MÁGICO PRÓDIGO 16

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PATRIMONIO

Dicen que lloraba, cuan madalena, al ver los muros derruidos de su patria, al percatar que la muralla, otrora necesaria defensa, estaba abatida, la torre, símbolo del poder clerical, a punto de caerse, y las señales de las construcciones más viejas en franco deterioro, cuando no anuladas…

Ante lo cual no se amilanó. Decidió, junto a los prohombres de historia y cultura, iniciar una campaña de rehabilitación, restauración y puesta a punto según los cánones añejos y la documentación constante y sonante, de todo el patrimonio histórico, artístico y monumental para el disfrute de los turistas, mirones y público en general, ya que como ciudad con mucha historia lo merecía bien.

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GAVILÁN

Tal vez la comprensión de esa peliaguda cuestión estribe del enfoque que se le dé, de la hora del día, de la temperatura, de la digestión, de la salud o simplemente del vuelo de un gavilán, o dos. Incluso una gallina. Que también puede levantar el vuelo.

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VAGANCIA

Defendía a los vagos, a los que consideraba auténticos revolucionarios. Si los culos gordos que se fabrican a costa de la fuerza de trabajo y el tiempo de los otros, para atender sus necesidades, lo supieran, lo condenarían por terrorista. Negarse a trabajar, negar el trabajo y su fuerza vendida por un salario, eso era dar en el clavo, en la clave, dar en el meollo del asunto. Y si todos lo tomaran en serio, o en serie, el mundo tendría que plantearse otra forma de vida, relaciones, etc. Y a eso se le llama revolución. Pero como son tan vagos no la hacen.

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CUENTO

Había una pez tan negra que la pusieron sobre la boca de un retrato del contador de cuentos y no pudo seguir su cantar, ni a quien con él iba, siquiera por señas, pues se le corrió por toda la pintura y llegó a taparla toda, a hacer un borrón negro y pegajoso. Eso sí, era impermeable.

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HISTORIA

Se dice que la historia es cochambre acumulada, hipo eterno y repetido, cómica mentira del pasado que tratan de aquilatar con artificios atávicos, literatura menor y jíbara de enanos mentales, con necesidades de ganarse el pan nuestro para ellos, cada día, claro.