7 de enero de 2009

LA PORNO PIDE UNA LIMOSNITA



Hace tiempo que quiero escribir sobre este asunto, del que llevo reflexionando largo. Gris asunto, negocio sucio, horrenda manipulación y juego con personas, sentimientos, sentidos, cuerpos, vidas, almas y espíritus. La Grisis de la Crisis.
La pornografía es la esencia y existencia del Capital y sus Mercados, su mejor forma de vencer y convencer, su propaganda y propagación, por los tuétanos del mundo, de todos y de todo su Mal. Nos trata de coger por lo cojones, como dice la machambre brava, que no encuentro expresión similar -deo gratia- entre las mujeres.
Hoy la pobre pornografía es la eficaz educación sexual, por llamarla de alguna manera, de los humanos. Y así lucen los pelos. Basada en el puro macherío dominante, ha reducido sexo a ejercicio vanal, gimnasia metódica y rifirrafes maquinales y rituales de músculos armados y gente grosereta y animalesca, cuyo comportamiento y comparativa hace brincar de asco a cualquier animalito salvaje en celo, o encelo suficiente.
Como antaño era la Iglesia, bueno, la instrumentalización de la Iglesia por el poder, para ser más claros, la que educaba los usos sexuales, hoy lo es la pornografía, reducida a industria capitalista y su Mercado, o sea, reducida a negocio de engaño, trinque y tentetieso, o sea pura farfolla, mentira y trampa, mucho peor que lo que la Iglesia dicen que hacía, que no hacía: educar el sexo. Con lo cual no la defiendo, la comparo y gana. Y jódase quien deba.
Y ahora pide ayuda la mayor de todas las industrias de la cosa del mundo, la de Yanquilandia, la que atiborra de pelis y fotos los ojos de los nenes y los mayores, que no en vano esta cosa de comerciar con el sexo se vuelve dominar el seso y las seseras del universo mundo, porque, como dice mi amigo, dime como follas y te diré quien eres, o dime tus gustos sexuales y te diré mucho mejor quien eres en verdad. Y a estas alturas los barbianes progres que me estén leyendo estarán babeando contra mí como perros sarnosos y animales de la ira, porque en sus cábalas crean a pies y pichas juntillas que el porno es liberador sexual de sus usuarios que, a la larga y por imposición, lo vamos a terminar siendo todos. Y la vulgar paja, la gayola, el pajillerismo solitario, la masturbación estará debidamente subvencionada, indirectamente, eso sí, que también tiene sus derechos, por la energía que mueve y los trabajos que da, digo, los puestos y puestas de trabajo que genera -en el argot de los entendidos- no ya de la manivela personal sino de todo el entorno de colaboración y alegría de la cosa.
¡Y qué dice éste, si parece un cura!, gritarán otros del progresío universo y reverso consumista. ¡Mira, pos que el porno es malo, dice! No digo eso, digo más, y digo que los usos sexuales, al convertirse en rito cerrado, espectáculo, medio, pelis y fotos y calientapollas, calientabolsillos es algo mucho peor que malo. Y más preocupante. No es ya ni vicio, sino servicio, y estupidicio vulgar, sino estropicio. Negocio de la Grisis.
Pero si la cosa es elección de los pinreles de los más, pues bueno, como si se la machacan, mientras no salpiquen. Porque los demócratas de pro tienen fe en que la auténtica democracia es lo que la mayoría quiere, que es la verdad impepinable y absoluta. Lo cual es no sólo una mentecatez. La mayoría no sabe cual es la verdad, y lo que ella decida no lo es. La democracia sólo sirve para designar por una mayoría los que se encarguen por un tiempo limitado de servir los asuntos públicos. Y punto. Todo lo demás lo dirime la razón, la inteligencia, y similares. Pero lo malo es que salpican, y bien, o mucho. Porque eso de pedir subvención, a fondo perdido, para la industria y el negocio porno es una buena salpicadura. A este paso las putas, aquí en España, van a solicitar de Zapatero, subvenciones a fondo perdido para organizar orgías, que son muy necesarias, pero que mucho, para contentar los cuerpos en el trance de la crisis, y en el chaparrón del paro. Y eso de las nevadas entrepiernas de ninfas pagaderas es siempre una buena alienación del obrerete o del currante vulgar, un consuelo, no parco y acrecentador, de la competitividad machorra. Que luego cuando pase -la crisis- todo será paraíso, y todos seremos ricos y gozosos, y el arrimo a señora de alquiler -o señor en su defecto o querencia- algo barato y posible. Que follados -sea de porno o puta- los trabajadores rinden más y mejor y se la meten doblá los Capitales y Mercados, y obedecen ciegos. Que el mercado de eso está bien abastecido.
En fin, que nos vemos a todos los damnificados, por el daño de la Crisis, pedir lo suyo del fondo público sin fondo: desde los terroristas a los fachas de cualquier engaño, y desde los cazadores furtivos -por Extremadura aún los hay- a los furtivos amadores, desde los asesinos a sueldo a los jugadores de cartas compulsivos o los maníacos lúdicos y otras faunas faltuscas de ayuda en este mal trago de la Grisis esta.
Y no se olviden pulsar la ilustración de este escrito para dar la gracia al asunto. Por fa.

2 comentarios:

  1. Pinché, ajajjjaja.
    Al fin y al cabo, si de Norte a Sur y de Este a Oeste de la península y las islas, que aquí no se libra nadie, quien más y quien menos tira de subvención o de indemnización por lo que se tercie para pillar todo lo que se pueda pillar, ¿por qué no la prostitución? ¡Si hasta es una industria y todo!
    Te veo más alegre ;-)
    Biquiños verdes que te quiero verde.

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  2. Vamos Agustín! Se necesita de la pornografía para adormecer, que digo adormecer, estupidizar al erotismo...tamaño problema si caemos presa de él ( que mejor? ja ja)
    Cariños.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.