31 de agosto de 2013

ARTE LIBRE, CULTURA LIBRE








Vamos a ver, un zapatero remendón pone su negocio, lo hace bien. Si le va mal no se le ocurre ir a la administración a pedir o exigir una subvención, claro; o si ya la gente no va que a que se arreglen zapatos, no sale con la petenera de que la administración ha de apoyar al sector.

Un albañil, de los de verdad, que lo hace con arte, si no tiene trabajo no se le ocurre ir a la administración a que le den una subvención para desarrollar su arte, o artesanía.

Un hortelano tampoco, y hablo de los auténticos, no de los que han convertido lo que era la horticultura en industria, ni un pescador, labrador, impresor...

A un joyero, de los que curran oro y plata, piedras, diamantes. ¡Jamás se le ocurriría ir a la administración a pedir una ayuda subvencionada para hacer sus cosas, porque la gente no consume y eso es un arte que no puede morir y estar abandonao!

Y así podría estar mencionando decenas de oficios, trabajos, artes, que funcionan y viven y hacen y se desarrollan, porque sus ejecutantes lo hacen posible, con el valor de sus ejecuciones. Y si nadie los usa, compra y acude por nada, lo dejan y a otra cosa; pero no acuden a la administración exigiendo apoyo total (aunque debo admitir que hay caraduras que sí lo hacen con artesanías y demás, que la subvención ha ido entrando como una plaga y costumbre).

De esta manera quiero denunciar mi absoluto rechazo a gentes que recibe subvenciones porque hacen artes, dicen ellos, o artesanías, y que si cuestan mucho, dicen ellos, y que si es obligatorio del erario público subvencionar, dicen ellos y que si no eso se muere, dicen ellos.

Si lo que hacen vale, es valioso, es arte de verdad y veraz, y si hay público o gente que lo ame, ya le pagarán lo que deben, si lo merece, que si no se convierte en todo esto del arte y la artesanía subvencionada, con injusticias clamorosas para con otras actividades sociales y artísticas, en igualdad, que hacen -hacemos- otras personas.

A mí no se me ocurre, ni por mientes, exigir, acudir, trincar del erario público, ayudas para escribir poesía, u otra cosa, o para pensar, que también es arte, o para hacer fotos, pinturas y lo que me pete. ¿Qué hay ayudas para eso, ¿se pueden dar con justicia, libertad, igualdad y amor? Y como sé que la respuesta es NO, pues niego toda ayuda, por viciada.

Y me atengo a la libertad del trueque, a la de que si alguien me paga por algo que hago, perfecto, si ese algo lo vale y ese alguien lo necesita de alguna manera, ya me lo comprará.

Pero no lloriqueo y chantajeo de que si no me ayudan con subvención la poesía desaparece. No se puede hacer y todo eso que dicen cineastas, teatreros y demás artistas de farándulas y saltimbanquis con caradura tremenda. Que encima de todo conforman un arte y una cultureta dominada y vulgar, que baila el agua al tinglado y la estructura mojigata y de opresiones que el Poder y la Pasta imponen. Son la fautores del circo montado como cultura, que mata conciencias, vidas y todo lo lamina. Si la gente no paga lo que cuesta ver una obra de teatro, pues no se hace, hasta que la gente la pague o quiera pagarla, porque la necesite, y así todito lo que llaman cultura y no es sino circo de poca calidad, como la gente.

De lo contrario todo se está muriendo de subvención, apagado por la pasta de Arriba.


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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.