MÁGICO PRÓDIGO 13

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MÓVIL

Por aquel tiempo las gentes se iniciaron, de forma masiva, en las utilización de móviles. Así, se llamaban para comunicarse cualquier quisicosa, o cualquier estolidez, lo que era lo más general. Al usarlos daban voces estentóreas, grandes voces. Hablaban siempre a grito pelado cada vez que se acercaban a la oreja un teléfono móvil. La cosa fue degenerando de manera que la primera generación de gentes criadas al arrimo de la telefonía móvil sufrió alteración. Tenía su voz normal, por un lado, y otra que le salía cuando usaba el aparato. Esta última era de una potencia terrible, de forma que si la persona con la que hablaba estaba en la misma población no había necesidad de teléfono, pues el sólo volumen del vozarrón le hacía oír. Así se escuchaba un múltiple vocerío. Y, lo más grandioso es que cada cual entendía la voz que quería escuchar y sabía dirigirse al otro con el que hablaba. Era muy primitivo todo y un poco caótico.

A tal punto se llegó que al cabo de dos generaciones el habla y el oído de los humanos sufrió mutación, evolucionó. Las voces emitidas, en una altísima frecuencia, dejaron de ser percibidas por el oído. Por otro lado el sentido acústico cambió y fue otro órgano del cerebro el que captó las frecuencias altas. De manera que se llegó, en un proceso corto y preciso, amén de claro, a los tiempos de la telepatía. A entenderse sin hacer ruidos con el habla o los gritos que se daban mediante los teléfonos móviles. Ese fue el gran aporte a la humanidad del llamado popularmente móvil, algo bastante primitivo. (De la Enciclopedia Biológica de Yer, año 7978).

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TIZA

Como le encantaba, desde pequeñito, escribir en la pizarra, se hizo profesor de matemáticas. Todo para deleitarse en blanquear con tizas de diseño y colores el encerado. El que no es feliz es porque no quiere.

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ESTADO

Suceso que llega a su fin tras muchas muertes, guerras, hambres, terrorismos, luchas, sangre, pendencias, intereses, enfrentamientos, etc. Y que se mantiene con los mismos medios con los que se edifica.

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PEDO

Hubo una vez hubo un tipo que se identificó tanto con su pedo, y quien dice con su cuesco puede decir con su nación, su ideología, su sentimiento de gloria, su partido político o su líder, que cuando un amigo –ante el nauseabundo olor del follón- lo maldijo, lo vituperó y emitió denuestos contra el mal olor, ni corto ni perezoso lo degolló con un serrucho que tenía a mano.

De ahí los inconvenientes de identificarse demasiado con nuestras excrecencias, sean estas materiales, y menos inmateriales. Ni es saludable para los individuos ni para las sociedades, que el hombre se crea continuación de lo que proyecta al exterior del mismo, fuere en los ámbitos tangibles o intangibles.

No somos ni nuestros sentimientos, ni nuestros pensamientos, ni nuestras palabras, ni nuestras ideas, ni nuestros hechos y, por supuesto, no somos nuestros pedos, excrecencias, cagadas, esputos o vómitos. En igual medida. Aunque tengamos los primeros, por ser espirituales, en mayor estima.

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LÍNEAS

Las líneas de las plantas de mis pies me indican el camino de mi vida, de toda mi vida. Las uso para caminar bien plantado en el suelo, siguiendo sus vericuetos. No son como las de la mano, engañosas y sólo adivinables por las gitanas, magos, charlatanes de feria, adivinadores y otras especies similares, que confunden los caminos.

Para Zarca, siempre en mi amor