Puedo decir, tras algo de vida y experiencia, que la frase de Joaquín Costa de que España constituye un estado social propio de una tribu de eunucos sojuzgada por una cuadrilla de salteadores, no sólo no es exagerada, sino poco certera, ya que ahora es mucho peor.
Y en Extremadura ni siquiera los sojuzga, esa casta basta y bellotera, sino que -contentos- se entregan a una servidumbre voluntaria frenética para con esos salteadores.
Por ende tengo dos cositas seguras: no votar jamás en el pamplineo de votambres electoreras, y segunda no acatar ningún resultado electorero jamás, salvo aquello que me permita mi estricta supervivencia digna. Ya que ese gentío tiene la fuerza bruta de su lado. Tenga yo, pues, la inteligencia.
Y en Extremadura ni siquiera los sojuzga, esa casta basta y bellotera, sino que -contentos- se entregan a una servidumbre voluntaria frenética para con esos salteadores.
Por ende tengo dos cositas seguras: no votar jamás en el pamplineo de votambres electoreras, y segunda no acatar ningún resultado electorero jamás, salvo aquello que me permita mi estricta supervivencia digna. Ya que ese gentío tiene la fuerza bruta de su lado. Tenga yo, pues, la inteligencia.
Te felicito, Agustín! Es indignante la casta política en general, pero en Extremadura se da una condición terrible, y es que a esa casta se añade el borreguismo de las gentes, que a su vez es continuamente incentivado por la casta política. Es el cuento de nunca acabar, Un abrazo del Extremeño Cabreado
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