19 de octubre de 2007

LOS HIJOS DE SU PADRE

La cosa tiene cojones, como dice el castizo. El poder arrevenío y mentecato utiliza todo, todo y todo para mantenerse en el machito, su machito, contra las personas y contra la libertad de las mismas. Sea el poder catalán, belga, español, vasco, bantú, suajili, alemán, andalú, extremeñio, ampurdenés, aranés, andorrano, disneylandés, cotolengüés o como se moteje, que el poder y su estupidez no tiene fronteras, sino nombres de folklore. Y como otrora trata de usar una lengua para poner frontera y marcarla, luego trata de usar la cultura para darse aires.
Como se sabrá, detesto que el poder, el mando, los políticos ejecutores y todo eso entren sus sucias manos en la cultura, en lo que el hombre hace como hombre civil/izado, y menos en las artes, y muchísimo menos en la literatura, y me vuelvo terrorista cafre si lo hace con la poesía… Y voy a degüello contra esos mequetrefes poltroneros de mangoneo cultural. Y creo que toda palabra, toda crítica, todo análisis y pensamiento y expresión sobre ello es necesario, como previo a la acción contra el poder, erigido como absoluto.
Estoy contra la subvención cultural absolutamente, y también porque el poder deje el asunto libremente rular en relaciones libres, incluso comerciales, entre las personas y partes que crean cultura, y arte, libre de impuestos y otros yugos de dominio, delimitación y entrometimiento. Pero eso es asunto de otra entrada…
Pero no son mejores los artistas trincones, y que ven su arte como mero negocio, mercado e industria del trinconeo. Vean sino el asunto que despacha el diario publicitario y propagandístico más grande de España, vean el trajineo y el conciliábulo con que mangonean la llamada cultura, los millones sin tasa, los recursos para nada de nada, para que un mero poema escrito por un desconocido hoy en cualquier rincón de la península valga muchísimo más, en un futuro, que todo eso de los dineros del poder, que son los robados a los ciudadanos como impuestos, o sea imposiciones para que ellos hagan juego y juerga y todo vaya a parar a sus arcas personales. Que de eso se trata en la ínclita nación catalana, como en la historiada española o en la bantú, o abisinia. Que me cago en todas y en sus historias enteras y verdaderas, en sus cochambrosos políticos disfrazados de ladrones y viceversa, o versavice, tanto monta.
Una vez más abogo porque se eliminen todas las instancias administrativas del poder en lo que llaman cultura, todas. Que dejen de una puta vez en paz el arte y la creación, y mucho menos que se erijan en los que marcan quien vale, quien tiene premio, quien es bueno y malo. Por ello, aparte de considerar el premio Planeta, Corneta, Trompeta o como se llame, y sus coetáneos y paralelos, algo ignominioso para la creación y la cultura, declaro inhábil y podrido, apestoso, mentira, ruido sin nueces, pura filfa para dominar a los auténticos artistas, mierda pura, todo premio oficial, todo galardón de la administración, donado a persona de la cuerda de dominio, opresión, para engaño de las gentes, de las personas a las que dominan, marcándoles hasta el ritmo de la respiración con triquiñuelas como las de mercadear, administrar y controlar la cultura, como herramienta política atroz y vergonzante.
Por lo menos tengo la decencia de gritarlo, frente al cúmulo de colaboracionistas en que nada cambie, en usar la crítica para sus medros personales y de mercadeo, como esos artistas catalanes que critican la administración de dominio catalana, para la que la cultura es un simple florero de manejos y creación de poder estatal, mando y todo esa basura de los políticos nacionales, de cualquier nación, de mequetrefes estupidizantes a costa de las desgracias e inculturas de mucha gente, que no pueblo, que es entelequia inadecuada, entelequia que justifica el mangoneo de esos políticos en cosas tan falsas como la democracia, y sus derivados…
Con sólo esos dineros gastados por el Ministerio uno hubiese montado una editorial de fuste, al servicio de la gente, editando valores, calidades, arte… No al ritmo del mercado de valores bursátiles, sino de la vida, la cultura, el arte, de los de verdad, y no los marcados por ese poder que los ningunea, estrangula, usa, castra, domina y elimina. definitivamente… (Según la asociación, "el resultado de operaciones como The Real Royal Trip, en el PS1- MOMA de Nueva York en 2003; Big Sur en el Hamburguer Bahnhof de Berlín en 2004; o Bad Boys en la 50ª edición de la Bienal de Venecia, financiadas sin límites presupuestarios por el Ministerio de Asuntos Exteriores, es más que dudoso. La desproporción entre los abundantes recursos gastados y el ínfimo resultado de inserción real en los circuitos internacionales es evidente").
Esos artistas que critican al poder catalán, manipulador de cultura, son excelentes hijos de su mismo padre, que les amamanta. No tiran a matar al meollo del asunto, sino que quieren sus partes de mando...
Luego viene la práctica de este pregón, que es la parte que no se ve… Pero que existe. Lo aseguro.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.