SERVIR

Conjugar con el verbo servir a la poesía es como valorar una flor por su precio de Mercado.

Todo necio confunde valor y precio.

Por ello esto que aparece en este afamado garito de la Linda Progresía es desolador de lo que es su alma de desalmados.

Pero el personal seguirá sin verlo claro.

Ceporros votadores de siempre lo mismo.

Oficialistas del verbo servir. Todo tiene que servir para algo, y lo que no sirve no vale, porque el la OJE les enseñaron que vale quien sirve, y se hicieron un lío fatídico con eso. Así que lo que no sirve pa na se destruye, se asesina, se mete en la cárcel, se olvida, se muta, se desprecia, se aterroriza, se reduce a premio, usos, consumos, escalafones tipo liga de fútbol criminal, ringorrangos académicos carcamales. Porque para una visión capitalista, de mercado y especuladora bancaria, todo ha de tener precios, cuantías, saldos, debe y haber, montos, tasas y toses. Y cuando digo todo hablo de lo más sagrado hasta lo más vil.

Espero que con la palabra poesía se refieran a la muerte en ellos de la misma. Ahogada en sus sucias bocachas de propagandistas del Mal, le Mentira, lo Feo.