-¿Entiende que un obrero en paro o un mileurista vote a la derecha?
-Claro que sí, es lo más normal. Eso de que los dominados son rebeldes es una mentira piadosa. Cuando la gente está dominada y, no lo olvidemos, tiene que comer, no se puede permitir ser rebelde.
De una entrevista a Julio Anguita
Mi padre manda a mi madre, mi madre me manda a mí,
De una entrevista a Julio Anguita
Mi padre manda a mi madre, mi madre me manda a mí,
y yo mando a mis hermanos. Todos mandamos aquí.
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Lo dice Julio Anguita en esa entrevista. Pero los habemos rebeldes y aún revolucionarios que, no por ser dominados, marginados, de todo y todos, votamos o aguantamos derecha alguna. Aunque también lo paguemos muy, muy, muy caro, como ya contó el mito de Prometeo. O el mismo de Cristo, que ahora no está de moda contar, pa esos culturetas que pretenden ignorar lo mejor que se ha dado en la historia de los hombres, y la afianza de sus libertades, dignidades personales, saber, valentías y amor. Y por ahí ya tendríamos tema de reflexión del dominio de la Moda y sus Modos, por ejemplo, en lo que se llama vida cotidiana. Y otros mitos y gestos, que se olvidan y que la mollera de la casquivanez humana olvida, olvida y olvida. Con la ayuda de los periodistas e historiadores que, como hormiguitas, forman hileras para acumular dolor y mentira en la caverna de la cabecita de los dominados, asolados por ellos mismos las más de las veces. El fuego de la sabiduría, la verdad y la belleza no se regalan nunca, y menos la vida plena en libertad, igualdad y amor. Se arrebatan, no como rebeldía sino como revolución de fondo. Porque hoy se le llama revolución a cualquier cosa, sobre todo a las algazaras de ajustes del Capitalismo. Y hay unas diferencias inmensas entre rebelde, revolucionario, revoltoso... No dejo de olvidar ese memorable libro, mangado en su día en unos grandes almacenes, como quien roba el fuego, de Octavio Paz: Corriente Alterna: las drogas como crítica radical d ela comunicación, el fin de la modernidad y la vanguardia en arte, las dificultades de ser ateo en occidente y deísta en la India, la revuelta en el tercer mundo, el lenguaje como expresión de la comunicación, la evolución de la palabra revolución y de las revoluciones, la aparición en todo esto del individuo y su yo interno...
Lo dice Julio Anguita en esa entrevista. Pero los habemos rebeldes y aún revolucionarios que, no por ser dominados, marginados, de todo y todos, votamos o aguantamos derecha alguna. Aunque también lo paguemos muy, muy, muy caro, como ya contó el mito de Prometeo. O el mismo de Cristo, que ahora no está de moda contar, pa esos culturetas que pretenden ignorar lo mejor que se ha dado en la historia de los hombres, y la afianza de sus libertades, dignidades personales, saber, valentías y amor. Y por ahí ya tendríamos tema de reflexión del dominio de la Moda y sus Modos, por ejemplo, en lo que se llama vida cotidiana. Y otros mitos y gestos, que se olvidan y que la mollera de la casquivanez humana olvida, olvida y olvida. Con la ayuda de los periodistas e historiadores que, como hormiguitas, forman hileras para acumular dolor y mentira en la caverna de la cabecita de los dominados, asolados por ellos mismos las más de las veces. El fuego de la sabiduría, la verdad y la belleza no se regalan nunca, y menos la vida plena en libertad, igualdad y amor. Se arrebatan, no como rebeldía sino como revolución de fondo. Porque hoy se le llama revolución a cualquier cosa, sobre todo a las algazaras de ajustes del Capitalismo. Y hay unas diferencias inmensas entre rebelde, revolucionario, revoltoso... No dejo de olvidar ese memorable libro, mangado en su día en unos grandes almacenes, como quien roba el fuego, de Octavio Paz: Corriente Alterna: las drogas como crítica radical d ela comunicación, el fin de la modernidad y la vanguardia en arte, las dificultades de ser ateo en occidente y deísta en la India, la revuelta en el tercer mundo, el lenguaje como expresión de la comunicación, la evolución de la palabra revolución y de las revoluciones, la aparición en todo esto del individuo y su yo interno...
No
aceptar eso, del fondo del dominio, culpar personalmente al dominado, se derrama en otras cuestiones de la vida cotidiana, y ser
contra Eso, contra el Amo, se paga tan caro que to está muy atado. Y sólo la
valentía personal puede romperlo; pero no contra la cabeza de tu igual o
compañero, amigo, familia, gentes sujetas y avasallada, sino cambiando Eso con
paciencia, saber... Sobre todo paciencia y humildad. La soledad de todo revolucionario en verdad es
la garantía de su buen camino. Soledad dura donde las haya y mítica. Por ello
aludo a Prometeo y mitos similares. Y no me refiero sólo al campo
económico-político-social,
no, que ese campo infecta otros de la vida afectiva, social, cultural. Se tiene que tener la suficiente entereza y saber como
para diferenciar, porque algo que no se dice nunca es que, en esa
situación de dominio, de gente abusada, servil, poseída, enyugada, esclavizada, mandada, sujetada, apremiada, enseñoreada, tiranizada, abusada, la propia gente se atiza a ella
misma con todo eso en sus vidas y muertes cotidianas, desde la cuna a la cama o la mortaja, y a los otros alrededor los maltrata con con esa situación, es la explosión pa dentro, no hacia
fuera con libertad, justicia y amor, rompiendo las cadenas del Amo, d ela situación y de la estructura inadecuada de fondos.
Y ese dominio se fundamenta en
ignorancias, miedos y odios, derramados en el día a día entre los
dominados por ellos mismos, lo que hace que la supestructura real,
sociopolíticaeconómica, que produce eso, permanezca incólume, intacta o a
peor. Pues se reproduce en la vida ordinaria ese esquema de dominios,
miedos, odios, ignorancias. Incluso en la vida de pareja, en el tajo, la calle, los bares, el fútbol, que es una hermosa arma de mostrarlo cínicamente, sin que lo vean siquiera los implicados en ese atroz juego, que no tiene nada de inocente, nada, y mucho de siniestro y que cumple el papel de resignación creando una mente bipolar que marca todo, incluso a los que lo detestamos. Se llama to eso alienación, creo. Pero de la güena, no de la del pobre loco de manicomios, que la de ese tal vez tenga también que ver con esta diaria que nombro, pero doctores tiene esa iglesia.
Tal vez uno crea demasiado en la palabra como hecho, como realidad viva, o vitalidad viva, que hace vivir, ser y estar, pensar. En un mundo en donde la palabra
se usa como Cosa, mero Instrumento servil del Poder, asilvestrada y
dominada, callada, cuando no impuesta, dictatorial, mentida, utilizada,
prostituida, cháchara huera d ela publicidad y la propaganda revuelta de este río que llaman vida. Por eso, como poeta, hacer arte por el arte, usarla como mero artificio hermoso y literal o literario, que eso quiere decir literatura, entre muchas cosas escondidas al común y vulgar dominio y dominados, sin
utilidades para nada ni nadie, limpia, libre, sabia, valiente y con
amor. La palabra es lo único que queda, como dijo un poeta. Sin eso
nada. Pues, como dice el Mito, la palabra se hace carne, crea el
mundo, nos recrea cada día, nos hace. Por eso adoro la obra de un Góngora, puro juego de luces y cohetería revolucionaria, puro color y alegrías del mundo y de la vida, entre otros grandes creadores. Callarla, en ese sentido de
ningunearla y utilizarla, a la palabra, es matar el mundo...
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.