En los tiempos en que este noble personaje aún
apreciaba las drogas al no haber llegado aún a la
última de todas que se denomina misticismo.
Misticismo y no religión.
E.I.Wietkewics, Insaciabilidad, 1927
Hablemos de las drogas. Digamos que las hay duras y blandas, en nuestro encanallamiento por diseccionar. Consideremos la literatura como una circunferencia y tracemos una tangente en donde situaremos algo que se relaciona con la cincunferencial literatura, esa tangente sea la droga, o las drogas.
PRELUDIO
Pongámonos de acuerdo sobre lo que llamamos droga. Algunos habrán visto algunos establecimientos en los que se anuncio aquello de: Droguería Talytal. No es ese tipo al que nos referimos. No a los productos expendidos en tales locales. Es otra cosa. La esencia de la droga podría ser aquello sinónimo de bálsamo, lenitivo, específico, calmante, cataplasma o apósito, pasaporte paradisiaco. También elixir, medicamento, potingue, bebistraje. Una definición, al uso maniático de los académicos, se me hace improcedente, imposible y estéril.Yo diría que es todo aquello que excita o incita los sentidos y nos ocasiona un virtual estado psicosomático, bien delimitado por un cuadro clínico y psicológico, distinto de las circunstancias llamadas normales. No más.
PANORÁMICA DE BREVIARIO
Abriendo las páginas del breviario, en la cueva del coleccionista de plantas, trazaremos una fugaz retahila de drogas. Antes de nacer el día nos levantaremos a maitines con marihuana, que son las drogas más naturales, con más raigambre y solera. Hablo de un día que no es un día. El tiempo dejó de existir. Digo día para entendernos. Laudes los rezaremos con la enérgica coca, que nos ayudará a despertar y a cantar aquello de:
Puro milagro de la aurora
tiempo de gozo y eficacia.
Antes de comer rezaremos la hora intermedia con la pita. Tomaremos su zumo, un pulque. Veréis que, después de descansar, al hacer el oficio de lectura, el cacao dará un buen chocolate, que, -parece cuento- no lo inventaron en un convento.
Vísperas de adormideras. Humo de opio. Completas de LSD. Viajaremos por los oscuros senderos de nuestra cuadrícula y supercivilizada mente.
El hombre conoce las plantas alucinógenas desde la noche de los tiempos. A veces nos sirvieron de medicinas. ¿Para qué digo a veces? Siempre. Hasta hace poco en mi pueblo la datura, el beleño..., fueron usados.
De la droga dura escribiremos: Heroína eres/ mi mujer, eres mi vida, dice Lou Reed. Creo que basta. Callemos. La heroína es una forma de vida y, por lo tanto, una forma de amor. La llaman caballo. Ir del hash a la heroína suele ser un viaje sin retorno. Raras veces se logra detener la frenética carrera del caballo. El alcohol es una carroza vieja y segura que, no obstante, no para nunca. Te puedes tirar en marcha.
DROGUERÍA HOY
El uso moderno de los alucinógenos es la profanación
de un antiguo sacramento, como la promiscuidad
contemporánea es la profanación del cuerpo.
Octavio Paz
De las blandas si os decidís, sólo consumible la marihuana, que da la ciencia del Ramayana. Lo demás es difícil hallarlo puro. Los camellos tiene montado un negocio tremendo. A ellos les interesa que no esté legalizada y que se persiga con dureza, pues sube el precio. Están a favor del sistema. Las duras no son aconsejables para nosotros. El alcohol, el ácido..., y ya está. Algunos se lanzan a la cruzada sicodélica como panacea de todos los males de la humanidad. Nosotros, que amamos y respetamos la experiencia psicodélica, no creemos que la cosa sea para tanto; pero sí pensamos que una buen viaje (a poder ser en plena naturaleza y rodeados de amigos y amores) es algo inolvidable que puede ampliar bastante nuestros limitados horizontes cotidianos.
Paro, desilusión, problemas, opresión, muerte de religiones y mitos obligan a la juventud a montar en el caballo droguero. Hoy, más que nunca el opio (la droga) es la religión del pueblo.
LITERADROGUIZANDO
La afición de los jóvenes por las drogas revela
un cambio en la actitud contemporánea ante el
lenguaje y la comunicación.
Octavio Paz, Corriente alterna
Desde el inexcusable don Ramón, que en La pipa de de kif hace un auténtico tratado histórico-indicador-sintomático de drogas, creadoras de paraísos artificiales, hasta El asno de oro de Apuleyo, que releo estos días con inefable fruición delectatoria. Hablan de la droga relacionándola, entretejiéndola o introduciéndola en la creación literaria, desencadenante o motivo de sus obras. Carlos Castaneda la hace protagonista de sus noveladas experiencias. Octavio Paz critica esto diciendo que para el creyente (consumidor primitivo de drogas) constituye un rito iniciático; para algunos poetas modernos y para muchos investigadores, una experiencia. Baudelaire intenta extraer una estética, al contrario que de Quincey o Coleridge. El viajero de sus lenguajes, Henri Michaux, lo hace de mano de la mezcalina. La degeneración beat yanqui es un continuo fluctuar de elementos en continuo consumo profanativo de las drogas, para literalizar (crear la obra literaria). Como decíamos en el principio, es una tangente que roza la circunferencia literaria, o considerando drogado al estado en que se hace la creación artística en literatura, ¿no es la droga un secante que se inmiscuye en el más profundo corazón de la obra literaria? Sí, me contestaría el borrachuzo de Allan Poe, o beodo seor Bukowsky. Sí, digo también, decimos.
NOTA. Este texto fue un ejercicio en la clase de redacción, en el segundo año de carrera, con un profe que jamás olvidaré, pue fue él quien con sus comentarios sobre mis textos, que a veces ocupaban toda la clase, como modelos de buena redacción, y al énfasis que ponía animándome a revisar siempre, a no dejar de escribir, incluso a obligarme a dedicar tiempo exclusivo a ello; fue gracias a él por lo que no dejé nunca de escribir, y siempre he recordado las razones por las que debía hacerlo. El tiempo le ha dado la razón y con la madurez de los años uno sabe y entiende mejor lo que ese buen profe me decía. Fue proverbial. Se llama César Nicolás y le estaré eternamente agradecido por su apoyo, su fe en mi escritura, sus ánimos y sus ayudas. Tal vez él no fue tan consciente de esto. Reproduzco el manuscrito, pues los conservo casi todos. Era por 1980...
En mi manía de coleccionista de libros y manuales de rarezas, tengo este ejemplar, editadoen Burgos en 1938, en plena memoria histérica, digo guerra social abierta, que los fachas llaman nuestra guerra civil... Es espléndido y como hecho para aprender a escribir con la rigurosiodad de un cuartel, o dan ganas de ponerse a escribir novela histórica rigurosa y pormenorizada, ¡qué digo!, el Diario de la Humanidad, minuto a minuto, redactado por un elenco de próceres de la historia, que es lo que hay que hacer y dejarse de tonterías. Toda la memoria de lo que el pasado deparó a los hombres...
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.