Cuando despertó pudo comprobar que su amada tenía el lunar de la cara en el otro lado. Luego fueron los anillos de las manos. O tal vez las mismas manos, cambiadas de sitio. La derecha donde estaba la izquierda y viceversa... Asimismo los pechos, los ojos, los hombros y hasta las aletillas de la nariz, por no precisar las aletillas de la zona íntima, o salva sea la parte y arte. Cosa que le creó una extraña manera de alegría y tensión viril. Después se dio cuenta que ella, que era diestra, usaba zurda. Las orejas estaban en partes contrarias... Eso sí, todo mejor colocado que antes de que se diera cuenta de los cambios. Sus bamboleos de cadera iban de otra forma diferente, contraria, agraciada, insinuante y to eso, y sus rodillas estaban cambiadas. Aparte de los zapatos.
Todo le proporcionó días de observación minuciosa del cuerpo de la señora, observación de la doña y sus revoluciones en la forma. Milímetro a milímetro, poro a poro, beso a beso, abrazo a abrazo, trazo a trazo. (De otras cosas no parla el autor, ni aludiré yo). Explorador constreñido a un mundo que lo asombraba, por su diferencia abismal del talle anterior. Aparentemente era la misma. Y sólo alguien que la hubiera explorado antes sabría la diferencia. Y el era en héroe conquistador y explorador de aquel mundo nuevo, aquella américa, cielo, gloria, vergel, empíreo...
Ir sabiendo que ella tiene gustos y gastos diferentes, besos diferentes, sabores distintos, risas, rosas y mohines distintos y distinguidos.... Es como si fuera otra prójima. Está con otra mujer opuesta. Y él, que iba a pedirle el divorcio, espera, espera... Porque esa tipa varia le atrae, encandila, aoja, alucina, embelesa, hipnotiza, ofusca, fascina, engaita, hechiza, engolosina, capta, cautiva, arrebata, absorbe, agrada, conquista, granjea, polariza, empuja, tira y tironea, hala, gravita, fuerza, acerca, aproxima, junta, acarrea, cautiva, embabia, empapa, embebe, aspira y lo traslada, se siente y se sienta con ella mejor, se le enamora. Y sería un fin amable.
El otro sería que ella descubriera su diferencia, si no la sabe ya. Amable para otros.
Y una tercera opción: que la ninfa en cuestión, transformada, se percatase de que él también tiene en posiciones distintas las puntas de su bigote, sus cataplines, los dientes... Son otros. Simplemente que se dan cuenta que son otros.
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.