LA NIEBLA

la niebla derrite el universo

como si humo fuera frío

ferviente amante de la nada

todo se desvanece en misterio

sueño salido de nosotros

estrellado primor del vaho

miriadas de agua refinada

VARIANTE

A

la niebla se derrite en universo

acaso humo fuera frío

ferviente amante de la nada

místico se desvanece todo

sueño salido de nosotros

estrellado misterio del vaho

miriadas de agua refinada

NOTA.- Pongo este poema en mi muro de facebook, a bote pronto, tal vez trabajado en estos días de nieblas que nos acompañan, para mi memoria y conmigo. Y mi amigo Fernando hace un comento, breve. Respondo:

-Fernando Ruiz Millán: Bonito poema.

-Agustín Romero Barroso: Supongo que no lo dices de coña. Te contestaría que es que soy poeta. Pues lo máximo de mi tiempo vital lo he dedicado a eso, a aprender y a escribir poesía. Un arte que ya está perdido, o casi clandestino, y del que casi to dios se cree sabio. Un arte que confunden con sentimientos y otras ostias, cuando sería el arte de despertar sentimientos y pensamientos, de otras visiones del mundo, puesto que al mundo lo hacen las palabras y según se digan. Muchas leyendas dicen eso, que el mundo se hace al nombrarse, al decirse, por un dios que asimismo es un poeta. Y me callo que a esta altura los cucufatos que hayan leído esto estarán trinando de alelamientos o buscándome algún truco pa meterse otra vez en esa bazofia que llaman poesía y que parecen ser sus ocurrencias y sentires, de forma así como transpuestos y en trances de levitar o creer. Incluso alguno alegará el gusto, eso que nadie sabe qué es y que to dios alega a la hora de valorar artes, verdades, bondadades y bellezas. En fin, casi lo de siempre para los que hemos dedicado demasiada vida, verdad, bondad y belleza, tratando de lograr ese mundo que todo poeta crea al decir, como un dios, o al renombrar, así de claro y alto. Desear un mundo mejor, perfecto en su sentido de acabado, bien hecho, como dijo alguno.