5 de agosto de 2008

MAL VARIO, O LA PAZ, MUCHA PAZ


La verdad es que puedo decir que tengo un amigo y medio. No es una forma de ser gracioso, no. Digo en verdad, que la amistad tiene difícil existencia. La gente, bueno no, la gentecilla de mala calidad y lindando con los animales, en su sentido perverso o mejor, digamos, los tontos que se agarran a un clavo ardiendo, está abotargada en tareas de estar en paz de cementerio y otras lindezas, que no tienen tiempo para amar, ni tan siquiera para tener esa paz anhelada por la que no aman. Y que amando, si alguna vez hubieran amado, tendrían con sobras.
Ser amigo de alguien es serlo en toda situación, sea cual fuere y como fuere. Si se ama no digamos, que el amor supone un alto grado al de la amistad. Si es posible. Pero ya lo veo y lo sufro, al verlo, que hoy se dice alegremente que se ama; pero a la carta, eso sí. Se ama mucho y con esa pasión aprendida en las pelis diversas (que es el cine mala escuela de vida y más de amor o amistad), pero siempre dentro de un orden. Y ese orden es el de que si algo le va mal al otro, que se joda, que entonces no se le ama ni se le tiene amistad, ni nada de nada. Ni pan ni agua, y no digamos comunicarse, que si el otro anda mal, le van mal asuntos, tiene mala suerte, le suceden cosas no agradables; pero coyunturales…, entonces no se le puede amar, menos tener una amistad y que se pudra y se le zahiere, aparta, se le ignora y se le ofende si fuera necesario yo se le elimina con diligenica presta o, una vez usado para lo que se quería, se le tira como una compresa o un condón. Y por lo tanto el rechazo sera inmediato. Tan superficial como lo fue el amor y la supuesta amistad. Y pasará enseguida a la lista de enemigos y culpables de nuestros males últimos y amenaza de nuestra paz de cartón piedra. ¡Qué vaya paz de mierda se ha de tener si vicisitudes ajenas y coyunturales la amenazan! Pero eso queda bien y redondea el egoísmo infantil del que nunca se ha salido. Y ese bosque impide ver los árboles…
Podía seguir haciendo el retrato de una cierta forma de ser y estar de no poco personal zombi del mundo actual. Es lo que llaman los grandes clásicos, cada día más ignorados y menos estudiados, la alienación del individuo en la vida cotidiana y sus consecuencias, para que la infraestructura, bien engrasada, del sistema capitalista y mercantil funcione, y manda a la caca, como excrecencia, a todo lo que no alimenta... Y a estas alturas uno sabe ya que a ese personal lo hacen los poderes establecidos, desde la cuna a la sepultura, como diría Quevedo. No surge por generación espontánea, por esporas, ni es la víctima de carencias o problemas sicológicos, que no, ni de otros asuntos, que no remedian al mal que hacen. Aunque lo expliquen muy bien.
Porque se trata del mal, por mucho que se analice o justifique ese mal. Que hay mala gente que hace una guerra sorda y clandestina en el día a día, y fusila cada dos por tres a gente con la que entra en relación. Que los fusilamientos no tienen que ser ante paredón necesariamente, ni con tiros, ni con apunten y disparen... Que no. Basta mirarse el ombligo y suspirar por la paz y otras estupideces embrionarias, imprecisas, insolidarias y tontas para mandar gente a la fosa común de los muertos por fusilamiento cotidiano.
Hay quienes relativizan al mal. Yo mismo lo hice, y puede que lo haga, en mi voluntad de afirmar de que el ser que somos es uno, bueno y bello, como dice la ontología aristotélica y sus muchas escuelas (que ya nadie estudia con devoción, interés…). Que a eso no llegará jamás el budismo ni por error, ni el zen u otras cosillas mal digeridas de gente acebollada y novelera en un mundo terriblemente mercantilizado, capitalista excesivo, promotor del odio al otro si es diferente en su ser al corte con que se viste la gente de orden y paz, la de en su casita tranquila y callada, que se hace más daño, mucho daño, todo el daño, daño.
Sí, el mal es la estupidez, y la estupidez anida en molleras que, para la llamada normalidad, parece que no son estúpidas, y nos dan el pego con amaños, inteligencias, desarrollos, postizos, incluso con coeficientes intelectuales o disposiciones y enfermedades nuevas que justifican que si uno es malo lo es por su enfermedad, justificando el mal que hace y dándolo por bueno, incluso marginando y criminalizando a quien se queje de ese mal y lo denuncie, trate de poner remedios…

Siempre he pensado que eso es el mal, la tontuna, la gilipollez, la necedad enmascarada de persona normal y aparente, la torpeza, memez, simpleza, imbecilidad, el idiotismo, la sandez, lo estólido, estulto, bobo pero que se agarra, la mentecatez que es lo vano y vacío, lo botarate y ganso, pueril, majadero, esa cosa porra y lela, zopenca y beocia con sobras.
Por ello las personas con inteligencia sólo se granjean desdichas y a mayor cacumen más desamparo. Hoy absoluto, pues los tontos están protegidos, y son la larga mano del poder para imponer su orden. Eso claro.
Aunque más bien diría las tontas manejadas y útiles. Toda esa caterva de féminas que cree que desde el poder imperante se van a librar del orden machista porque les deje mangonear y nadar libremente en sus valores y para los valores del macherío que las iguala como patrón... Creyendo que la libertad consiste en ser macho y tener los valores que el macho, los cargos y empleos del macho, los votos del macho, la cosa del macho que es la cosa del Capital, el Estado y el Mercado del macho. Eso sí, to mu femenino. Mucho.

5 comentarios:

  1. Anónimo1:29 p. m.

    Es muy cierto; la amistad con demasiada frecuencia está ausente. Y donde creías tener un amigo tienes un enemigo. Cierto, muy cierto.
    Y es que la libertad no está en nuestros fundamentos. No somos libres. Y sólo desde ese fundamento puede darse el respeto, el afecto,la amistad,el amor. Esa falta de libertad no es un asunto de "los otros" ni finalmente y en lo fundamental algo que nos venga impuesto y nos pueda ser arrebatado. Naturalmente en toda sociedad y convivencia siempre hay un ; "tener que adaptarde". No vivimos solos. Existe el otro. Y eso está bien, así salimos del mirar eternamente nuestro ombligo. Eso es sano. Eso no va contra nuestra libertad sino al contrario. A no ser que en ese adaptarse nos veamos llevados al punto de perder nuestra integridad y dignidad.
    La libertad última y la única que está ahí para todos como la luz del sol...y la única que nadie nos puede arrebatar jamás es la de decidir libre y conscientemente el cómo decidimos vivir las cosas que nos van aconteciendo en la vida. Y en este punto hay que estar muy alerta a no ser reaccionario. O sea, a no responder influidos por ese condicionamiento biológico tan fuerte que habita en todos que es el de estímulo-respuesta. Ya que si estamos siendo influidos para actúar o decidir pues naturalmente esto no se hace desde la libertad. Por ejemplo, alguien puede hacer algo que nos duele, nos daña ...aunque no sea de una forma real sino ideal como cuando alguien ofende a nuestro amado ego por algo que dice o hace..entonces y ahí debemos atender, si es que nos importa ser libres, y no responder bajo la influencia de ese otro; atacando, juzgando y arremetiendo contra él ...en definitiva reaccionando y cayendo así bajo el jugo de la influencia de cualquiera y de la esclavitud de nuestros propios condicionamientos...El reaccionar es un actuar político en el mal sentido. Y es el recurso de los políticos y de esta sociedad del Poder...para influir y manejar a todo el que se deje. Pero para eso TODOS tenemos inteligencia y una consciencia ...aunque algunos decidan no utilizarla; ¡siempre es más cómodo dejarse llevar y no tomar las riendas de la propia vida!
    Por eso veo en esta entrada que haces y en otras algo que me resulta contradictorio con otras cosas muy lúcidas que desarrollas y es que acabas cayendo en lo que criticas. Es reaccionario acabar arremetiendo, juzgando y atacando a "los otros" en defensa al fin y al cabo de uno mismo o de su particular verdad: los otros son los malos y los estúpidos y estúpidas y acebollados etc....y uno y los que se identifiquen con uno los buenos y las víctimas inteligentes......de los malos!
    ¡Ya estamos!.Ya hemos creado dos bandos que siempre están en guerra....Barça-Madrid...Izquierda-derecha...u otro muchísimos...
    Otra cosa es atenerse y ocuparse de investigar y querer conocer en profundidad hechos, cosas y personas.....sin partidismos.
    ¡Pero es humano!.
    Y creo que todos caemos en eso. La libertad es un asunto muy árduo.
    Creo que me extendí demasiado.
    Gracias por este espacio
    Y mucha salud!

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  2. Anónimo4:37 p. m.

    Bueno, anónimo, creo que juzgas demasiado severamente el artículo. Creo que la impasibilidad que tú postulas es muy difícil de mantener en este mundo infame en que vivimos. Gritar, e incluso provocar de vez en cuando, puede ayudar a liberarnos.

    Derecho al pataleo, se llama. Considerar a los otros -ahí empieza toda ética, como bien apuntas- no significa tolerales cualquier cosa. Respeto sí, no tolerancia, como díce García Trevijano, otro gran vociferador si llamamos así a los que acusan sin piedad y señalan con el dedo a todo el que lo merece.

    En fin, sólo añadir que leo siempre al Poeta, aunque no comento mucho (tal vez porque la mayoría de sus post son tan personales que no sabe uno por dónde incarles el diente).

    Saludos.

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  3. Anónimo6:01 p. m.

    Bueno, no hablo exactamente de impasibilidad sino de un actuar que nos libere y no nos arroje eternamente al enfrentamiento infructuoso.Y sí, de acuerdo en que no es nada fácil en un mundo tan cruel como en el que vivimos.
    ¿Pataleo?, ¡hombre sí!.Patalear es inofensivo, necesario y sano. Como también lo es el gritar. Irse, por ejemplo, al rompeolas y berrear y gritar ahí toda tu furia y dolor arrojándola fuera para liberarla y para que no haga daño ni a uno mismo ni a los demás.
    Ah, y sí es cierto y estoy totalmente de acuerdo en lo que dices: Respeto sí pero no tolerancia. Por tanto hay que dar luz a lo que es injusto, corrupto...etc.Y no tolerarlo jamás.
    Y también de acuerdo en lo personal que es el Poeta y su obra. Muy personal.
    Más saludos

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  4. Querido anónimo: No suelo tener contradicciones mayores, a no ser calculadas. En mi búsqueda de la verdad, o verdades, todo peldaño es provisional, síntesis imperfecta, perfectamente perfectible, eso sí. En todo caso la de las entendederas de quien me lee y sus limitaciones, o interpretaciones, al hilo de su opinión y creencia, que como debes saber es nada o no son nada a efectos de conocer y saber lo que llamaremos verdad, en el sentido que apunto. No me pringues en ser dicotómico, bipolar o creador de dos hemiplejías…, contumaz tendencia a la que tira todo aquel que quiere mentirme, esto es, anularme y perderme en el magma casposo y graso de la vulgaridad de la chusma arracimada en dos polos, comiendo hamburguesas y bebiendo cola. Lee bien y lee con inteligencia. Y cuando digo esto no establezco que hay inteligentes y no inteligentes, no, yo no establezco eso. Hay escalas y lo diferente, como una piedra, por ejemplo, a la que no puede meterse en ser inteligente o no…
    No digo que “los otros sean los malos y los estúpidos y estúpidas y acebollados etc....y uno y los que se identifiquen con uno los buenos y las víctimas inteligentes......de los malos!”. Lee bien. No hablo de miyomimeconmigo como pareces entender. No, ni de lejos. Hago una reflexión en torno a la falta de valores de compromisos, como el amar, el liberarse de la mujer, la perversa relativización del mal que está produciendo perversos males sociales y que afectan a la vida cotidiana y las relaciones interhumanas de la vida diaria, contra el todo vale en esos ámbitos y en defensa de un superegoísmo consumidor, para el que el otro no es más que un objeto de consumo y vampirismo de usar y tirar según puedan dictar las meninges, evidentemente zotes y por ende malas, del consumidor en ese sentido.
    Y tengo muy claro que lo malo es la falta de inteligencia-, y de eso se deriva la maldad, la negación del ser (humano), de su belleza y de su bondad. Que eso vengo a decir. Y de lo que no. Los hay también mediopensionistas, o sea que ni fu ni fa, como la piedra berroqueña esa que digo…
    Por lo demás, si está interesado vea: http://afrentadetarpeya.blogspot.com/

    Planteo todo eso en pormenor, y sobre un tema o un asunto determinado, como es el apasionante mundo de la condición femenina precisamente. No soy tan vulgar como para caer en dicotomías simples. Eso tal vez estriba en las limitaciones o tendencias y gustos de los lectores.
    De todas formas muchas gracias por tu comentario, que tanto me alecciona, no obstante.

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  5. Anónimo2:55 p. m.

    Muchas gracias por su respuesta Poeta.
    Sí, lo más seguro es que lo que percibo esté afectado por mis limitaciones. Por eso ,igualmente, mis "verdades" son provisionales también...hasta un mejor y más afinado ver y percibir.
    Y ...¡ lo siento ! no pretendía aleccionar. Sólo expresame.
    Gracias de nuevo
    Salud

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.