Seré breve, pues lo que expongo son certezas, absolutamente racionales, para cualquier persona inteligente, con valentía y honestidad, sin miedos al Poder y al Capital, sus Castas de servicios o Manijeros, y sus consecuencias contra la vida, la sabiduría, el amor. Y hablo del arte, sobre todo el arte, manipulado como parte del Dinero y del Espectáculo que avasalla. Convertido en mera Mercaduría y valor de cambio y especule.
Titulo esto así: histriónicos, como sinónimo de falsarios, trapaceros, pamplinas y engañifas. Véanse los significados, en ese orden, de la etimología de histrión. Es lo certero, para nombrar a la turba no parva de facinerosos degustadores de esas payasadas de bufones en todas las cortes y para todas las cortes del Negocio, de la Banca, el Capital y toda la trama urdida para mantenerse incólumes en esos dominios, mediante esos tejemenejes de escrituras oficiales, que se venden como rosquillas, como cualquiera de sus insulsos productos, para asilvestramiento de la caterva mayoritaria, que esté acallada y quieta, atontada y consumista. Pues lo mismo que se dedican a interpretar la historia, o más que interpretarla, adaptarla para bendecir lo impuesto, también se dedican a manejar al arte, las artes, para daño del común. Así con el arte de la novela, como con el de la vida cotidiana. Y por tomar un ejemplo hablo de la comida: dan todo envasado o embalsamado y hamburgueseado, y todo historiado como novela.
Está más que demostrado que los llamados periodistas e historiadores son el clero moderno y liberal que ampara la enorme Mentira de Poder y Capital. O sea, quienes se trajinan el coco y la mollera del personal para que acepte lo que se impone económicamente, socialmente, políticamente, sindicalmente, académicamente, virtualmente, deportivamnente, turísticamente y todo lo que atasque la mente, hasta llegar a lo más íntimo de la vida diaria o cotidiana. Son el aparato de propaganda y publicidad de todo este Sistema que ahora anda en eso que llaman Crisis o Catacrás. Como si fuera una moda de sus modos. Y que evidentemente pagan los que han sido y son dominados por la patraña periodística e histórica, al unísono y servicio de los de Arriba.
Habría que añadir, a periodistas e historiadores, los sociólogos y similares oficios de servicio y prédica, para favor, del Mal y para el Capital, entre otras cuchipandas y ornatos de Periodismo e Historia.
Así, no es raro que en estos tenebrosos tiempos, de espectáculo inane y anulación de mentes pensantes y libres, por parte de esas hogueras inquisitoriales del comecocos y zampabollos histórico y periodístico, se esté dando el zarpazo de fiera corrupia, para instrumentalizar, al arte, o las artes, al servicio y renta de esos agibílibus llamados Historia y Periodismo. Ya se sabe, la ética es su estética (o viceversa) o el uso de la estética para ornar sus maldades y fines. Ya que en sí mismos son nada, y necesitan respirar y ser por otros. Vampiros como son, el periodista, el historiador y sus aledaños, de otros saberes que anulan y manipulan para servir al Amo y Maestro en vampirismos y dominar la gente. Y por ende, ¿qué mejor instrumento que las artes para esas partes? ¿Qué mejor sangre que la de la estética artística, valga la cierta redundancia, para urdir sus tramas y usos de servicio al Mando, en las cabezas de la gente? Pero no ya artes sino su sometimiento y servicios, exclusivamente, para el Amo. (Me resuena todo esto, que me digo, a la magnífica novela de creación auténtica de Bram Stoker, Drácula, sin los manejos del cine o similares, claro).
De este modo, en esas, no es extraño que cosas como la novela histórica tenga predicamientos inusuales, victorias futboleras, éxitos de taquilla y trueques y traques, trankazos, como actividad presuntamente intelectual, e incluso artística, cuando no de altos ringorrangos y prestigios, premios, ligas, medallas y cartapacios de éxitos, pues sirve al Amo, repito. Y el Amo les da su bendición urbe et orbi para su mejor servicio. Que esto era lo que criticaba Cervantes, como maldición de la novela de caballerías en tiempos de ganapanes y villanos supremos por las alturas, que no caballeros donosos y justos. Pero nada, que citar las intenciones de Cervantes no lo entienden los garrulos y chupaceites al uso, escribanías cansinas y machacantes. No es raro que uno de sus caballeros sea al mismo tiempo periodista e historiador, amén de académico honroso, enriquecido con ese afán de la novela histórica a machamartillo: un tal Pérez. Y digo novela histórica a machamartillo, como antes repercutía la novela del oeste o sentimental; pero en su sitio, o sea, sin subirse a la parra de lo que no era, sin subvenciones ni amparos institucionales, sin bendiciones de la gente que supuestamente sabe, que ya no sabe ni donde está, y sin esas alcurnias desmedidas y rastreras de predicar lo impuesto, repicando tan en botija. Como es gustirrinín de la Historia en pleno esplendor. A mayos Historia más hambruna de saber, valer, ser y amor.... Por lo mismo no es extraño que surja la poesía histórica como gusto del personal doméstico y domesticado para servir. Ni es menos raro que flote la escultura, pintura, música, teatro, y aun todas las siete artes clásicas, como tareas históricas o adjetivos sustanciales (tigre vegetariano), del meollo histórico de pro. Curioso sería ver la foto histórica, la gastronomía histórica, el arte del pedo histórico, el porno histórico, la puñetería histórica y todo así de carcundio, todo en esas latas de conserva para cebo de la tontuna votante y botarate a los mismos de siempre. La Historia como mera interpretación del pasado y jamás para cambiar -de raíz- este presente amarrado a ese duro banco de atrás para el futuro.Ya que todo lo histórico es bueno y santo y, sobre to, mu intelectuás. Sobre todo que gusta, que eso es lo que importa, según ese ramalazo descarnado del Periodismo llamado Publicidad o Propaganda. Gusta, como el tocino de veta o un churrasco de cerdo braseado, un cansino partido de fultbolería o ese tonel de bebistrajo llamado cubata, entre las manos. Me gusta, dicen sin sentido.
Andamos, así, aquejados de una honda y profunda Crisis, que recuelga antes que la Crisis económica atizada por los que nos mandan y dominan, y que la justifica y zambulle alegremente en las molleras del personal obediente y gustoso del novelerío histórico, que también sirve para alienar, mantener al margen de la verdad ardiente de este momento, con traslados históricos a un marco falso que aduerme, aleja y entretiene, mientras los provocadores de la Crisis económica triscan, trincan y estafan y se van de rositas. O sea, cumple doble renta eso de la novela histórica: amaña la mentira de la trama de todo, chulea al arte y encima entretiene y agilipolla al personal, que la recibe doblada y penetrante, sibilina y supina, entre sus poderosas y votantes ancas estirancadas. Y este tinglado de Dominios y Estafas se fortalece, soltando el veneno seminal en las entrañas mismas. Mamporreado y arreado por los escribanos de esas aguas sucias. No me extraña que ganen las derechas. Ahí está el PP$OE pimpante y rutilante, tras maquinar ese trallazo histórico del recorte de derechos sociales de la Constitución Española, corte, recorte y acorte de todos los demás, aparte de bendecirlos. Y es sólo el guión del inicio de lo que sobreviene.
Y es que este personal que va de creador, escribidor, autor o escritor no se ha enterado del Quijote, al que no han leído ni por error, y menos aún entendido, que deletreado no lo dudo. Y tras ellos sus lectores arrebañados o arrebañitados, sorbidos o abducidos, que queda mejor. Estos escribidores de novelas de aventuras históricas, en marcos turísticos y de museos incomparables, a lo espectacular de waldisneyss, que enloquecen a la gente que les gusta, no son de la cuerda de Cervantes, ni aun escribiendo en castellano. No maquinan ni cavilan a derechas la realidad tremenda que denuncia don Miguel de Cervantes Saavedra, que es la triste realidad que ellos traman y cuecen día a día, perpetrando historias enloquecedoras y alienantes de toda persona, aherrojando libertades y solidaridades en aras del utilitarismo del arte de la escritura para un valor de cambio y nunca de uso del Capital y de sus Poderes. Ya, ya supongo que esto que les atizo les trae al fresco. Ellos -con mentalidad futbolatera que usan- están del bando y banda de los vencedores y del primero de la liga.
No es de extrañar que los que montaron el inmenso negociete de las olimpiadas de Barcelona, en su día, contrataran gentes, de estas famosas del noveleteo, para que escribieran novelitas históricas y turísticas, cositas de museos y turismos, como que así, para vender bien el evento del pelotazo y especulación deportiva, que esa es otra. Han convertido la alegría sana y pura del juego en competiciones a muerte, llamadas ligas de fútbol y similares. Como han convertido la del donoso arte de la novela moderna, inaugurado por Cervantes, en algo chinguichangueante, motejado de histórico. Desde luego que cordura, de esa de la malaleche del Poder y el Capital o Dinero, no les falta. Como al barbero y al cura cervantinos.
Y los malos escritores, los falsarios son los que se resisten, contra toda lógica, libertad, dignidad y respetos, a reconocer que el arte no es un vale de cambio o billete, sino de exclusivo y personal uso sin rentas pa nadie. Y que el arte de la novela no debe ponerse al servicio, y vicios, de historias, opiniones ni creencias, y menos como guinda del pastel de los Negocios, para engordar culos de los de Arriba, sino para trallazo de justicia en sus fauces de vampiros, en todo caso.
Entradas
