
Entiendo que en una democracia se designa a gente para que gobierne, haga, sirva a todos, y punto y callados. Que no se les elige para que nos cuenten, como criados pegajosos y cretinos, pelotillas, cargantes y soplapollas, lo que hacen con uso y despliegue, que parece que todo es eso y solo eso. Que hagan lo que estimen conveniente para el servicio, y luego ya veremos si los seguimos teniendo como servidores del pueblo... Sería lo mismo que si un criado dijera al señorito lo que le está haciendo, y lo que le va hacer. Ni sería señorito ni sería criado, sino todo lo contrario... Usted haga, que luego ya veremos, y disponga todo para que si el señorito pueblo, o del pueblo, quiere ver lo que hace y saberlo, en pormenor, lo sepa... ¡Y deje de cargar con propaganda barata!
Así debería ser todo comentario al asunto por parte del ciudadano medio, respecto de los políticos, los gobernantes y pariguales. Y en esa línea debería ser la visión no dominada. Otra forma es estar al servicio de ellos o reírles las gracias, y desgracias de sus agujeros de culo publicitario, partidistas y electoreros, cuando no electorales o interesados agujeros negros, o de usuarios del poder y la adminisración para servicio privado, de la Banca o de la conspiración del capitalismo internacional, o de los mangoneantes especuladores mobiliarios, inmobiliarios, inmóviles, móviles, movibles, inmudables y todo eso del trajín interesado y cular, del dinero, que ya se sabe. Y ya se sabe si les ríen las gracias al servicio... Que te dan un golpe de Estado, te montan una guerra, te dominan y suben a las barbas, como sucede en los más de los sitios..., o en casi todos. Y ya es hora de cambiar las tornas, el asunto, la cosa del mando y la servidumbre voluntaria de los más que en vez de criados o servidores eligen señores de mando.
Y en eso de la publicidad institucional se debe ser ecuánime, y decirlo todo, todito, todo. Decir por ejemplo: La Banca aumenta sus beneficios en un 72´50%, llegando a 17.000 millones de euros, en el 2006, mientras los salarios de los trabajadores pierden poder adquisitivo..., gracias a nuestra intervención...
O cartelones inmensos que digan: izquierda extraña y derecha rara: con zp la banca gana casi el triple que con el señor Asnal, por año y barba... ¿Será la Banca de izquierdas y proclive a la memoria histórica, por ende, como es esta izquierda que le permite ganar tanto?
Cuando uno hurga en los macrodatos y nada le cuadra, todo se desnivela, y se coge a un mentiroso antes que a un cojo... Tiene la sensación de avispero demoledor que ataca la mentira, la foto y las cintas del vídeo publicitario...
Ya lo enseñaron los filósofos, gentes, y posturas de la sospecha sobre el poder y sus manifestaciones, dominios y exposiciones, mitos y gritos. Porque aquello de excusatio non pedita, acusatio manifesta se le puede aplicar a su publicidad. Nada es lo que parece en lo relativo a cosas políticas y sociales, de poder y porra o control y mando, por aparcar las personales. Desde don Quijote, empeñado en ver gigantes donde le decía la publicidad que había molinos de ventolera y viento vil, habiendo pasado por Ulises con los cantos de sirenas y otras situaciones de engaño (y traigo el recuerdo de la sirena delegada del Gobierno en Extremadura y su (son)risa de sílfide), por no citar casos bíblicos que el lector rememorará sin ayuda, o lo que Valmiki nos narra en el Ramayana... Bueno, que Valmiki es toda una pléyade de narradores y analistas durante siglos por la India, gente mu sabia y experimentada en esto del orden impuesto y los poderes establecidos, sus publicidades, ringorrangos y minucias, pasando por Carlinhos Marx, los hermanos Marx, los anarquistas ibéricos, Nietzche, Freud, Darwin... Esa es la memoria histórica que debe perdurar, la de no olvidar que el poder engaña siempre, pudre, manipula, acosa, elimina, corrompe, vota, guerrea, acogota, miente, no sirve, se sirve, lo sirven, mata, corroe, presupone y presupuesta a bombo y platillo..., ¡qué malo es! ¡Puaf!, digo entre cafre y lúcido.
Pero bueno, los biempensantes hablarán de la utopía, la estupidez, y otros cuentos de callejas o atajos para matar la mala conciencia y la inteligencia de la verdad...
Y en eso de la publicidad institucional se debe ser ecuánime, y decirlo todo, todito, todo. Decir por ejemplo: La Banca aumenta sus beneficios en un 72´50%, llegando a 17.000 millones de euros, en el 2006, mientras los salarios de los trabajadores pierden poder adquisitivo..., gracias a nuestra intervención...
O cartelones inmensos que digan: izquierda extraña y derecha rara: con zp la banca gana casi el triple que con el señor Asnal, por año y barba... ¿Será la Banca de izquierdas y proclive a la memoria histórica, por ende, como es esta izquierda que le permite ganar tanto?
Cuando uno hurga en los macrodatos y nada le cuadra, todo se desnivela, y se coge a un mentiroso antes que a un cojo... Tiene la sensación de avispero demoledor que ataca la mentira, la foto y las cintas del vídeo publicitario...
Ya lo enseñaron los filósofos, gentes, y posturas de la sospecha sobre el poder y sus manifestaciones, dominios y exposiciones, mitos y gritos. Porque aquello de excusatio non pedita, acusatio manifesta se le puede aplicar a su publicidad. Nada es lo que parece en lo relativo a cosas políticas y sociales, de poder y porra o control y mando, por aparcar las personales. Desde don Quijote, empeñado en ver gigantes donde le decía la publicidad que había molinos de ventolera y viento vil, habiendo pasado por Ulises con los cantos de sirenas y otras situaciones de engaño (y traigo el recuerdo de la sirena delegada del Gobierno en Extremadura y su (son)risa de sílfide), por no citar casos bíblicos que el lector rememorará sin ayuda, o lo que Valmiki nos narra en el Ramayana... Bueno, que Valmiki es toda una pléyade de narradores y analistas durante siglos por la India, gente mu sabia y experimentada en esto del orden impuesto y los poderes establecidos, sus publicidades, ringorrangos y minucias, pasando por Carlinhos Marx, los hermanos Marx, los anarquistas ibéricos, Nietzche, Freud, Darwin... Esa es la memoria histórica que debe perdurar, la de no olvidar que el poder engaña siempre, pudre, manipula, acosa, elimina, corrompe, vota, guerrea, acogota, miente, no sirve, se sirve, lo sirven, mata, corroe, presupone y presupuesta a bombo y platillo..., ¡qué malo es! ¡Puaf!, digo entre cafre y lúcido.
Pero bueno, los biempensantes hablarán de la utopía, la estupidez, y otros cuentos de callejas o atajos para matar la mala conciencia y la inteligencia de la verdad...
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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.