MUNDO MEJOR, 3

CUATRO

¿Y qué hacemos los que no queremos que la educación la manipulen los políticos, sindicatos y similares?, que no son sino correas de transmisión de Bancos, Capitales, Mercados, y asimilados varios..., sino que se cree un Consejo Nacional de Educación, que sea el que ordene todo lo relativo a la enseñanza, libre, formado por los sectores implicados, menos los sindicatos verticales ccoo,ugt y otros?  Y que los políticos meramente sancionen en el legislativo lo que este Consejo ordene en lo relativo a educación. 

Y que el Poder Político se limite exclusivamente a administrar lo material y los recursos de los centros docentes, tal y como hoy hacen los ayuntamientos, su mantenimiento y to eso. La enseñanza es algo tan tan tan importante que no puede estar en manos del juego político, como lo están las teles, o el dominio de la propaganda y publicidad que llaman información, y otras cosillas así de la lucha y especulación de los políticos y sus cosas.  Debe ser libre, ese Consejo Nacional de Educación y organizado desde abajo para arriba. Sino no es educación. como no lo es ahora. Es asilvestramiento en el que todos los elementos quedan viciados, negados, nulos. Y el primero de ellos en anularse son los docentes, resignados a estar manipulados por los partidos y sindicatos, que sirven a Bancos, Mercados y Capitales. Aunque algunos docentes, no pocos, hacen ese juego bestial y negativo contra la gente que quiere superar sus ignorancias, miedos y odios, y desea ser libre, igual y solidaria. A esos docentes los llamo chusqueros, pues llevan la tira de tiempo haciendo el caldo gordo al Mal de Fondo y Forma. Y esta es toda la reforma y arreglo que la llamada enseñanza o educación necesita. 
Liberarse del Poder Político, que pone todos los mecanismosy usos de la misma al servicio del Capitalismo y sus Necesidades, y no en beneficios de la gente. A la que asilvestra, como carne de cañón para el Mercado Laboral y beneficios del Mercado. O eso -libertad total de sus miembros- o ni es enseñanza ni docencia, ni instrucción, ni cultura.

Pero nunca es tarde para rectificar.