22 de julio de 2008

APÁTRIDA



Como llevo unos días, ¿o es toda mi vida?, en que me siento poco español y menos extremeño, pues recurro a los clásicos para ilustrarlo, para pensar que no estoy solo. Ver el mando grosero, la identificación de España con lo más abyecto: el fútbol, esa institución llamada gobierno, el espectáculo de saltimbanquis y deportistas, una marca de calzoncillos o de sopas, o de tonto... Mangoneada por los bipartidarios... Y Extremadura a eso que anida en Mérida y que llaman la Junta de Extremadura, asilo de caciques y pillabichos para el trinconeo y mando sobre la gente que vivimos en esta parte del mundo, que bien pudiera llamarse Extremadura en su sentido amplio, profundo y universal, no como coto y cortijo de los que mandan, y encima mal y contra el común y la mayoría; pero apoyados por sus trampas electoreras que ocultan eso precisamente, que ni es democracia como lo pretenden...

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.