Sea cual sea la irreverencia, me parece un acto salvaje, propio de un juez, un fiscal, un político o un periodista, sabido es mi razonado asco a esos estamentos de poder, la salvajada de secuestrar una publicación, siempre que no se agreda a alguien particular. Y el señor príncipe no lo es, es público y notorio.Además, si aparece haciendo algo gozoso y bueno, como es la coyunda con esposa, pues bueno es. Es un reverente acto de amor para traer niños al mundo, y ganar de paso 2.500 euros. ¡Qué haber si se anima la peña zapatera..!
Si de la conversación en coito, o del monólogo que se tiene, se deduce que se le llama vago, pues no deja de ser opinión o creencia del dibujante de la viñeta, siempre discutible. Yo desde luego pienso que el señor príncipe trabaja a destajo en esos menesteres, que me parece muy bien.Así que haremos cientos de caricaturas, en esa línea, contra el juez, ese del Olmo, los jueces en general, los fiscales, los políticos, los periodistas y demás hierbas públicas y notorias, famosos de la tele y los tele(les)diarios, en este sitio.
¡Viva la libertad!
¡Viva el fornicio!
¡Vivan los dos mil quinientos euros!
¡Vivan los niños!
¡Viva el fornicio!
¡Vivan los dos mil quinientos euros!
¡Vivan los niños!
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¡Desde luego, lo que tenemos que ver a estas alturas de la vida!
ResponderEliminarEn vez de ofenderse por que la parejita de marras copule, deberíamos ofendernos por la nimia cantidad de dinero que nos darán el día que seamos padres, por el hecho de que mucha más gente que ellos lo necesita , tantas y tantas cosas por las que rasgarnos las vestiduras que esto es algo nimio.
Al menos ha servido para animar un verano de lo más tedioso :)