2 de diciembre de 2011

TRUKO DEL ALMENDRUKO


Con vergonzante desparpajo de autoproclaman Críticos Literarios, sin tener ni un puto criterio sobre la literatura, sino opiniones y creencias, las más comerciales y provenientes del mundo de la moda o del cine, o de cualquier cuchipanda del mundo del espectáculo inane y vacuo de las industrias de trinkes y consumos a la moda y modos del Capital, la Banca, los Mercados, la Mala Baba de los universitarios y sus bajos fondos y altas miras, los Especuladores..., en fin que eso ni es crítica ni literaria, es cuchufleta y matute contra todos..., y esa es la Crisis de fondo y forma que subyacía, hace años, y que trajo la del Dinero.
Con una caradura impresionante se proclaman críticos literarios sin pensamiento ni estudio ni lecturas ni la simple honestidad personal e intelectual de poner en valor, por los meros recursos artísticos de la literatura a toda obra y a todo autor. Fuera de premios, famas, ringorrangos, dineros, editoriales, mercados, periódicos y toda esa caterva de valores bursátiles que hoy atrofian la miarada de los lectores, perdidos en galimatías y mercados y modernidades sucias y dinerarias. Que con el tiempo los lectores han ido claudicando del esfuerzo intelectual y quieren papilla mental deglutida y divertida, como los dibujos de disney o las hamburguesas de donald... El cine, la tele, la moda, los medios de propaganda y todos sus alrededores, turismos, viajes programados, gastronomías castrastes, han ido ahormando un mundo tétrico y muerto de la literatura. Y sobre todo lo que llaman industria. En este caso la industria de la crítica literaria, como la industria del espionaje, como la industria de la salud, la de la enseñanza, la de la cultura, la del turismo, la sacrosanta industria del sexo o vulgo porno y puterío, y etc., son esos trucos del almendruco de esta era del espectáculo, en la que todo vale con tal de convertirlo en valor de cambio..., y si pudieran el alma, pues eso, la misma alma reducida a Mercado y Cambio y Euros...

Todo esto es bueno pues a ver si revientan y partimos y erigimos desde cero algo nuevo, bueno, bello y verdadero.

FOTO.- De lo poco bueno que uno aprendió en algunos encuentros de supuestos creadores y críticos... El mar y la playa Punta Umbría, Huelva.

1 comentario:

  1. Me acuerdo lo mal escrita que estuvo la crítica que le hizo Gracia a El hereje de Delibes, en aquel entonces, cuando apenas si había novela histórica ¡Pero si hasta pretendía delatar algún error de bulto histórico! Y no hay ni uno solo. Pero de todas maneras he leído el documento que enlazas, con interés, porque son unos supervivientes que resisten en sus diarios (un par en sus blogs) como pueden el alud de opinionólogos, entre los cuales me incluyo a veces.
    Pienso que entre los entrevistados o preguntados hay algún experto que por lo menos merece la pena ser escuchado por lo que sabe de su oficio y entorno. Me sorprende la declaración de la primera crítica, de que cada vez les vaya mejor a las editoriales (pero porque se han adaptado a a la edición electrónica y demás), de que cada vez hay más libros, pero que cada vez hay menos suplementos literarios o espacio en esos suplementos. Material para pensar detenidamente.
    Un beso,
    Marta

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.