16 de noviembre de 2013

JUNTACADÁVERES







Uno va leyendo la novela de Onetti y nombra a un tal Junta.Y Junta pacá, Junta pallá. hasta que va pillando el hilo de que su apodo completo es Juntacadáveres: y que el tipo es un pobre proxeneta con material de muy segunda mano y añejo. Y que lo de Junta fue por su dedicación a juntar unas y unos clientes, claro. Que no deben estar muy vivos. ¿De qué muerte se trata la de esos cadáveres que, como zombis, se arrejuntan y fornican o follan o cosas similares de clientes y putas? Al parecer, y sin temor a errar, se trata de la muerte del alma y del espíritu... En fin, que un cierto estado de inquietud y desazón lleva la novela a las almas y espíritus que la visitan. No muchos, claro, Ni es moda ni son modos. No va la novela de eso, habitual entre escribidores, eso de que alguien ha espiado de la realidad y luego lo vomita concienzudamente, con su miqueta de imaginación y picardía, para dar la veselina correspondiente al lector/consumidor. No es eso, es la realidad bien digerida y dirigida.
¡Qué difícil es salirse de los caminos trillaos y las modas y modos mentales que se imponen como normales a las gentes! Desde la visión de lo que llaman política hasta la forma de andar, comer, vivir... Todo se lo dan, imponen y aceptan sumisos; pero si lo señalas no sólo lo niegan, sino que te atizan a ti.
En fin, el adocenamiento existe, y es mal de fondo.
Por ejemplo si digo, claramente, que el valor, o valores transversales absolutos, de toda la educación fundamental, de niños y niñas, es y son los que reúnen el chulo y la puta. Imagínenselos crudamente. Pa eso ya ilustran pelis yankis y demás. Todos los de orden se me llevarán las sus manitas a la morra, diciendo que si exagero, que si eso no es, que si demagogia o que si ya no me lee na bueno, y que mejor hago fotos... Ninguno dudará, analizará, verá, valorará si es así o no es así de crudo, como ponen el futuro y los valores esenciales, como los guais. Embisten, no piensan, no lo dudan, no dudan, son de piñón fijo. Y eso es lo peor.

Por eso recomiendo leer, si hay lo que debe haber, la cruda novela de Onetti: Juntacadáveres. Eso es literatura realista sin marimantás ni blandenguerías, ni ripios, cruda, dura. Y no de moda ni modos. Ruda expresión anticipada de lo que es ya lo esencial de lo que llaman sociedad, y todo el trajineo, trabajo, valores. Un juntacadaverismos, un juntamuertos, un juntalienaos y así. O sea, un inmenso puticlub patriótico y abierto, y tos más sobraos y chulos que un ocho.

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