29 de marzo de 2013

ÉPICA





Esto no es Historia, que siempre cuentan los vencedores. De ser algo debe ser épica, epopeya que es algo más noble, más auténtico, más real y más de abajo y de lucha, éticas y estéticas, de sueños y logros para bien de todos los hombres. De hecho bien lo saben los redactores, cuando echan mano a la fábula del emperador, la desnudez y el estar, para titular esta publicación necesaria y esperada. No podía ser menos.

Lo que llaman la Historia la escriben siempre los vencedores. Porque lo llamado Historia es invento de los poderosos. Por eso los titulajes académicos de los historiadores los marca el cojón del Poder Estatal. Para que hagan su oficio. Porque esa expresión de escribir la Historia suena, como poco, a grandilocuencia de potestad y soberbia suprema. Suena como Justicia o Juez y todo eso nefasto para los de abajo.  


Y eso de la Historia se repite también en la historia. Y también la han escrito, ahora y aquí, los vencedores, o que se creen vencedores, a su bola. Toda esta jerga de historia, vencedores, vencidos y demás es obsoleta al caso y suceso, o debiera ser, para las miras de los que hicieron que se impusiera las razón, no la victoria de vencedores. Pues lo que pasó, lo que sucedió, lo que se hizo está en la memoria de cada uno que la vivió. Diverso y unificado en lo común. Y hoy, con internet, se puede corregir a tope. 


Así que el libro que la Plataforma refinería NO, que cuenta la lucha contra la instalación de una refinería de petróleos en Extremadura, no es más que una versión, una visión de unos cuantos, que la han hecho. Desde luego es una culminación de un costoso empeño y de toda la lucha de mucha gente. Que respeto en lo más profundo y de lo que he estado informando, en varios medios, puntual y animoso, con el nanay. Pero no deja de ser un granito de arena del suceso diacrónico de ese evento. Por ahí están los testimonios, ni siquiera mencionados en esa versión oficial del suceso. Lo digo para bajar los aires o humos contaminados, y como eso de la Historia (mayusculizada y totalitaria) siempre me pareció repelente. Pues eso, recordarlo con la memoria, y pasarlo a los que vengan, con miles de versiones, no sólo esa, claro. Espero que habrá otros testimonios, indudablemente, eso fijo, lo que enriquece al logro de la lucha contra los cazikes en Extremadura. Y esto que digo, con la mejor intención, ni quita ni pone valor a nadie ni a nada. La publicación hecha por la Plataforma Refinería NO es perfecta y clara cronología de esa lucha; pero no es todo, sólo y exclusivo. Es magnífica y cuya reseña completa expondré, debidamente, en su momento. Pero a estas alturas ninguna visión y publicación se puede convertir en biblia totalitaria del todo total, en la verdad suprema de nada o del todo. Como algunos creen en su mala fe. Y menos en sucesos diacrónicos -valga la redundancia- del pasado. En los que la memoria de cada uno, tomada -cada persona- de una en una, cuenta. Y menos de este movimiento, en Extremadura, contra una refinería que nos mataría.


Y menos si somos humildes y nada vanidosos, (y esto lo digo pal F, que me estará escuchando) los que hemos luchado, cada uno según sus medios y posibilidades, y todos honestamente, contra ese goliat del Poder Económico, auspiciado y vertebrado, servido vilmente, por el Poder Político, Sindical, Votambrero y Falsimediático en Extremadura. Ya que nunca sabremos -bien cierto- si esta victoria no es una victoria pírrica. Esto es, que no se ha vencido al Amo por nuestras fuerzas y esfuerzos. Que los signos de los tiempos, de esto que llaman crisis, y es -una vez más- estafa, hicieron ya inviable la refinería. Y que si el movimiento en contra tuvo alguna victoria, tal vez fue ganar el tiempo suficiente, con demoras burocráticas y similares, para que el proyecto se imposibilitara con el tiempo que avanza, inmisericordemente, y todo lo mata. O sea, que ahora no es ya rentable ese proyecto para los Amos y decidieron que no se hacía. De eso nunca estaremos seguros. 

Para ejemplificarlo -perfectamente- aludo a otro proyecto especulativo en Extremadura,. Recuerdo el proyecto de autovía Badajoz-Granada, que en su trazado por Llerena era oneroso y dañino, terrible. Y que se constituyó una plataforma para la lucha del cambio de trazado, al paso por cercanías de Llerena. Finalmente, con esto de la llamada crisis, que es estafa, esa autovía no se hace por simples motivos económicos. O, dicho en plata, la adminsitración no tiene dineros para trasvasar a los capitales privados, por la construcción de dicha autovía. ¿Hemos vencido los que luchábamos contra la autovía sí, pero por Llerena norte, cómo pedíamos, contra el trazado por el sur, como pretendía la administración? No, no hemos vencido nada. Han sido los elementos los que vencieron las naves enemigas. No la lucha de la gente, las gestiones, trabajos, entrevistas, estudios... Lo cual reconocido no ningunea eso. Que era necesario hacer, pues nadie adivinaba el calado de la crisis. Bueno, sí, hubo alguien y consta, en acta y memoria, de la asamblea fundacional de la plataforma de lucha contra el trazado sur de la autovía Badajoz-Granada, a su paso por Llerena: alguien que tomó la palabra y dijo -simplemente- que estaba contra la autovía total, y por sí, no sólo por el trazado norte a su paso por Llerena, que sería un mal menor. Y aludía a motivos de índole económica, medioambientales, sociales, políticos... Ese alguien fue un servidor. Que dio en el clavo, ante toda la asamblea, en la que nadie se planteaba eso ni en sueños. El tiempo vino a darme la razón.  Incluso se me tachó, como siempre por los obedientes y de orden, que usan la injuria de medio pelo, de radical. A toro pasado lo ven claro algunos. Pero no hay ese respeto y reconocimiento debidos. Pero esto es usual en esta tierra, donde los de abajo aprenden mucho del ninguneo, como deporte de los que más valen, por inteligencia y trabajos. Y el to semos iguales lo imponen a golpe de brutalidades.


NOTA: Animo a hacerse, comprar, leer, visualizar, comentar, criticar con criterios racionales, usar, aprender y disfrutar de esta publicación. Repito que oportunamente reseñaré en su momento, por despacito.

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