o andaluz… El arte y concretamente la creación literaria, no tiene fronteras, es apátridas, o de patrias nobles como la bendita lengua castellana, o la nacionalidad cervantiva, en el caso de la literatura, mi patria y nación única… Lo mismo la música de Laboa, que cuando llamo vasca o vasco lo digo en sentido cultural y no patriotero y todo eso…
Amigo Arturo, soy muy coherente en todo eso; se puede estar o no de acuerdo conmigo, pero sé lo que me digo y sé ser y hacer crítica con criterio de cada cosa, por formación, cultura, deseo y seriedad. Lo peor de este país que vivimos es eso, la falta de criterios racionales a la hora de criticar, y mucha opinión y ¡venga creencia!