1 de agosto de 2007

LIBERTAD Y CULTURA

Que el ministerio de cultura es la mejor forma de destruir la cultura, y no digamos anular la creatividad y la libertad, es plena verdad y absoluta perogrullada, por mi parte. Siempre he tenido el criterio, frente a la común regresía pobre que se autotitula de izquierda, de que la cultura no debería ser tocada por el poder, y menos por el poder político, pues siempre que lo hace es para domesticarla, vejarla, prostituirla y manipularla.
Pienso que las instituciones de la administración política han de dedicarse a servir al pueblo de forma discreta, entregada, y por la cama y la comida que se pague a los políticos, que se encarguen de eso. Todo lo demás es corrupción.
Por lo tanto esto que ocurre en España, y especialmente en Extremadura y Andalucía, de que el circo esté programado hasta la saciedad, es algo que atenta contra la esencia misma de la libertad. Cada verano las fiestas populares están llenas de cultureta barata, con las que hacen su agosto no sólo las verbeneras bandas musicales, sino gente que dice que hace teatro, circo, música y cien y un rifirrafes que dicen que es cultura, o a lo menos espectáculo… Y todo pagado a cuerpo de rey, con la marginación y el uso que se hace de esos dineros, ya que su abuso compra voluntades y artificios que se usan sabiamente por los políticos aventajados. Así, conozco alcalde, muy espabilado y listo, que ha usado de la sabiduría de los organizadores del arte cinematográfico, por certamen que organiza su ayuntamiento, en connivencia con la diputación pertinente y la Junta, para hacerse un fenomenal vídeo en la campaña electoral, y así tener un Jólivud particular y postinero…
Porque estos políticos sin control del pueblo, sin respeto a los bienes públicos, sin rey ni roque, ni perros que les ladren, roban, engañan y manipulan todo, y sobre todo la llamada cultura, que para ellos no es más que un precioso instrumento del engaño, para uso de campaña electoral permanente.
Ni ministerio de cultura, ni consejerías de cultura, ni concejalías de lo mismo. Todo eso sobra y atenta contra la libertad y la cultura verdadera y cierta, y se usa e instrumentaliza para premiar a afectos y castigar a desafectos, por parte de una clase política medieval y trajinera, como la que abunda en Extremadura y Andalucía. Que la cultura verdadera es la cultura de la libertad, la libre de manipulaciones, enjuagues, engaños, manejos y servicios de estos políticos pueblerinos y aboinados, cejijuntos y terribles, que han perfeccionado los usos y costumbres del franquismo más vesánico y cada uno tiene su particular ministerio de información y turismo, que llama cultura.
Pero lo malo de todo es esa regresía, esa llamada otrora progresía, que se desgañitaba, por los ochenta y antes, en que había que apoyar la cultura, que la cultura estaba abandonada, que si la cultura… Olvidando que esa llamada cultura, en manos del poder es pura mierda, sin perdón porque así se llama, puro instrumento y mera tele barata. Circo y del malo, que lo hay.
Pero, por fortuna para los que sabemos ver, todo eso río espectacular y circense nada vale. La cultura siempre va por otros sitios, repeliendo al poder, los trajineros políticos y sus abusos, ricos medios y torpes formas.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.