8 de marzo de 2007

CALLAN Y OTORGAN

La empresa que pretende instalar una refinería de petróleos tiene dinero, mucho dinero, o su promotor lo tiene. Muy bien. Con ese dinero está pagando anuncios publicitarios de otras empresas del grupo, en los dos diarios regionales, a toda página y a todo color, y porque le da la gana. Muy bien. Pero es muy extraño, y sobre todo cuando esas empresas no tienen actividades comerciales en Extremadura, o a lo menos un público que captar con esa publicidad tan cara y ostentosa. Pero tal vez se deba a su apoyo a que la prensa regional obtenga recursos, que hay que ser generosos con las ganancias, sobre todo si se deben a una tierra y sus gentes. Pero cualquiera llega a la conclusión que esa publicidad es inane, absurda, inoperante. Salvo que quiera vender o comprar otra cosa, y no la voluntad del público para consumir sus productos. Muchas veces con publicidad se paga otra cosa. Puede ser la misma cosa que quiere comprar adquiriendo la cabecera de un diario onubense. Tal vez porque el oleoducto, por tierras de Huelva, es capital para esa refinería y ganar la voluntad, la publicidad de los de Huelva sea más duro y se tenga que poner todo un medio a disposición del emprendimiento. Los profesionales del medio son meros engranajes, asalariados.

Es el asunto este, de la refinería que se va a montar en Extremadura, un clásico caso de dominio social, político, comercial y de medios, mafia y tentetieso. Orquestado por una patulea de expertos, sindicalistas y políticos de profesión que deambulan entre lo público y lo privado para el mangoneo, el trapicheo, el caciqueo, el veoveo y otras meadas para salirse con la suya y el triunfo del capital y los intereses de los menos.

Otra manera es poner a su servicio a elementos de la sabiduría oficial, vulgo Universidad, en este caso de Extremadura. Y cuando hay dinero por medio, y negocio fresco, todo tiende a ser sospechoso, y aquí la filosofía de la sospecha viene al pelo, que se hace por money la aportación de esa sabiduría. Que no digo que esté mal, cada uno tiene su precio por sus servicios; pero, que se sepa. Porque la instalación de una refinería y donde quieren, ataca los intereses de salud y calidad de vida, de desarrollo y recursos de otras personas y de todo el entorno, y de toda Extremadura, por la infinidad e empresas químicas derivadas, los recursos eléctricos, de aguas, etc., que supondría un cambio drástico en toda la región...

Y si toda esa movida, todo ese negociado de anuncios en los medios extremeños, compra de diario en Huelva, coincidencia y apoyo del señor catedrático de una Universidad extremeña, y otros asuntos menores de sindicatos mayoritarios, se hace con conocimiento de todos, esa compra de publicidad para condicionar la información y favorecer la instalación por infomaciones tergiversadas en los diarios regionales, si se compra un medio para ello propiamente, como pasa con el diario onubense, si existe tanta coincidencia entre los estamentos sabios, sindicales, los políticos y empresariales… ¿Qué no se sabrá que se maquina tras las espaldas de todos para manipular datos, informes, leyes, verdades, dignidades, autoridades, jueces, y al mismo dios y la biblia en pasta?, con tal de hacer la refinería con la bendición de los mayoritarios y sus pesebreros, tiralevitas y correveidiles, que bostezan su venias desde los sindicatos, la banca, los medios, la poltrona de poder político, la de la sabiduría universitaria, la del púlpito del negocio, en fin, en esta edad media revivida.

Pero la más peligrosa de las venias, de los permisos, de los consentimientos, de las licencias, de las anuencias, aquiescencias, conformidades, inclinaciones, reverencias, saludos, cortesías, homenajes, genuflexiones, cumplidos y ceremonias de esos estamentos de poder contra el pueblo –sindicatos, banca, negocios, refinería, sabios universitarios, políticos, periodistas y medios- es la de esos cazurrones que callan y otorgan, esa pléyade extremeña de poetas, escritorzuelos, artistas, gente de cultureta y consejería de cultura, de editora regional, de beca y subvención, criada a su arrimo durante largos años de pesebrismo y mamurria por sus obras completas, en todos los sentidos, y que está al servicio del mal señor y se calla y otorga en este caso. Cuando no insulta, ataca, acosa, ningunea y manda contra los esforzados cofrades del arte, la creación y la altura de miras, la dignidad…

Que eso no se olvide jamás, se ponga o no se ponga la refinería en esta tierra. Porque a las veces es peor callar, siempre es peor callar, porque, como dijo Pacheco, el poeta pacense:

En boquitas calladas no entran moscas,
pero tampoco salen.

FOTO: pesebre de bestias, ganado e intelestuales de los señoritos

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