17 de junio de 2012

CONFUSIÓN


No se puede entender un libro como Poeta en Nueva York, de Lorca, sin tener en cuenta la mirada de pasmo del cateto o pueblerino que no tiene mundo. Indudablemente en sus sentidos más nobles de no contaminado por la civilización capitalista feroz y fachendosa. La mirada inteligente de la pureza de quien no nació ni creció en Babilonia o en Una Babel, en semejante Confusión y Tremenda Barbaridad como es Nueva York, espejo de todo el Mal y la Falacia del Capital y sus Bancos, Políticos, Capitalistas, Especuladores y gente arribista varia, tal como se puede valorar ya sin subterfugios espectaculares, especulativos, bursátiles ni enganifas y bobos varios.

Pero ese es su supremo valor, todo el valor, lo que esa mirada ve y dice y escribe y crea. Y cómo lo hace. No hay más, con ser mucho. Por eso me carga y me duele el manejo cometido con dicho poemario, por parte de la Línda Progresía de Siempre. En lo contrario, precisamente, lo lo opuesto: utilizado para auspiciar la Barbarie Capitalina y Babilónika de esa aldea gringa a lo bestia llamada Nueva York, tan terrible como la aldea de La Casa de Bernalda Alba, o las diversas aldeas comunes en que agonizan los personajes lorquianos, por ejemplo. Sea el mismo universo o el mismísimo cosmos.  

Cuando hablo de Lorca y Machado hablo contra los que los usan siempre. Con ellos me entiendo a solas del bullicio y en el campo abierto común. Téngase en cuenta como guía de marear mi mar.



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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.