Lo he visto de nuevo. He visto la enormidad de la ignorancia de lo escrito con letras gordas y grandes en cartelones extensos y contundentes, en donde predominan los colores de la enseña de la administración autonómica, que dicen los periodistas, que no los colores de Extremadura, que lo son todos, a mi justo saber y entender.
La había visto, alguna vez, con cierto aire de insolencia y sin tapujos, en otros cartelones publicitarios en donde, las diversas dependencias de los que mandan en esta tierra, digo de la administración, acostumbra decirnos lo que hacen y pacen, lo que se desviven por todos y lo que lo gritan a vivo cartelón publicitario e institucional. Que la empresa y empresario que los hace debe percibir un cuantioso parabién de dineros proveniente de esa administración. Y que me encantaría saber quién es y cómo llegó al invento y la representación y monopolio.
LLerena, así lo escriben, LLerena, así lo publicitan, LLerena así lo restriegan por las narices del común, pa que te enteres que hacen cosas, muchas cosas los que trajinan con los dineros y bienes del común. Ya digo que lo último que lo vi de nuevo fue en el cartelón cabe la fachada del nuevo centro de salud que el señor Vara inaugurará (o algún político de su ejecutiva) en breve y en Llerena. Escrito así: LLlerena, con las dos grafías iniciales en mayúscula. Que quien lo escribió, el publicista y creativo que fuera, no ha leído nunca Lleida, o Llobregat, o Llimiana, éste un pueblecito del valle de Noguera-Pallaresa en la provincia de Lleida… O no ha leído nunca Chinchilla o Llorente, o Llera. O tal vez porque sólo ve zetas o cedas en su vida que ignora el uso de otras grafías en la convención establecida para el buen entendimiento entre los que escribimos, y leemos, y más si eso escrito es oficial, de la administración. Que ahí, precisamente ahí, toda ortografía es poca para no llamarse a engaño. Pero, ya se sabe, estos catetos de poltronas y de mando, esta burocracia ataca la suprema base racional del uso de la ortografía. Y así escriben Alcalde, Ayuntamiento, Gobierno, ZP, Consejería, Poltrona, Cargo. Con mayúscula rimbombante sin que vayan en inicio de párrafo o frase, tras punto, o punto y final. Y siendo, como son, nombres comunes y corrientes, que se escriben siempre con minúsculas, salvo en lo dicho.
Dice el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, 1978, en su página 145, punto 13º Cuando hubiere de escribirse con mayúscula la letra inicial de voz que empiece con Ch o Ll, sólo se formarán de carácter mayúscula la C y la L, que son la primera parte de estas letras compuestas o dobles. Escribiremos, pues, Chinchilla y Chimborazo, Llerena y Llorente y de ninguna manera Chinchilla, CHimborazo, LLerena, LLorente.
Evidentemente los publicitarios que elaboran los cartelones de la Junta de Extremadura, referidos a acciones de su gobierno u obras, o arreglos y ejecuciones, no han leído esta base razonada de nuestra ortografía, y todas las demás que se basan en ella. Pero ni siquiera han leído con atención la prensa, en donde el diario HOY, es un poner, escribe Llerena o Llorente, con pulcritud. O, yendo a más, ni siquiera se han dado una vuelta por la pulcra página web del ayuntamiento de la ínclita ciudad santiaguista, o casi todos los lugares en donde se escribe e inscribe su antiguo nombre.
No soy, ¡vive el cielo!, un mogigato alarmista que ve faltas ortográficas por doquier, ni soy partidario de penarlas. Pero es que lo que comento queda mal por mera estética, por gusto, por inteligencia y para buen entendimiento de todos. Que sólo eso persigue la ortografía, como el conducir bien un auto persigue que lleve y traiga sin percances ni malentendidos.
Me pregunto si los resposables de esos cartelones con el nombre de LLerena, así escrito, referidos a asuntos oficiales, se van a ver obligados a cambiarlos o enmendar su yerro, su error, su falta de gusto y su corrección ortográfica. O van dejar que los niños, los colegiales sigan viendo, en todo el camino más corto que lleva a los centros docentes, en esta población, el nombre de LLerena mal escrito. Como en un colegio ven mal escrito el propio nombre del cole, o del insti, con esa degollante manía de poner comillas a los nombres propios de los centros, una catetada que cometen escrupulosamente hasta la saciedad, cuando es lo correcto escribirlos con cursiva, negrita o simplemente sin comillas. Así vemos: Colegio de “Fernando Tracatraca”, o IES “Ludobico Trikitriky”, cuando no I.E.S. “Ludobico Trikitriky”, con los puntos en las siglas, cuando las siglas no se escriben con puntos en ningún caso, como debe ser sabido, y ven en RENFE, PP, NIF, UGT, ATS, ONU, UNESCO, ETC. Que pa mí que no saben ni ver, que ya es saber poco.
Afortunadamente ha desaparecido la fea costumbre de poner el puntito en los años, así: 1.988, 1.677… Debe ser que el uso generalizado de programas de escritura y correccción en ordenadores lo corrige y el personal va comprendiendo. Menos la casa real de España que, para dar lecciones de zopenquez aguda y ser en algo heterodoxa, lo mantiene.
Nada más que por eso he puesto, de ilustración en esta entrada, el cartel de este año para lo que llaman ruta del rey Jayón. Que todos los años ha ido entrecomillada, como si entre corchetes de la justicia la llevaran. Sin comillas entre “Ruta del Rey Jayón” queda mejor, y más apropiado al uso univesal y al buen gusto. Lo otro, de la intención del hecho, me lo callo, cosa de zascandiles pal turisteo de alpargata.
Otra cosa son las erratas, de las cuales me ufano en tener varias y diversas, distintas y distantes.
LLerena, así lo escriben, LLerena, así lo publicitan, LLerena así lo restriegan por las narices del común, pa que te enteres que hacen cosas, muchas cosas los que trajinan con los dineros y bienes del común. Ya digo que lo último que lo vi de nuevo fue en el cartelón cabe la fachada del nuevo centro de salud que el señor Vara inaugurará (o algún político de su ejecutiva) en breve y en Llerena. Escrito así: LLlerena, con las dos grafías iniciales en mayúscula. Que quien lo escribió, el publicista y creativo que fuera, no ha leído nunca Lleida, o Llobregat, o Llimiana, éste un pueblecito del valle de Noguera-Pallaresa en la provincia de Lleida… O no ha leído nunca Chinchilla o Llorente, o Llera. O tal vez porque sólo ve zetas o cedas en su vida que ignora el uso de otras grafías en la convención establecida para el buen entendimiento entre los que escribimos, y leemos, y más si eso escrito es oficial, de la administración. Que ahí, precisamente ahí, toda ortografía es poca para no llamarse a engaño. Pero, ya se sabe, estos catetos de poltronas y de mando, esta burocracia ataca la suprema base racional del uso de la ortografía. Y así escriben Alcalde, Ayuntamiento, Gobierno, ZP, Consejería, Poltrona, Cargo. Con mayúscula rimbombante sin que vayan en inicio de párrafo o frase, tras punto, o punto y final. Y siendo, como son, nombres comunes y corrientes, que se escriben siempre con minúsculas, salvo en lo dicho.
Dice el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, 1978, en su página 145, punto 13º Cuando hubiere de escribirse con mayúscula la letra inicial de voz que empiece con Ch o Ll, sólo se formarán de carácter mayúscula la C y la L, que son la primera parte de estas letras compuestas o dobles. Escribiremos, pues, Chinchilla y Chimborazo, Llerena y Llorente y de ninguna manera Chinchilla, CHimborazo, LLerena, LLorente.
Evidentemente los publicitarios que elaboran los cartelones de la Junta de Extremadura, referidos a acciones de su gobierno u obras, o arreglos y ejecuciones, no han leído esta base razonada de nuestra ortografía, y todas las demás que se basan en ella. Pero ni siquiera han leído con atención la prensa, en donde el diario HOY, es un poner, escribe Llerena o Llorente, con pulcritud. O, yendo a más, ni siquiera se han dado una vuelta por la pulcra página web del ayuntamiento de la ínclita ciudad santiaguista, o casi todos los lugares en donde se escribe e inscribe su antiguo nombre.
No soy, ¡vive el cielo!, un mogigato alarmista que ve faltas ortográficas por doquier, ni soy partidario de penarlas. Pero es que lo que comento queda mal por mera estética, por gusto, por inteligencia y para buen entendimiento de todos. Que sólo eso persigue la ortografía, como el conducir bien un auto persigue que lleve y traiga sin percances ni malentendidos.
Me pregunto si los resposables de esos cartelones con el nombre de LLerena, así escrito, referidos a asuntos oficiales, se van a ver obligados a cambiarlos o enmendar su yerro, su error, su falta de gusto y su corrección ortográfica. O van dejar que los niños, los colegiales sigan viendo, en todo el camino más corto que lleva a los centros docentes, en esta población, el nombre de LLerena mal escrito. Como en un colegio ven mal escrito el propio nombre del cole, o del insti, con esa degollante manía de poner comillas a los nombres propios de los centros, una catetada que cometen escrupulosamente hasta la saciedad, cuando es lo correcto escribirlos con cursiva, negrita o simplemente sin comillas. Así vemos: Colegio de “Fernando Tracatraca”, o IES “Ludobico Trikitriky”, cuando no I.E.S. “Ludobico Trikitriky”, con los puntos en las siglas, cuando las siglas no se escriben con puntos en ningún caso, como debe ser sabido, y ven en RENFE, PP, NIF, UGT, ATS, ONU, UNESCO, ETC. Que pa mí que no saben ni ver, que ya es saber poco.
Afortunadamente ha desaparecido la fea costumbre de poner el puntito en los años, así: 1.988, 1.677… Debe ser que el uso generalizado de programas de escritura y correccción en ordenadores lo corrige y el personal va comprendiendo. Menos la casa real de España que, para dar lecciones de zopenquez aguda y ser en algo heterodoxa, lo mantiene.
Nada más que por eso he puesto, de ilustración en esta entrada, el cartel de este año para lo que llaman ruta del rey Jayón. Que todos los años ha ido entrecomillada, como si entre corchetes de la justicia la llevaran. Sin comillas entre “Ruta del Rey Jayón” queda mejor, y más apropiado al uso univesal y al buen gusto. Lo otro, de la intención del hecho, me lo callo, cosa de zascandiles pal turisteo de alpargata.
Otra cosa son las erratas, de las cuales me ufano en tener varias y diversas, distintas y distantes.
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.