Cuando la realidad acomete al que despierta,
la verdad con su simple presencia le asiste.
la verdad con su simple presencia le asiste.
María Zambrano
Claros del bosque
Claros del bosque
Iba a escribir, o estaba escribiendo, una consideración necesaria sobre la llamada educación, o sobre lo que entiendo que deben ser sus valores y usos entre personas libres, que se rijan por la inteligencia, la valentía y el amor o el bien de todos y de todas las maneras. Y se me ha atravesado este comento que puse en un muro de face. Supongo que perdido en ese mar que no tiene playas, ni vida, que es el famoso sitio enredado que estoy pensando dejar porque veo que engorda al Bicho Malo que funciona para mal de todos. Pero eso es otra cosa que ya consideraré en su momento oportuno. No creo que los instrumentos sean la raíz de ningún mal, ni nada material del mundo, sino sus usos indebidos con respecto a valores debidos.
Y sobre ese comento del asunto
de la chica asesinada, al parecer, reflexiono en este pequeño ensayo de explicación de por qué ocurren esas cosas
en una civilización que dan como aparentemente justa y democrática, respetuosa
de vidas, personas y derechos y deberes y toda esa monserga que nos lanzan los
Medios de Propaganda, desde el Rey hasta la Banca, pasando por los Sindicatos del
Crimen y los Políticos con Mando o sus inmensas y mayoritarias Votambres, cualquier energúmeno, gordito y contento, y con corbata, que sale por esas televisiones zampando conciencias de Intereconomía o Suya, muy suya. Que dan asco. Que luego
uno comprueba – la monserga de presuntos valores-, en la vida cotidiana, que es, no sólo mentira, sino magma sobre el que anidan y cuecen todos esos
predicadores avezados y sus garitos de Propaganda y Mofa. Con todos sus
tremendos y terribles valores. Y digo
valor porque así se valoran ellos, en ese magnético magma, que es lo que se
impone como correcto de lo que funciona como normal en esta sociedad, como sus
éticas de sus estéticas terribles o viceversa. Todo Poder, todo lo que domina como lo más,
lo triunfante, el Primero de la Liga y de la Copa, sea Político, Económico, Académico, Propagandístico, hasta
Futbolero o de Patio de Vecindones, o lo que llaman Informativo, Judicial,
Mercantil..., todo eso está hundido en raíces putrefactas y llevan a la muerte.
Por cierto, por pura casualidad,
que en manera alguna por propia voluntad, escucho en la radio a un predicador, entrenador y supuesto teólogo
del fútbol, decir que su filosofía es tener la pelota siempre, el balón, vamos,
que teniendo siempre y siempre la pelota, o más tiempo que el contrario, ese
puto balón, es la forma de meter más goles. Y el tipo repite, obcecado, que en manera
alguna van a cambiar de filosofía. O
sea, no se trata de jugar al fútbol, jugar con el ludismo sano y desinteresado en otras cosas que no sean la mera diversión, se trata de trincar, meter, colar, golear, atizar, aliminar, matar y sus sinónimos
de tener, tener y tener más, más y más. Se trata de ganar siempre a costa de lo que sea o fuere. Prédica de la avaricia y de ir contra el otro como
enemigo siempre. Esa es la puñetera y perversa filosofía del fútbol, que en
nada es un juego, sino un truco para meter en las molleras, de matute, ese bebedizo del Mal, que enraiza en todo eso de la supestructura de valores que justifica la injusta
estructura económica, política y social impuesta como naturaca o natural. No el apoyo mutuo liberador y sabio de la naturaleza real, sino la mala leche del infierno de la competitividad, que dicen los teólogos del Mal del Capital.
El caso de esa chica asesinada, en Sevilla, hace unos años, no me ha interesado mayormente. Sé que es un afaire sevillí y, como tal, pantanoso y arenoso como los cimientos
de la sociedad en que se debate. Lleno de hipocresías y secretismos, covachas de las marrullerías metafísicas a tope, como sólo se puede dar en esa ciudad, de
capillitas y semanas santas y ferias hasta las cachas, o sea, el espectáculo
normal en la urbe, et orbi, que tuve por residencia y conocimiento muchos años. Hay de
to, pero hay unas normas sobre to eso que son sus valores, o más bien faltas de
ellos, según los entiendo. Que tienen que ver mucho con los valores o falta de los de toda la sociedad española también. Sevilla es metáfora del ruedo ibérico, al completo, hoy día y en este asunto. Pero voy a lo que voy. Me ha
mosqueado mucho que este asunto haya dado tanta tinta a la gente del propagandeo para tratarlo,
me ha mosqueado muchísimo que haya surgido, precisamente, en este tiempo de Crisis y
transición al esclavismo digital totalitario, de esta sociedad y sus supuestos valores, y me han cansado mucho sus
monsergas, que ocupaban todos los telelesdiarios, todo el papel de la prensa y sus portadas y
todas las voces y coces de las radios. Para mí es más que un asunto más de aquella publicación llamada El Caso, un negocio para entretenimientos sevillíes y del personal, por su morbo, que dicen los listillos. Y se acabó.
Aunque sea un tremendo crimen, cuya víctima merece y tiene todo mi respeto, así como su
familia y personas allegadas en el afecto.
Pero ese crimen no es lo peor ni
lo único que pasa alrededor nuestro, inmediato o lejano. Que es la intención que parecen tener sus aireadores a los cuatro vientos, sin descanso alguno y en portadas. Y sólo teniendo esa
visión se puede o pueda entender la magnitud de la alharaca de gentes y Medios
y Fines en ese alboroto. No es lo peor de lo que pasa con otros humanos -tanto o
más que a Marta del Castillo- en Méjico, por ejemplo. Desaparece gente por la cara, bien niñas para vicios de los yanquis o afines, bien mujeres para lo que quieran. Para desriñonarlas o quitarles
alguna víscera para alguno rico que la necesita... En Europa se ha dado el
caso, en la guerra de Yugoslavia, de que un país de esos ficticios, en que la OTAN dividió para vencer, como Cosovo, su
ejército de liberación tomaba prisioneros para cuidarlos
y engordarlos y luego asesinarlos y con sus entrañas hacía tráfico de órganos, para europeos pudientes. Y todo con el beneplácito de Europa y sus
instituciones políticas, judiciales, militares, bancarias -incluso-, que se
llevaban una suculenta comisión. Un responsable polimili del
cotarro, supradicho manda ahora en Cosovo, electo por mayoría democrática por
la chusma mayoritaria. La vida no vale nada, como decía el cantante, y lo
digo en su tremendo sentido. Y, mientras, en España aun están por aclarar muchos asesinatos
impunes, incluso de la Administración. Porque si miramos los casos del GAL nos
quedaremos estupefactos. U otros: pero claro, los medios de Propaganda y, llamados, de Información, que son de mero espectáculo y cuchipandeos, no los
airean, como este triste caso sevillí, que he tenido entretenida a la sociedad
sevillana que, mientras, ha votado su pp y psoe, como siempre y pa no variar,
como esos millones de españolitos listos, pura votambres a favor de los que
hacen los crímenes de la Crisis, con sus apoyos a la Banca, los Especuladores,
el Capital, los Mercados, los Sindicatos del Crimen Perfecto y la OTAN. Por cierto, que la OTAN ha
asesinado a gusto en Libia, últimamente, con total impunidad. Y si les recuerdo
el bombardeo de un hospìtal infantil, en el que perecieron, por efecto de las
bombas de los avioncitos de la OTAN, pagadas con nuestros impuestos encima...,
hasta 80 niños, pues no digo nada. Y todo, todo, todo, impunemente. Así que
esa es la escuela de esos nenes y nenas lindas que hacen esas cositas en
Sevilla o la Cochinchina de nuestro lindo mundo capitalista a toda pastilla. Aparte del aleccionamiento de la educación mediática:
los videojuegos criminales, la tele y la literatura barata de asesinatos, que
llaman novela policial dura, que con la novelucha histórica llenan de
pamplinas, ignorancias, odios y miedos al personal en edad de formación y
maduración en el bien. Recuerdo en estos días la importancia que daban, esos
Medios Cutres y Fraticidas, Hipócritas y Ostentosos, a la meada colectiva sobre
pobres asesinados por la tropa gringa de la OTAN, en Afganistán, cuando lo terrorífico era que
los habían matado en una guerra de ocupación y exterminio por las riquezas de litio de ese país, entre otras maturrangas, a costa de lo que llaman talibanes.
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