1 de septiembre de 2015

PRIMERO EL CUERVO














Anoche, mientras paseaba, vislumbré jorasqueo en al torre de la Granada. Parecía lucha nocturna de aves. De esas que hablan los poetas como Góngora. Oía graznidos, vuelos rasantes como de buhos reales o lechuzas gigantescas. Todo aclimatao por las grajas, que son las que imponen la impronta. La graja es como una hermana menor del cuervo. Me refugié como pude, por una parte de Pasquín, y traté de averiguar la escandalera. A esas horas nadie por aquí, nadie por allá. Y tampoco era muy tarde.
En el primer campanario había una especie de alharaca de córvidos o grajas, que se derramaba tras la parte que no veía y que parece ser que fue donde ocurrió la chamusquina mayor.
Tomaba vídeo como podía, pese a la negra noche, que lo casi impedía. Así que vi caer un herido a los suelos, por la zona donde estaba y, lo más asombroso para mí, la llegada -como una exhalación- de un gato enorme, parecido a mi Gurruñetas, que acometió al córvido caído, con una rapidez asombrosa. Digna de aquellas escenas de la tele cuando uno era chico. Gato y cuervo pelearon. Salí espantando a ambos y el gato se asustó, lo que permitió al cuervo refugiarse tras una especie de enrejado que muestra las fotos. Pocas hice y mal, temiendo que el bicho me rebanara un dedo o diera un picotazo.
Esto fue casi todo. Lo más esplendente lo dejo pal relato pormenorizao que preparo. Un detalle fue que, al irme, plaza, a través y dando vueltas, volviendo y remirando la batalla aminorada de pájaros, vi a más de tres gatos tan pendientes del trajín, que pensé hasta en escribir una novela sobre la nobilísima pervivencia de las grajas de la torre ante tanto enemigo natural y tal vez misteriosos fantasmas, que uno creyó percibir de los llamados Muertos de la Torre. Pero quede la cosa para mejor ocasión. Digo lo del sentimiento extraño que tuve, y la sensación de que alguna fantasma voltereaba, volaba y sobrevolaba la torre a su placer. 
Sé que con este título recuerdo a uno de mis maestros -impepinables- de la cosa literaria, al gran sabio Augusto Monterroso. Pasión por la alegría del relato, la fábula y el cachondeo a todo por lo que los humanos, mayoritarios y zafios, pierden el culo y la mollera, oye.
Lo mismo a to esto lo llamo Milana Bonita, pa dar sopitas con jonda a tanto barbián escribidor en Extremadura, que sólo busca la treppa, el ppremio del PPoder y la PPasta; y la admiración de los sicarios y la chusma mayoritaria, masoca, que se vota contra ella, y contra todos trama lo ppeor.


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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.