EXTREMEÑO

He leído, no sin interés y emocionado, las palabras de un extremeño, de un artista y profesor. Y he recordado, inevitablemente a otros muchos como él, tal vez demasiados y también demasiado extremeños, esto es, demasiados hombres de frontera, de extremos, alejados… Alejados de los poderes que hoy mandan en la extremeñía, de los que mandaron, cercano a la Extremadura real, auténtica, muuuy alejado de esa Extremadura de mando, de instituciones, de rimgorrangos, de exclusiones, de trepas y tontos vestíos de limpio, que hoy quiere ser la única, la buena, la auténtica, de los que marginan sistemáticamente a los que no los votan, a los que no son como ellos, a los que tienen proyectos de un futuro negro para con la Extremadura real, por el simple apoyo al Capital con proyectos refineros, a los que trincan y se apoltronan a costa de la real, y llevan toda la vida apoltronados en el machito de mando sin aportar nada, que no sea débito al curso de los tiempos y pese a su mala labor, de los que no son nadie ni nada, pero mandan porque tienen (sólo votos cautivos y subvencionados) y no son… ¿A qué cortarme con la verdad?

-¿Cómo se ve a Extremadura desde Madrid?

-De una forma diferente a como se nos veía en el año 1970. Ahora conocen el patrimonio, y el patrimonio natural. A mí me da mucho miedo que se quieran hacer experimentos con Extremadura en áreas que son superadas y desechadas en otras regiones muy desarrolladas. El haber sido ignorados durante mucho tiempo nos ha salvado del deterioro de una falsa industrialización. Tenemos que ser cuidadosos con el modelo de desarrollo, porque puede producir catástrofes. Con respecto a la riqueza natural, no tenemos competidores en España.

Y hay más, mucho más entrelíneas, sobre Extremadura…

Los que hemos optado por el exilio de por vida, por las condiciones infamantes del terreno, sea ese exilio interno o externo, sabemos de qué hablan esas líneas entre las cuales se expresa…

No quiero decir que Manuel Parralo Dorado esté totalmente de acuerdo con mi visión de eso del exilio. Pero siento su sintonía, la palpo.

Porque el extremeño abierto al mundo, abierto a la vida y al futuro, preocupado y ocupado en saber, sin miedos ni odios partidistas, los que entienden el partido como partía y no como medio de servicio e instrumento, no puede ver más que como barbaridad el los proyectos alocados y contra natura, contra la natura de Extremadura, por ejemplo ese de una refinería de petróleos pesados en plena Tierra de Barros y en la actualidad, con el cambio climático, la fase final del petróleo como fuente de progreso y desarrollo, si alguna vez lo fue..., etc. Y no para de ponerse al servicio del proyecto con una virulencia y torpeza que caracteriza al cacique de toa la vida, que ponen, estos caciques votados, todas las instituciones y programas, y medios al servicio de los capitalistas de la refinería, de los que van a sacar tajada del negocio de la misma, dejando las migajas de algunos sueldos, baratos y malos para la carne de cañón de trabajadores extremeños, y mucha mierda como pago en la región, que hipotecaría todo su potencial natural a tal esperpento inviable… Y algunos no queremos ver ese futuro, no sólo posible, sino seguro si estos cojonudos mandamases se emperran en eso tan atroz y lerdo.

Y me he acordado especialmente de Gerardo Ramos Gucemas, pintor grande y amigo, en la Argentina, llerenense y extremeño, no llerení ni extremeñí…