31 de agosto de 2007

MÁGICO PRÓDIGO 4






















Ilustración de Fernando Ruiz Millán


51
CANÍBALES
Oígo decir que comen y beben la carne y la sangre de un tal Cristo o Jesús.
Me horrorizo: ¡Caníbales, asesinos! Mi ceguera me impide ver sus rostros, sus gestos, expresiones, vivencias del hecho. No me llamo Jesús ni tampoco Cristo. Sería terrible terminar en sus fauces.
Demuestran, en sus cánticos y dichos, en sus ritos, su felicidad. Sentado en este apartado rincón me resulta horrible, siniestro.


52

VATICINIO
Enviada al Vaticano, sor vaticinio ocupó su lugar.

Aquella noche soñó presidir el rito, en la cima del monte. Arriba el sumo pontífice, sacerdotes, augures, arúspices, ayudantes, vestales como ella y poderosos. Abajo la plebe.

Ella tenía las últimas palabras del porvenir.


53
MUJER

Hubo un tiempo en que la mujer era libre, no había perdido su instinto, o tendencia, para seleccionar varón y mejorar la especie. Así, la humanidad se fue formando, desde la noche de los tiempos, evolucionando. Elegía a los más inteligentes y capacitados siempre. El hombre salió de la animalidad y se elevó.

Surgieron civilizaciones, hoy desaparecidas y gloriosas, como la de los atlantes, los egipcios, los hindúes, chinos, aztecas, incas, griegos, romanos, celtas...

Desde que la mujer se desorientó, fue esclava al gusto del macho, perdió el norte, se aparea con los más torpes y bestias, o sea, los más fuertes según el escalafón de la barbarie impuesto como más fuerte. Y con los más monos, con lo que la regresión es un hecho. La estirpe humana degenera hacia abismos de perversión y torpeza, guerras periódicas, del hombre lobo o cordero para el hombre; como se puede ver con sólo abrir los ojos, o aguzar el oído el sordo, o con las historias de la prensa diaria.

No se sabe cuando ocurrió tal transmutación a la fémina, si tiene remedio o no. Los poetas lanzan vaticinios y profecías, al respecto, sin mucho acierto. Hablan de amadas y otras zarandajas... Los biólogos y médicos hablan de genes.

Algo parecido padeció, mucho antes, el varón.


54
SUICIDA

Le daba igual morir que matar. Por eso escupió el veneno en la boca del otro.

Resultaron dos cadáveres.


55
COPRÓFAGO

Como la mosca de Samaniego, el fabulista, ella veía en todo mierda en la que posarse, chupar, con placer inusitado. Un asquito.

Con el tiempo engordó y se convirtió, mediante esos cambios chernobilescos de natura, en el ogro Esfegón, malo y estúpido. Incluso mudó de sexo. Tenía muchos enemigos, pues las moscas le adoraban y le daban el mando. Fue, así, una especie de señor del moscardeo, de la moscardía, moscacracia o como se llame el gobierno de las moscas.

Con tanto enemigo, cuando salía de su gruta se los quería comer, ya que los creía excrementos. Los zampaba uno a uno y llegó a ser temido, con su cabeza gorda, ¡oh, Dios, qué cabeza!, su pelo entrecano y sus ojos achinados: Ogro Esfegón. Los millones y millones de moscas que le votaban no podían estar equivocadas en su santa voluntad democrática.


56
TREPA

Todos estaban asombrados: los pocos amigos, la maltrecha familia, el gentío.

Sufrió una involución por sus ansias de trepar a altos cargos, escalafones y dineros.

Si hubo un remoto tiempo en el que un mono evolucionó a hombre, aquí ocurrió a la inversa: un hombre involucionó en simio.

Apenas verlo, con sus canas, sus ojillos perdidos y su euforia de sexo, propia de primates masturbatorios, su mandíbula prognática mascando cacahuetes tras la jaula...


57

SANGRE

Se levantó en sueños, sonámbulo. Con la faca choricera en mano.

Sintió la sensación densa, dulzona y agria salpicar la cara, las desnudas piernas, el suelo y la pared.

Chorreantes, la mañana siguiente, los zaques de vino parecían desollados.

58
ESCRITOR

Buscaba éxito frenéticamente. Confundió mercado con creación. Enrevesó a todos y todo. Nadie supo lo que era literatura, se estragó el gusto por lo bien hecho.

Acabó escribiendo literatura senil, para los jubilados y ancianos que hacen esas excursiones por todo el país, y extranjero, y que votan a los que les programan el circo y racionan el pan.

Desde entonces también escribe pornografía; cosas para niños y jóvenes, discapacitados síquicos y similares. Es incapaz de hacer algo normal el escritor galaico.

59
COCACOLA

Hubo un país en el que la gente descubrió que los saberes y destrezas tenían origen distinto al esfuerzo, estudio, dedicación, tiempo, experiencia... Bastaba tomar una cocacola y uno aprendía siempre algo. Así, toda la gente se fue haciendo sabia, y emitía criterios, opiniones y creencias sobre todo saber y habilidad: política, religión, literatura, matemática, física, mecánica, química, medicina, botánica, mecanografía, dactilografía, informática, ebanistería, cestería, forja, alta costura, cosmética, enología, etc.

De forma y manera que se dio lugar a una sociedad de sabios, como querían Platón y Estalin. Por lo tanto al mejor de los gobiernos: el de los sabios. Porque, a más cocacolas bebidas, mayor sapiencia.

De manera que son muy felices y comen hamburguesas, eso sí, de perdices y codornices, que también incrementan la prosapia sapiencial.

60
TELEDIARIO

Todos los días una guapa locutora, haciendo encantadores mohínes y carantoñas, le contaba el cuento de lo que ocurría en el mundo, desde la plúmbea pantalla televisiva.

Nunca la oyó hablar de su burro, ni del perro, las cabras, de su mujer o los vecinos. Ni aun del que se fue a la capital. Jamás se nombró a su pueblo. Además contaba cosas imposibles y horrorosas.

Así que comenzó su descreimiento, su falta de fe. Le llegó a parecer una mala película que hablaba y mostraba un mundo inventado, de cartón piedra, mentira definitiva llena de laca y maquillaje rutilante. Sabido es que lo escribidores e inventores de historias, para hacerlas más agradables, las cuentan con todas clases de industrias y artificios. El más eficaz en los telediarios era la ratita simpática, que barría para su casita, y guapa locutora a un tiempo. Todo lo demás no era sino filfa, aire, engaño, embelecos y malas películas aburridas, como poco.

Aunque pobre y del campo tenía su cultura literaria. Aquello de los telediarios no era ni un género, eran degenerados.

1 comentario:

  1. Los cuadros que hoy ilustran tu blog, son como tus textos: todo elocuencia. Cada uno de esos cuadros, así como cada uno de tus breves "relatos", fuera del conjunto, podrían ser protagonista de un largo debate. Esa densidad tienen.
    Saludos.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.