Principio falso donde los haya, perversa manera de valorar o mejor minuvalorar. Entre el ganao ovino, caprino y porcino que uno trata, analiza una serie de creencias y hechos, como losas, que imponen por mor de que son más, no mejor, ni lo mejor, ni la verdad, ni lo adecuado, ni lo cierto, ni lo bueno, ni siquiera lo razonable… Creen, por ese arte de birlibirloque con que lo apuntalan, desde el poder y sus garitos, que el más votado es el mejor, el más guay, el inteligente por antonomasia, el que debe mandar sin tasa, a placer y con total sapiencia. Mentes todavía encerradas en una edad media duradera, al fin y al cabo, aunque hayan estudiado en la universidad y tengan sus carreras y todo eso… Mentes acostumbradas a obedecer y servir, al servilismo y el mando, la obediencia cerril con artilugios que llaman democracia a lo que es un mero electoralismo de garrafón y chapucero, de encubrimiento del manijero, el cortijo y el amo. Acostumbrados al púlpito, al tribunal y al coro, que dice el poeta.
Y los votos sólo valen para designar a quienes han de legislar, con ecuanimidad y solvencia, para todos, con respeto exquisito a las normas del juego. A los que han de gobernar para todos y al servicio de todos. No para otra cosa sirven los votos. Los votos no dan inteligencia, ni bondad, ni honradez, ni justicia… Los votos no dan premios, ni dinero, ni hacen mejores o peores. Con los votos uno se compromete a servir y aplicar su programa, si gobierna, o ejercerlo como oposición al servicio de todos y del procomún.
Los votos no dan sabiduría, ni los más votados la pueden dar nadie.Sin embargo el común de los mortales contribuyentes al tinglado bipartidario, o al dos en uno, cree que sí, que si se consigue el mando a través de los votos todo es posible. Que el más votado es el más inteligente, el sabio, el acertado. Y que lo que haga es lo mejor. A lo menos eso veo y siento, deduzco y contemplo, me escupen y me dicen, me regurgitan y me cascan, me ondean y me fostian, en Extremadura, en todos los ámbitos de la Junta o Revuelta administrativa, desde que existe.
Será por ello que los poetas ruina, esos poetas de tabardillo y trepa social, que sueñan con ser los más o menos, esos poetas que desean ver estatuas de sus personas en jardines públicos, o placas conmemorativas en covachas administrativas de cultura, pues crean también eso, que los votos otorgan todo, incluso es ser buen poeta, o buen escritor o, yendo al todo, buen artista. Que el artista que no esté con el mando no es nadie ni nada. Ahí los tenéis todos bailándole el agua al bipartidario con la manita cabe la ceja, desertando de la libertad, de la independencia por un trinque televisivo, dinerario, interesado, y como artista y no como común ciudadano, que ese sería el derecho entendible y respetable. Porque por mucho y bien que uno haga su arte, escriba su poesía, si los que mandan dicen no, es que no, por mucho que digas tú y la calidad y la inteligencia, y la sabiduría, el buen gusto, la que debe ser… Que no, que si el tinglado dice no, no eres nadie, o menos que nadie un fracasado en tu arte y parte.
Por ello existe el ministerio de cultura, por ello las decenas de covachas de la cosa cultural han proliferado en las instituciones parcelarias y autonómicas, para manipular el arte, para decir quien es y quien no, para hacerle el rico negocio y pingüe Mercado a la empresa privada editorial y del asunto cultureta, que para eso sus manijeros están mandando en los sitios y gobiernos. Y venga subvenciones pa este y para aquel, para el de más allá no que es del enemigo bipar, que se la den cuando los suyos manden, para ese otro nanay que no aporta nada cuando las elecciones, es más, el tío va de libre y pide que no se vote. Y venga montajes para regalar el dinero público para ahormar el sentido de la gente, y venga campaña publicitaria para que la gente lea, que lea, que lea lo que le digamos nosotros, que eso es lo que tiene que leer, y tira de premio y dale a ese que es de los nuestros y se lo damos porque sacaba el dedito cabe la ceja muy bien, que parecía el mismito jefe de jefes, señores. Y venga reformas educativas para intervenir, desde tierna infancia a la juventud, y decirle qué debe leer y qué no, a quién debe y a quién ni se debe conocer, no existe y ni lo nombramos. Y venga cargos y poltronas de editores oficiales con editoriales trasteadas en cada región, patria, autonomía, ayuntamiento y ayuntacierto. Y aunque el Mercado Común diga que no ha de haber editorials oficiales, pues nada, veintitantas. Que eliminamos la Editora Nacional, que esa sí que lo hizo bien, bien. Por eso fuera, nada más llegar nosotros se eliminó de cuajo. Las editoriales con erario público están para premio y publicidad de los nuestros. Y para simulo se mete, de cuando en vez, algo como de independiente y bueno. Y trasvase a la privada, a las editoriales privadas, vía subvención y ayuda a la edición…, y publica esto, a éste éste y ése. Y hasta becas para que la gente escriba damos, bueno para nuestra gente, para los nuestros y, de cuando en vez ponemos algo inocuo de alguien que nada tenga que ver para que no se vea el plumero, eso sí. A Fulano ni hablar que pa eso te doy el dinero. Que hay que hacer el entorno y contorno propagandístico para nuestra causa, y nuestro clan, nuestras elecciones, nuestra cosa nostra, nuestro interés, comandita, tribu, camarilla, banda, partida, caterva, cuadrilla y secta. Todo pa nosotros y nada pa los demás. Y que se quemen, que sufran, que se jodan, que no existan. O se dobleguen. Por supuesto con el voto de todos, de todos los que nos votan que son los más, y por eso somos los más sabios y guays, inteligentes, graciosos, lindos, mejores, acertados que poder hubiera. Somos el mismo dios y la reostia misma.
Agradezco tú final, me ha hecho sonreir por certero y contado sin ambajes pero con gracejo. Venía yo de lo de atrás, serio, ceñudo, asintiendo a cada párrafo y consternado por la sarta de verdades desgarradoras y dichas de esa forma clara y rotunda y este final casi me devuelve la esperanza otra vez sobre que la utopía es posible, que la gente autentica y noble en lo etimológico cabe en espacios próximos, a la postre Llerena y Sevilla están muy cerca, y las ideas nacen de troncos comunes.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu valor y gracias por contarlo.
En este mismo momento paso a incorporarte a la radiobaliza de mi blog.