8 de junio de 2017

CARTAS A JUAN GOYTISOLO, 3







...no es cosa que pueda extrañarnos acostumbrados 
como estamos a hechos y actitudes cuya triste 
reiteración revela el odio impotente de nuestros 
adversarios cualquiera que sea el Régimen que 
existe en nuestra patria...
Señas de identidad
Juan Goytisolo

Si todos nos pusiéramos sólo un minuto a decir 
lo que realmente pensamos, 
la sociedad se derrumbaría.
Sainte-Beuve
Citado por Émile Armand en 
Individualismo anarquista y camaradería amorosa


NO POETA

Amigo Juan:

Tengo la sospecha que cuando vaya exponiéndote algunas de mis razones, aún no expresadas acá de mis profundas diferencias entre el devenir del paisanaje dominante en estos sitios donde vivo y me matan, y la comparativa contigo esto termine en el tipical lío de marujeos a que casi siempre se reduce toda discusión española. Máxime en Extremadura y en esto pueblos perdidos como señuelos del cazurrismo profundo de la falta de lógicas, criterios y pensamientos libres.
Estoy entrando en el terreno peligroso de lo que llamo apatridismo o los amores elegidos y los impuestos. Porque to eso de amar al terruño, la autonomía, la patria y to ese folclore impuesto y dominao desde la Tele y la escuela, incluso la calle tomá por esos males, la familia, la propiedad privada y el Estado es pa pasárselo por la entrepierna siempre. Y recuerdo ese pasaje tan precioso y poco conocido de Lope de Vega, que aunque a ti no te flipaba, donde un alter ego del mismo Lope le suelta a su dama na más y na menos que esto: mi patria eres tú y la lengua que hablo y en la que escribo. Y cito de memoria que don Lope lo suelta más rotundo y que mañana busco en mi ejemplar adorado de la Dorotea... Así clava un poeta su patria. Tos los demás no son sino sucedáneos pretenciosos, relamidos de envidias, sarna, imitaciones de quienes odian por envidia y tiro porque me toca. La España profunda y chulesca. Lope en la Dorotea se luce libre. No en vano andaba por otra alter ego de Barcelona, exilao en aquella Valencia. Y supongo que, en aquellos tiempos, Valencia limpiaba la costra, casta y casticismo cutre madrisleñyo del que luego fue relegado del regalo de reyes y público y escribe aquel poema clarificador de A mi huerto destruido, que quedó el hombre por los suelos y suelas del gentío patriota español al uso y vulgar, oye.
Qué acá la mayor miseria es ver poetas ruinas, esos poetas trepas y ornato de la miseria mental de la gentuza de ese orden capcioso y de gentes amaestradas de viejo, asilvestradas de siempre, gentes choriceras y con costras y casta and costes de sabijondos que vienen de vuelta, cuando jamás llegaron a parte alguna, si es que se pusieron en marcha alguna vez. Gente capciosa y conservadora en formol de las gracias y desgracias del ojete con que juzgan mal, y a la contra todo lo libre, que defiende igualdades y es de apoyos mutuos en todo. No, no, dicen los poetas con retrete y retrato y retretas, no. No a to lo verdadero, bueno y hermoso y un sí grandilocuente a las subvenciones del PPoder y la PPasta, en donde se ahorman sus cretinismos pervertidos. Inundando el Mercado de Mierda (1) poética y bazofia literaria de aficionaos, si es que llegan... 
Y, como ves -creo que repito- voy dejando caer la impronta de su bordeo, de tu valentía, de tu cachondeo, mofa y befa de los altos y claros valores de la carcundia, con esta nuestra patria común, que no es de los del PPoder ni los de la PPasta, aunque tratan de apoderarse de ella con Carcadémicos y su RAE... Hermosa patria en donde pensamos, decimos, alabamos, insultamos, vivimos, morimos, nos matan, matamos, herimos, comemos, incluso algunos comen erres o emes o des... Pero no me importa hacer eso. Ahora ando muy centrado en mi mundo, muy poco nómada, poco zascandil a lo que fui y espero ser. Pero releerte, volver como al padre a tu obra es algo grande, No para alegrarme de tu muerte, porque eso sería mu fuerte, pero si un aldabonazo en toa la cresta, un despertar que necesitaba. Hay otro mundo, otra gente, otra vida y ando encerrado en esta cárcel de las puertas de mi casa pa fuera, cuando hay geografia que no veo. Y claro que amo esta tierra en lo que es y transcurrió mi infancia y parte de juventud. En cierta parla, habla, palabras, dichos, creencias, gentes toda o casi desaparecida y que ya no son mi mundo. También en formas, puestas de sol y sombras, colores, sabores que no son los cucufatos y comunes, sino personales... El olor a cabra me coloca, y debe ser porque -según me contaba mi madre- anduve mi primer año entre ellas y casi el otro. Que alguna vez la manada de caprinos me arreaba con ella hasta el corral. Y esos efluvios marcan, como alguna vez me soltó Miguel Hernández en vario poema.

1.- Entiendo por Mercado de Mierda casi todo lo que triunfa en las molleras usuarias y consumistas, como presunto arte, en esta sociedad del espectáculo y la letrina, las PProstituciones de todo eso que llaman artista y etc.


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