Con las nuevas leyes educativas, en los últimos 25 años, con el uso político y partidista de la escuela, basado en ideologías sin ideas y sí intereses reductibles a Dinero y otros similares males, y por políticos partidistas a los que la enseñanza importa un bledo y no la quieren en libertad, ni para la libertad, la igualdad y la solidaridad, sino como lugar de formación de votantes, militantes de sus partidas, forofos, seguidores, tiralevitas y consumidores, carne de cañón para la cadena y condena del Capital y sus sucedáneos, trabajos, Bancos, Mercados..., en una sociedad autoritaria, capitalista, bancaria, mercachifle, futbolera, estamental, mandona en donde el voto, cada cierto tiempo, sólo sirve para fundamentar esa autoridad total y totalitaria, una sociedad a la que se le cae la palabra democracia todos los días de la boca, pero que nada dice, ni nada es esa palabra..., con unos sindicatos títeres o rallanos en la delincuencia social, asociaciones de papis y mamis votadoras de esa Canalla que manda y hace esas leyes y promueve y apoya esta sociedad y esos contravalores humanos..., han configurado los centros docentes, especialmente la escuela, como cadenas industriales de producción de personas, remedo de talleres de montaje, para un sistema de Dominio al servicio de la Banca, los Especuladores, los Mercados, la sociedad, dicen ellos engreídos, satisfechos, jacarandosos, cínicos y muy votados, eso sí, por millones de papis y mamis de alumnos, que aguantan el chaparrón escolar así inventado, soportado y gustado por ellos mismos. Que nunca la escuela estuvo sólo y exclusivamente en función de los niños que están formándose en ella, de manera libre, igual y solidaria: pero a día de hoy todas esas tuercas se han apretado totalmente. Y se pierden tiempos, energías e incontables alienaciones, en auténticas gilipolleces de discusiones sobre símbolos y signos como el velo islámico, si se lleva o no se lleva, si se deja o no se deja llevar..., en que si se dejan poner en la pared de las aulas crucifijos o posters del Bestis o del Che Guevara, o de un cantante cualquiera de fama... Pues para todos esos del Mando Supremo, los escolares son meros futuros ciudadanos votadores, consumidores, elementos de la cadena de montaje del Tinglado, repito. Todos alienaditos, calladitos. Cosas y nunca personas.
Escuelas comandadas por equipos directivos de trepas, en escalafones y privilegios, funciones inventadas y obsoletas de mucho especialista en esto y lo otro: sicotécnicos, sicofísicos, sicoleches, sicopedagogroguis, pedamaleantes, pedasicolechecitas... Y el acoso laboral como el uso correcto contra los docentes y maestros de a pie, a los que diariamente se arrasa en todos sus derechos y funciones, y se les maltrata en su trabajo, se les veja como personas. Que para esto está la hez de los chusqueros docentes: los de la función inspectora, los gañanes más criminales existentes entre el funcionariado. Los inspectores e inspectoras docentes. Dañinos del procomún como pocos. Con patente de corso y saltándose toda ley y norma a la torera. Eso sí, escondidos cobardemente tras el despachito y la cobertura de los políticos que los mandan.
De manera que los centros escolares los han hecho lugares en donde se reproduce, descarnada y cruda, descocada y bestial, la sociedad estamental, autoritaria, castrante, demoledora, partidista y partidaria de la calle, la tele, la tela y sus medios de infección, en crisis de todo valor y con el todo vale, la sociedad del trinkoneo, de la competitividad, nefasta siempre, de la persona, con la persona, para la persona, contra la persona. Y ese es el MAL RADICAL DE LA ENSEÑANZA..., con la elaboración y facturación de ese mal de los sindicatos mayoritarios llamados ccoo, ugt y asimilados o pariguales en el sector, las asociaciones de papis y mamis, que son correas de transmisión de los partitócratas dominantes, (pp & psoe). Y ese mal se escamotea, se ningunea, se oculta, se mata, se miente, se niega. Hay una caterva no parva de interesados en ello y en sus prebendas subsiguientes.
La escuela es la caja de resonancias de todos esos males sociales, de todos esos conflictos entre esas partes, que en nada deberían estar presentes en los procesos formativos y educativos de las gentes, de los niños... Tampoco sin olvidar el lucrativo negocio que supone esa escuela para los editores de manuales y material docente, que también tienen su parte de culpas. Y son los clientes de los políticos en mandos supremos.
Es urgente que gente valiente y clara, libre, haga una radiografía urgente de este estado de los docentes, especialmente de esos maestros destinados en zonas muy conflictivas por mor del mercado laboral de la inmigración, la pobreza... Es urgente revisar sus condiciones de trabajo, de sus presiones, expresiones y represiones, de su salud completa, de que dejen de ser chivos expiatorios de todo el Mal que se reproduce en la calle. No ya dentro del aula, no es eso, sino en el entorno inmediato de configuración estamental y autoritaria del funcionamiento de los equipos directivos y de inspección. Ya que la docencia tiene competidores criminales como es la tele, los medios, los que hacen negocio con la necesidad lúdica de los muchachos y muchachas, y etc., etc.
Es urgente que se tomen medidas y se ponga coto a su explotación y maltrato por todos los demás, que manipulan la escuela: directivos que no están al servicio de todos y para que todo funcione correctamente y pacíficamente, con un trato humano adecuado. Los terribles equipos de inspección, que son el puntal del todo mal actual en la cosa docente, lo peor de lo peor de lo peor, con patente de corso en no pocos casos, y orquestadores de los acosos laborales de docentes y maestros y de situaciones de crispación en los centros, no de resoluciones y vehiculaciones de conflictos, como es su deber, que debería ser único deber y trabajo, y no control personal de docentes. Basado en el diálogo ecuánime y no impositivo de la Administración de los Partitócratas. Y esos sindicatos que tragan y tragan, asociaciones de papis y mamis que apoyan a la Canalla y apoyan, y que no se enteran de nada ni por casual.
He buscado, me he encontrado esto, que llaman las Bienaventuranzas del Maestro. Me gustan. Y he recortado lo que pudiera rechinar en mentes con prejuicios de cierto tipo. Me quedó así:
Bienaventurado el maestro que, a pesar del riesgo de ser incomprendido, insiste en su trabajo; el tiempo dará su fruto.
Bienaventurado el maestro, competente y sabio, que pone su sabiduría en manos del destino, del futuro, de la utopía: llegará al fondo de muchas cuestiones.
Bienaventurado el maestro que, además de promover la cultura, llena de valores las mentes de sus alumnos: será forjador de la sociedad futura.
Bienaventurado el maestro que entiende su trabajo como una vocación: será una fuente inagotable.
Bienaventurado el maestro que, en su tiempo libre, recurre a la contemplación, la reflexión, la duda, la meditación, la crítica: se llenará de paz y de serenidad.
Bienaventurado el maestro que confía en las posibilidades de sus alumnos: se realizará vaciándose en ellos.
Bienaventurado el maestro que se actualiza y no queda desfasado: comprobará que las materias son las mismas, pero las formas es conveniente ajustarlas.
Bienaventurado el maestro que sabe compartir lo bueno y lo malo con sus compañeros: no se encontrará solo en la difícil tarea de educar.
Bienaventurado el maestro que, más allá de las calificaciones, mira a sus alumnos sonriendo y con comprensión: la empatía será la consecuencia, los alumnos también sabrán ponerse de su lado.
Bienaventurado el maestro que disfruta dando lo que tiene: será rico por lo que sabe dar y por cómo lo da.
Bienaventurado el maestro que vive y disfruta sembrando: recogerá de los demás lo que ha sembrado.
Bienaventurado el maestro que se implica en su trabajo con todos sus valores y capacidades: su compromiso será su mejor garantía.
Bienaventurado el maestro que se muestra tal como es: sus alumnos lo premiarán con la misma medida.
Bienaventurado el maestro que, con los pies en suelo firme, no se olvida la utopía, el espíritu, la vida: nunca le faltarán las fuerzas para seguir educando hombres y mujeres que vivan dedicados, no únicamente a ellos mismos, sino orientados a los otros.
Bienaventurado el maestro que, además de matemáticas, aprende a llevar a la pizarra los sentimientos que flotan sobre la clase: lo llamarán PERSONA...
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.