ASUNTO PÚBLICO

Tal que ayer la gente de IU en Llerena organizó una muy interesante conferencia sobre el tema y concepto de república. La dio la profesora María Eugenia Rodríguez Palop. 

Asistí atónito, pues creo sinceramente que el personal, aborregado y alienado, no está interesado por esto, sino -como don Galeano- por el fútGOL y otras memeces, sólo que va a estas cosas porque está de moda y modos. Y que sepa entenderme el personal que no va de ese palo, que supongo casi todo el asistente al acto que menciono. Lo cual me congratula y alegra, pues pasábamos de los doscientos...

Bien formada e informada, bien documentada, la paisana fue desgranando su exposición sobre lo que debe ser la organización de lo público y  qué se entiende por república. Destaco los continuos análisis y disertaciones que hizo, mostrando que el régimen actual poco tiene de eso que llaman democrático, o muy mermado, al tenor del lastre práctico y conceptual de monarquía. 

No sé qué extraña manía la mia, que desde el principio y mientras escuchaba su exposición, me asaltaba la idea del uso de la palabra república como continuamente usual durante todo mediados del siglo XVI y el XVII por las altas jerarquías del orden estatal y monárquico español. Y escritores como Quevedo, Gracián, Cervantes y casi todos los llamados del siglo de oro usaron la palabra república pa referirse a los asuntos comunes y propios institucionales y comunes de la administración general del Estado afines. Debe ser un castigo por leerme a los clásicos con afán... 

Cuando terminó tuvo mi felicitación por mostrar en tan corto espacio de tiempo una visión de esa forma de organización, funcionamiento, valores y modos que se llama república. 

Pero cada día más, estimo que el problema mayor del ser humano, en España, y grandísima parte del extranjero, es su cerril esclavitud, merced de sus ignorancias, miedos y odios, que lo hacen algo absurdo a la hora de plantearse formas de gobiernos. Que eso, el planteamiento de formas y maneras de organizarse y gobernarse se da en personas libres, como consecuencia de su libertad. Y que hacerlo en las que no, es un capricho que no deja de tener su humor negro. Y acá casi nadie quiere ser libre, sino vasallo y votambrero a los peores. Y lamento levantar acta de lo que hemos visto y sufrido hasta la fecha, desde los últimos cuarenta añitos que uno tiene visión y claridad visual de apreciación de todo eso. 

Cada día más claro que la inmensa mayoría de mis semejantes quieren pan y circo. Y el pan racionao y el circo programao. Así de claro y sin llamarse a estafas y engaños o demagogias. Mientras haya eso el personal se entrega, en la servidumbre voluntaria, al que menos joda y menos fastidie sus intereses inmediatos de rezongar, cubrir sus necesidades y necedades, según marca moda y modo de vida que le diga el tinglado publicitario y mediático, en todos los órdenes de la existencia, y tener alguna veleidad de trepa social, ansia de fama, abolengo o similares. Lamentablemente la inmensa mayoría existe en un magma adormecedor y controlado, mecido y en el que la libertad, igualdad y amor están anulados total, sobreviviendo con sucedáneos de los mismos, despachados por las instituciones de Poder y Pasta y deseado y consumido por los que llaman ciudadanos. 

Cruda realidad de la llamada sociedad de consumo y tentetieso, sumida por esto, tan redondeadamente bien inventado que llaman crisis, en las ignorancias sutiles o claras, supinas o leves, los miedos y ese odio que hace a to dios enemigo de to dios. 

Y ante ese panorama, que da ejemplos y resultados como el pasado votambreo electoral en Andalucía, en donde el personal mayoritario se entrega, en cuerpo y alma, a los peores corruptos con años de pedigrí, poco se puede hacer sino terapia. Pero una terapia peligrosa, pues estos enfermos sociales matan y atan a los que levantamos acta simple del estado de su vida y ser. Y matan más y mejor a los que nada queremos ver con ellos, y que nos dejen en la tierra libres y a nuestras anchas... Que se levantan enseguida con fronteras, dineros, propiedades privativas y privadas y to eso y en cuyo nombre nos esclavizan por tol morro.

Interesante asunto ese de república el abordado. Sería mucho más interesante que en foros libres, los convoque IU o quien fuere, gentes se reúnan para dirimir que es ser libres, tratar sobre la libertad, la igualdad y el amor o solidaridad en lo real del día a día cotidiano, y no como pamema de la Tela, la Tele, la PPropaganda, la Escuela y otras inquietantes y vacuas instituciones en donde de eso nunca se trata sino que se estudia, se sabe, se archiva, se propagandea y otras irrealidades. Y lo digo porque sin aclarar qué son esas cosas mal se puede dirimir las secundarias.

El problema es que el ser humano quiera ser libre, sepa qué es libertad. Desee ser igual y amar al otro, o ser solidario. Que a mí, y no quiero engañarme, me da que no o casi nadie quiere eso. Decir lo contrario, no no decirlo sería sucio, cretino, negativo, pesimista.

Así que María Eugenia, muchas gracias por desgranar tu utopía republicana, pa cuando el personal quiera practicarla. Que me da que nanay, que la mayor parte del personal está mu bien como anda, rogando a la virgencita que se quede como está. Eres valiente, generosa y buena haciendo esto y uno agradece las concomitancias como el oro.

Y referido a mi comento in situ sobre nomenclaturas va referido a mi desquicie libertario, y mi teoría de que pa derrotar a los malos y los sistemas que oprimen mis libertades, igualdades y no dejan vivir y respingar el amor y la solidaridad, el uso de la palabra es esencial: de forma que la utilización denigratoria e insultante y degradante de PPoder y PPPasta como crímenes contra la humanidad, y referirse a todo lo que las maneja, nombra, describe, hace con palabras de desprecio, insulto..., que pongan en claro lo que tapan con el boato dicharachero de los especialistos/especialistas, los hombres de PPorra y PPoder, PPasta y PParné. Y en esto mi guiño y selección de la obra de un maestro en esos análisis, y el uso de la palabra, pa desenmascarar, que supongo que conoces, y sino será un gran gozo: mi hermano Miguel Espinosa. Y esto que él mismo se hizo, muy al uso de uno mismo.