iza la morra del amodorramiento
amontonado y amojonado para otras
amontonado y amojonado para otras
en que el chulo la sumió sumergió
camelándola de entre su matrimonio
abismado empapado zozobrado
abismado empapado zozobrado
de haber naufragado en ese infierno
de la barca cama conyugal que creyó libre
halló majo rufián como amante
galán tórtolo querido barragán
galán tórtolo querido barragán
prometiéndole el oro y el moro
aparte del morro concubino
aparte del morro concubino
y no lo que su marido otorgaba
por contrato connubial
ella vio y vivió que ni chulo
ni marido ni amante ni rollo
ni oro ni moro ni morro
ni libertad sexual que no era sino mercado
marcado emporio zoco o baratillo
marcado emporio zoco o baratillo
la desamodorraban sino lo contrario
del laberinto dédalo confusión
maraña enredo embrollo
caos lío meandro tortuosidad
del laberinto dédalo confusión
maraña enredo embrollo
caos lío meandro tortuosidad
sopor e insensibilidad iban a coma
colapso letargo estertor
congoja pena espanto angustias
colapso letargo estertor
congoja pena espanto angustias
se comía todos los marrones del mundo
se desvirtuaba y desvivía como mujer
toda quijota ella de amor a la pompa
a fastos festorrios teatros y músicas
toda quijoteada pura entera
que no es bien sino enfermedad
tumefacta muerte de su alma
colgada toda de embeleco
chasco burla gitanería camelo
frustración trampa enredo
disfraz pretexto señuelo
truco picardía fraude
argucia superchería embuste
astucia artificio engendro
congestión de su aliento su ánima
azorada ausencia de su soplo
embarullado y chapuza del ánimo
tumescente suerte de su alma
toda quijota ella de amor a la pompa
a fastos festorrios teatros y músicas
toda quijoteada pura entera
que no es bien sino enfermedad
tumefacta muerte de su alma
colgada toda de embeleco
chasco burla gitanería camelo
frustración trampa enredo
disfraz pretexto señuelo
truco picardía fraude
argucia superchería embuste
astucia artificio engendro
congestión de su aliento su ánima
azorada ausencia de su soplo
embarullado y chapuza del ánimo
tumescente suerte de su alma
NOTA: Se entiende por bovarismo el estado de
insatisfacción crónica de una persona, producido por el contraste entre
sus ilusiones y aspiraciones (a menudo desproporcionadas respecto a sus
propias posibilidades) y la realidad, que suele frustrarlas. El término
fue utilizado por primera vez por el filósofo francés Jules de
Gaultier en su estudio Le Bovarysme, la psychologie dans l’œuvre de Flaubert (1892), en el que se refiere a la novela Madame Bovary
de Gustave Flaubert, en concreto a la figura de su protagonista, Emma
Bovary, que se ha convertido en el prototipo de la insatisfacción
conyugal. (Fuente: Wikipedia).
Adjetivo derivado del apellido de la protagonista de Madame Bovary,
novela de Gustave Flaubert, que acuñó J. de Gauthier para designar un
estado de ánimo caracterizado por la exaltación enfermiza de la
imaginación. Aquejada de este mal, debido a sus lecturas juveniles de
novelas románticas, la protagonista del relato se suicida, incapaz de
soportar la vulgaridad que le rodea. El estereotipo creado por Flaubert
vuelve a ser tratado, con más o menos variaciones, por otros novelistas
de finales del siglo XIX, como Clarín en La Regenta.
Y me parece que el bobarismo sigue, distintas épocas distintos bobarismos pero siempre la misma mediocridad del ser humano, esa que lleva a otro a querer quitarse la vida, tremendo no?
ResponderEliminarComo siempre, me sorprendes, bonita entrada, disfruto y reflexiono
Un abrazo
Qué novelaza, Madame Bovary, y qué bien logrados todos los personajes en sus debilidades y en sus fortalezas. Tiene la nitidez de un informe clínico, una claridad brutal. Siguen habiendo bobarisas y está muy bien hallada la conexión indudable con los quijotes más desengañados. Probablemente no te importará que reproduzca tu poema en mi blog -aunque con estoy de la SOPA- igual nos metemos en líos.
ResponderEliminarUn beso,
Marta
gracias, amiga Marta, muchas gracias..., clà que puedes reproducir ese poema, o cualesquiera parte de mi sitio, citando procedencia y autoría, donde estimes..., una gran novela sí, y de más calado del que estimamos en los personajes y sus cuitas diversas, la he relacionado siempre con un cierto quijotismo a lo famenino, porque ser quijote no es algo idealista grandioso y así, sólamente, sino estar chalado y hacerse daño con la chalaúra, de paso, pero no creo que con el lío nos metamos en la SOPA,
ResponderEliminardos besos
agustín